Pequeña Sombra #3

1.7K 169 22
                                    

Espero que les guste~

Nota: Me gusta pensar en un Macaque protector y un MK muy inconsciente de eso :3

Nota-2: No se si me salió bien el como habla Red Son xD

-¡Salón de juegos! ¡Salón de juegos!- corearon MK y Mei, emocionado. Era el día libre del chico y habían decidido ir a jugar a su salón de juegos favoritos, ambos llevando todo el dinero posible para gastar. Se detuvieron en seco ante el pequeño mono d e pelaje oscuro bloqueando su salida, mirándolos fijamente.

-No quiero quedarme aquí con ellos- bufo Macaque, señalando a Yang y a Pigsy, quienes fruncieron el ceño y reclamaron, ofendidos. Los mortales se miraron entre ellos, pensativos.

-¿Los ruidos fuerte no te van a molestar?- preguntó MK con preocupación.

-No- respondió. Solo debía concentrarse lo suficiente y podría ahogar todos los demás sonidos, centrándose sólo en el par de humanos.

-Esta bien- ella sonrió enormemente, emocionada como siempre, sin molestarse al darse cuenta que tendrían un tercer participante. -¡Vamos, pequeño Mac!- lo alzó, lanzándolo hacía su amigo, quien lo atrapó sin mucha dificultad.

-¡No soy una pelota!- reclamo el mono con el ceño fruncido, acomodándose en los brazos del chico y solo recibiendo una carcajada como respuesta. Bufo, MK sonriendo ligeramente y con diversión.

-¡Andando!- y salieron rumbo al salón de juegos. Estaba caminando, hablando entre ellos y contándole al más pequeño todos los juegos que habían disponible cuando, al doblar la esquina, se encontraron con un pelirrojo muy familiar.

-¡Niño de los fideos!- grito con con una sonrisa de superioridad. -¡He venido a enfrentarte!-

-¡Es Red...!- frunció el ceño, sin poder recordar el resto.

-¡Soy Red Son! ¡RED SON!- gruñó, su cabello elevándose y volviéndose llamas por un segundo, mostrando su enojo.

-Si, ese- sonrió, entregando a Macaque a su amiga, quien lo tomó en sus brazos y retrocedió unos pasos, sin notar el ceño fruncido en el rostro del mono. -¡Es mi día libre!- reclamo al recordarlo, sacando su bastón de su bolsillo y haciéndolo crecer con un rápido movimiento, haciéndolo girar en su mano antes de apoyarlo en su hombro. -¿No podías atacar en otro momento?- Bufo. -Cómo los lunes, estoy lleno de trabajo esos días y...-

-¡Te atacare cuando se me de la gana, niño de los fideos!- lo interrumpió e hizo un gesto con la mano, múltiples robots apareciendo justo tras él.

-¡Yo quería jugar!- se quejo entre dientes.

Mientras tanto, Mei se alejo, usualmente se uniría a la pelea para ayudar a su amigo pero ahora debía cuidar de Macaque mientras luchaban. Era injusto pero no iba a dejar al pequeño mono, no cuando esté le agradaba y mucho menos cuando sabía cuánto se preocupaba su amigo por él.

-¡Patéale el trasero, MK!- alentó Mei con una gran sonrisa. -¿Pequeño Mac?- llamó, sintiendo lo tenso que estaba el pequeño mono y mirando el ceño fruncido que este tenía, sus ojos brillando de color violeta y mostrando ligeramente sus colmillos. Mac estaba molesto, ese raro de cabello rojo se atrevía a cruzarse para atacar al humano que lo estaba cuidando, había interrumpido su día libre. -Ho cielos...- ella se estremeció al sentir una mala sensación y se volteo, justo para mirar con asombro al gran mono que se empezaba a elevar sobre ella, oscuro, con uno de sus ojos brillando y el otro en forma de X, tal y como lo recordaba, con aquellas cintas oscuras que rodean su cuello flotando ligeramente. -Wow...- era aterrador, no se podía negar eso.

-¿Que esta...?- Red Son noto entonces al gran mono oscuro, sintiendo su aura peligrosa y notando entonces al pequeño mono que lo miraba fijamente, molesto y con los ojos brillantes. Había un claro mensaje de "Aléjate, ahora" sin necesidad de palabras. Tembló, sintiendo algo familia al ver al pequeño mono pero sin detenerse a pensarlo, temeroso. Tembló pero se apresuró a controlarse, sin querer mostrar miedo. -¡M-Me iré pero volveré para atacarte, niño de los fideos! ¡Sufrirás mi ira!- las llamas lo rodearon a él y a sus robots, todos desapareciendo en cuanto las llamas se extinguieron.

-¿Se fue?- enarco una ceja, confundido. -Pensé que quería pelear...- de volteo a ver a su amiga con curiosidad, quien párpado con sorpresa al darse cuenta que el mono oscuro había desaparecido en un parpadeo. -¿Estas bien?- preguntó al notar lo tiesa que estaba en su lugar.

-Si...- asintió, sin saber que más decir. Su despistado amigo no había visto al mono oscuro y tampoco parecía haber sentido el aura llena de peligro. No sabía si eso era bueno o no. -¡Todo está bien~!- agitó la cabeza y mostró una gran sonrisa, avanzando para entregar al pequeño mono, quien se veía satisfecho y con una sonrisa llena de diversión. -Ahora, vámonos antes de que algún tonto más decida atacar hoy- empezó a caminar, entusiasmada nuevamente.

-Ok...- se encogió de hombros. -¿Listo para divertirte, Macaque?- miró al pequeño con una gran sonrisa emocionada.

-Claro~- asintió con una sonrisa, contento de ver al humano alegre nuevamente.

-¡Genial!- dio un pequeño salto y troto para alcanzar a su amiga, empezando a divagar sobre todos los juegos que podrían gustarle a Macaque, quien simplemente se dejó llevar con tranquilidad. Era demasiado fácil hacer feliz al extraño humano que lo cuidaba.

~Monkie Kid~ 1️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora