~Monkie Kid~ 1️⃣

Mei

¡Muy bien gente! La cosa está así, por si no lo han notado, este ya es el capitulo 99 de este bonito libro y cuando llegue al 100, este libro se terminará

Se que me quedaron peticiones pendientes pero aquí les preguntaré: ¿Quieren un segundo libro? ¿Harán más peticiones?

Esperare sus comentarios, mi gente linda :3

Así que sin mas que decir, les dejo el cap de hoy xD

Espero que les guste~

Nota: ¿Escucharon que la 4 temporada ya está confirmada? ¡Es emocionante! ^_^

Mei esta a orgullosa de su familia y de sus antepasados, atesoraba sus tesoros y los recuerdos dejados, adoraba a su padres con todo su corazón y hacia siempre su mejor esfuerzo para que ellos se sintieran orgullosos...pero después de un tiempo, se dio cuenta de que mucho de lo que estaba haciendo no le gustaba, que quería hacer cosas diferentes. Sus padres no estaba de acuerdo, diciendo que debían seguir las costumbres familiares y todo eso pero ella estaba cansada de obedecer, cansada de esforzarse, cansada de intentar. Hablar con formalidad, vestir con elegancia, mantener el largo cabello, ser siempre la niña buena y dulce...estaba harta.

La pelea entre ella y sus padres era inminente, su casa llenándose de gritos de parte de los tres, hasta que ella decidió darles la espalda y alejarse con la cabeza en alto, llorando mientras escuchaba a sus padres ordenarle que volviera pero los ignoro y se alejo, corriendo a todo lo que le daban las piernas, yendo al único lugar que sabía que estaría a salvo.

Fue hasta aquel departamento tranquilo, tocando con su puño la puerta un poco más fuerte de lo que pretendía, esperando. Se limpio lo mejor posible las mejillas, aunque sabía que debía verse como un desastre. La puerta se abrió y ella alzó la vista.

-¿Mei?- ahí estaba Pigsy, mirándola con confusión, preocupado al notar su molestia y tristeza. -Entra, niña- se hizo a un lado, dejándola entrar, cerrando la puerta con suavidad. -¿Estas bien?- se agachó a su lado, mirándola con preocupación. Mei negó ligeramente, luchando contra las ganas de llorar. -Bien...- sonrió suavemente, acariciando ligeramente la cabeza de la menor, quien se apoyo en el toque. -...MK está en su cuarto, ve con él. Llamaré a tus padres- porque no era la primera vez que ella estaba allí sin avisarle a nadie.

-...no quiero volver- tomo una servilleta que estaba sobre la mesa, usándola para sonarse la nariz, aliviada de poder respirar mejor.

-...hablare con ellos- suspiro, dándole un suave empujón a la niña en dirección a la habitación del menor. -Ve, los llamaré cuando sea la hora de comer- Mei asintió, tirando la servilleta en el basurero y caminando a la habitación de su amigo, abriendo sin llamar.

-¡Mei-Mei!- y ahí estaba a quien buscaba, recostado en su cama y dibujando al parecer, dejando su cuaderno a un lado para prestarle toda su atención y abriendo los brazos en su dirección. Mei amaba a MK, él era sin duda su persona favorita, siempre entendiéndola sin palabras. Se subió a la cama, sacándose los zapatos, dejándose caer entre los brazos ajenos con un largo y cansado suspiro, enterrando su rostro en el hombro de su amigo y aferrándose a él. El chico no preguntó, sólo la abrazo y le acarició suavemente la espalda, la chica agradeciendo aquello. No quería hablar.

Se quedaron así, abrazados y en silencio, mientras ella pensaba. Quería cambiar, quería poder cambiar, quería poder ser quien quería ser, quería poder ser ella misma.

-MK...- llamo recibiendo un tarareo como señal de que era escuchada. -...quiero que cortes mi cabello- no se sorprendió cuando el la agarro de los hombro y la alejo para verla a la cara, luciendo asustado.

-¡¿Que?!- chillo. -Mei, una cosa es arreglar tu cabello...¡Pero otra muy diferente es cortarlo! ¡No soy peluquero!- se revolvió el cabello.

-...pero eres mi mejor amigo...- lo interrumpió, tomando sus manos entre las suyas. -...eres mi hermano...eres en quien mas confío para hacerlo- lo miro con expresión suplicante, haciendo un puchero.

-...si queda un desastre, no puedes culparme- murmuró él, haciendo una mueca por dejarse convencer con tanta facilidad. Ella chillo, abrazándolo con emoción y felicidad, soltando agradecimientos. Lo arrastró al baño y sin que los adultos lo supieran, MK agarro unas tijeras y empezó a cortar, Mei sintiendo como una sensación de alivio crecía en su interior a medida que el cabello caía. Su cabello ahora era un desastre, torcido u obviamente mal cortado, con el frente un poco más largo que la parte de atrás, pero estaba corto y eso era lo que ella quería.

-¡¿Qué rayos están haciendo?!- fue Tang quien los descubrió, en pánico y espantado, viendo el cabello cortado esparcido por el suelo y el aspecto de la niña. La arrastró a la peluquería más cercana donde trabajaba un amigo suyo para arreglar el desastre y si antes Mei estaba feliz, cuando el peluquero terminó, estaba encantada. Con parte de atrás más corto que antes y mechones ligeramente largos a cada lado de su rostro.

Recibió reclamos y gritos a la mañana siguiente de parte de sus padres al ver su cabello, incluso la habían castigado por casi dos meses, pero a ella no le importa. Estaba feliz y cómoda consigo misma por primera vez en mucho, no iba a dejar que sus padres lo arruinaran. Junto dinero y cuando su cabello volvió a ser muy largo, volvió a la misma peluquería a la que la habían llevado y se lo volvió a cortar. Fue su primera decisión y le encanto.

Extra xD

-¡Mei!- el chico la recibió con entusiasmo y ella sonrió, entrando a la habitación de su amigo. -¡Tengo un super regalo para ti!- le extendió una caja.

-¿Tinte para el cabello?- vio la caja con confusión, alzando la vista para mirar al chico.

-De color verde, tu favorito~- sonrió, ella riendo ligeramente.

-¡Eres el mejor!- chillo, abrazándolo antes de arrastrarlo al baño. Terminó en desastre como la otra vez, con los mechones que colgaban a cada lado del rostro de Mei con toques verdes y las puntas del cabello de MK teñidas del mismo color, el piso un desastre y con manchones verdes por la tintura, por no mencionar el lava mano. A pesar de los gritos y reclamos de los adultos, no hubo arrepentimiento.