~Monkie Kid~ 1️⃣

¡Estas Bien!

Algo cortito que se me ocurrió después de ver un cómic bien bonito en Twitter ^_^

Espero que les guste~

Sandy tarareo para si mismo, arreglando un poco las cosas de su barco donde estaba viviendo, Mo durmiendo sobre una de las tantas cajas que ya había movido. Se detuvo y se volteo al escuchar un sonido llamativo, viendo entonces que tenía un visitante. Había un demonio muy familiar mirándolo con sus cuatros ojos color verde que parecían brillar desde su techo, con apariencia de araña y piel lavanda, su cabello gris peinado hacia atrás. Sandy no pudo evitar abrir los ojos con sorpresa, no lo había visto desde hace un tiempo y había estado preocupado después de haber luchado con lo que parecía ser su espíritu o quien sabe en su último enfrentamiento contra LBD.

-Eres tu...- suspiro con alivio puro al verlo.

-Hey...grandote- Huntsman tenía tantas ganas de darse un fuerte golpe y volver a la guarida con su reina pero algo se lo impedía y no tenía ni idea de lo que era. Solo quería ver al grandote con piel azul por alguna razón, en especial después de haberlo atacado cuando estaba bajo el control de aquella demonio. Bufo, bajándose de donde estaba antes de pensarlo, rascándose ligeramente el brazo con algo de nerviosismo. -Escucha, yo...-

-¡Estas bien!- sonrío enormemente y no dudo en acercarse con grandes pasos que resonaron un poco. El demonio araña se quejo al ser repentinamente, chillando al ser apretado en lo que era un abrazo muy entusiasta.

-¡Bájame en este mismo instante!- reclamo pero el de piel azul solo se rio, separándose un poco para ver a la araña pero sin hacer amague de soltarlo, sosteniéndolo con sus grandes manos.

-Estoy tan aliviado de que estés bien- y sonrió con alivio visible, casi luciendo cariñoso, como si Huntsman fuera un viejo amigo al que no había visto en un tiempo. La expresión del demonio araña se suavizó, negándose a admitir en voz alta que estaba feliz y que su corazón se ablandaba por el cariño ajeno. Suspiro, por un rato, solo aceptaría lo que viniera...y sería un poco sincero, solo un poco.

-También es bueno verte bien, grandote- sonrió ligeramente, palmeando uno de los brazos que aún lo sostenía, feliz de ver la sonrisa ajena agrandarse.

-¿Quieres té?- preguntó, bajando suavemente al demonio araña. -Voy a preparar té y tengo bocadillos, podemos hablar un rato- señaló con esperanza de que el más pequeño se quedara un rato.

-Guía el camino- asintió, tenía tiempo y por lo menos, iba disfrutar su repentina visita. Caminaron hacía dentro, Huntsman sentado en el sillón y con múltiples gatos cariños intentando subírsele encima mientras Sandy preparaba el té y los bocadillos. El demonio araña simplemente acarició a los felinos, escuchando el fuerte ronroneo de todos ellos, cómodo. Eso no era tan malo.