~Monkie Kid~ 1️⃣

Pequeño Mono

Espero que les guste~

MK tarareo para si mismo, barriendo la tienda de fideos antes que fuera hora de abrir, sin notar las miradas fijas de sus amigos en su nuca. Se movió con ritmo, con una canción en mente, dejando la escoba de lado al terminar y agarrando un trapo esta vez, limpiando las mesas, todo eso sin que el pequeño peso extra en su hombro lo molestara. Los presentes se miraron entre ellos, MK era distraído y todo pero eso era el colmo.

-MK...- llamo Pigsy, siendo elegido para llamar la atención sobre la situación que el niño obviamente estaba ignorando.

-¿Si, Pigsy?- lo miro rápidamente y con una sonrisa. -¿Ya hay pedidos?-

-No, chico...- suspiro. -...tengo curiosidad por el mono de aspecto familiar que esta colgado de ti- porque si, había un pequeño mono de aspecto familiar colgado de MK, mirándolos por sobre su hombros y mirándolos fijamente, mostrando una sonrisa traviesa y llena de diversión, riendo ligeramente.

-Ho...Es Monkie King- respondió como si nada, sonriendo y alzando una mano para acariciar ligeramente la cabeza del mono, quien se alzo todo lo posible para apoyarse en el toque.

-¡¿Monkie King?!- se sorprendieron ante aquello.

-Es tan...pequeño...y tierno- Mei se acerco con ojos brillantes y teléfono en mano, sacando fotos y chillando ligeramente ante las poses del pequeño Wukong, quien parecía adorar la atención.

-¿Como paso esto?- pregunto Tang, acercándose con ojos curiosos y alzando la mano para tocar al pequeño, alejándose rápidamente cuando este le mostro los dientes con un pequeño gruñido. Ver y no tocar al parecer.

-Ni idea, lo encontré así- se encogió de hombros, sin molestarse cuando Wukong se paro sobre sus hombros y enterró sus pequeñas manos en su cabello. Mientras no le tirara el pelo, todo iba a estar bien. 

-Parece apegado a ti- comento el dueño del lugar, enarcando una ceja con curiosidad.

-¡MK es mío!- chillo el monito con una gran sonrisa y abrazando la cabeza del mencionado, quien rio ligeramente ante aquello.

-Lo ha repetido muchas veces- explico ante la mirada curiosa de los demás, quienes retrocedieron un paso ante la mirada fija y con un brillo dorado de Wukong. Ese pequeño era más raro que el adulto.