~Monkie Kid~ 1️⃣

La Coleccionista #3

Espero que les guste~

Nota: En donde vivo, y por lo que me explicaron, las cámaras de seguridad deben estar a la vista o debe haber algún tipo de aviso de que estas siendo filmado. O por lo menos, eso es lo que entendí xD

Nota-2: Quedo más largo de lo que esperaba :3

Nota-3: ¿Qué creen que van a hacer a continuación?

Mei y Macaque fueron a donde habían encontrado el carrito de entregas solo, buscando algún tipo de pista, algo que pudiera guiarlos hacia su amigo perdido. No parecía haber nada al decir verdad y eso empezaba a molestarlos...hasta que el mono noto algo que llamo su atención.

-Hey...- toco ligeramente el hombro ajeno, llamando la atención de la chica. -...¿eso es lo que creo que es?- señaló hacia un pequeño almacén que en esos momentos estaba cerrado, donde en una de las ventanas se podía notar con mucha dificultad la pequeña cámara puesta entre las hojas de un pequeña planta que estaba allí de adorno, apuntando hacia la calle para su suerte. Tenía una pequeña luz roja encendida, de seguro en señal de que estaba grabando.

-¡Una cámara!- sonrió ella, emocionada ante el descubrimiento. -Sabía que este viejo tenía una cámara en algún momento...- murmuró entre dientes, acercándose al lugar. -¡Hey viejo, necesito ver tu cámara de seguridad obviamente ilegal!- golpeó la puerta.

-¡Vete, niña odiosa!- se escucho una voz desde adentro, sonando gruñón.

-Viejo de...- gruñó, molesta. -Derribare la puerta- era una advertencia, alzando ya su puño firmemente cerrado y con un aura verdosa a su alrededor.

-Puedo hacerte aparecer adentro, ¿sabes?- sonrió el mono, divertido por la extraña escena. A pesar de sus palabras, alzo las manos y retrocedió unos pasos, dispuesto a simplemente ver.

-No hay diversión en eso- bufo y golpeo la puerta, la cual cayó con un fuerte estruendo. -¡Dame los videos de tu cámara, viejo!- entro con un grito de reclamo y Macaque se quedó afuera, escuchando la discusión a gritos, seguido de algunos golpes e insultos, la chica saliendo al poco tiempo con CD en sus manos. -¡Lo tengo~!- sonrió enormemente, orgullosa de su logro.

-¡Largo de mi casa, maldita niña odiosa!- y algo golpeó la nuca de ella pero la chica lo ignoro, dando un pequeño salto, acercándose al mono.

-¿Sabes que, niña dragón?- sonrió él riendo ligeramente. -Me agradas~- le gustaba la actitud ajena, dispuesta a lo que sea para encontrar y salvar a su amigo.

-Awww, gracias. También me agradas, Sombrin~- sonrió con diversión al verlo rodar los ojos, obviamente algo divertido por el repentino apodo.

-Me llamo Macaque- bufo.

-Serás Sombrin por el momento- sonrió, divertida por mala cara ajena. -Vamos Sombrin, hay que volver con los demás para ver esto- y empezó a caminar, ansiosa.

-Tengo una mejor idea- la detuvo y antes de que ella pudiera reaccionar, los hundió a ambos en una sombra para llevarlos más rápidamente a la tienda de fideos, emergiendo y sorprendiendo a los presentes.

-¡Tenemos algo!- chillo Mei, ya corriendo para buscar su mochila y su computadora, sentándose en una de las tantas sillas y poniendo su computadora en la mesa, colocando el CD para ver su contenido.

-¿Que cosa?- Pigsy dejó lo que estaba haciendo para acercarse a ella.

-¿Algo útil?- Tang también se acercó, las manos metidas en sus holgadas mangas, sin querer mostrar como se retorcía los dedos de manera ansiosa.

-¡Lo encontré!- invadieron el especial personal del otro solo para poder ver la pantalla, el cual estaba reproduciendo un video sin color y sin sonido al parecer. Podían MK deteniéndose de golpe por una niña que se paro repentinamente frente al carro de entregas, pudieron verlo bajar y abrazar a la menor que corrió hacia él. El chico estaba viendo a su alrededor, casi frenético, inclinándose para alzar a la pequeña, haciendo aparecer su fiel bastón y luciendo tenso, viendo algo justo frente a él, algo que todavía no estaba frente a la cámara. Lo vieron retroceder un paso, alzando su bastón, y entonces vieron el gran sello bajo los pies de su amigo. Lo vieron retorcerse, intentando escapar, pero sin lograrlo. Lo vieron encogerse lentamente junto a la pequeña niña entre sus brazos y de repente, en lugar de dos humanos, había dos pequeños muñeco que no podían ver muy bien. Alguien más apareció en escena, una niña al parecer, inclinándose para tomar a los muñecos entre sus brazos. Se sobresaltaron cuando ella de repente miró hacia la cámara, una lenta y gran sonrisa dibujándose en su rostro, desviando la vista después de unos segundos y empezando a caminar hasta salir del área que grababa la pequeña cámara.

-Por eso nunca encuentran nada sobre las desapariciones...- murmuró el chef con una mueca.

-Los convierte en muñecos...- el de anteojos hizo una mueca, pensativo y curioso.

-Ho rayos...- todos se voltearon a ver al mono ante aquello.

-¿La conoces?- preguntaron al unísono, casi exigiendo respuestas.

-No...pero reconozco ese efecto de ser convertido en muñeco- hizo una mueca, recordando vagamente algo de hace muchos tiempo atrás.

... ... ... ...

-Se hacia llamar la coleccionista en su época, por lo que recuerdo haber escuchado era una mujer normal que le gustaba juntar mucha basura para mi gusto pero muchos decían que tenía la colección más grande del momento...- habló Macaque cuando todos estuvieron reunidos en el pequeño restaurante, algo incómodo por las miradas fijas en él. -...pero se volvió loca en algún punto-

-¿Qué tan loca?- preguntó Mei con curiosidad.

-Lo suficientemente loca como para hacer un trato con alguien poderoso para obtener poderes para hacer más grande su colección...- aceptó la tasa de té que Sandy le estaba extendiendo con una amable sonrisa en su rostro, dando un sorbo, contento con el dulce sabor. -...se dice que vendió su alma y que, a cambio, se le dio un objeto mágico, uno que utilizó para convertir a la gente en muñecos para agregarlos a su colección- intento recordar todo lo posible. Fue hace mucho y muchos recuerdos viejos estaban algo borrosos en su memoria, no le había dado mucha importancia en su momento. -La gente del pueblo donde vivía estaban molestos por todas la desapariciones y la mataron...- los demás hicieron una mueca ante aquello. -...pero ninguno pudo encontrar el objeto mágico que le había dado sus poderes, ni tampoco pudieron devolver a la normalidad a la gente convertida en aquella época- todos se tensaron ante eso. -Se volvió una historia de fantasmas con los años, contaban que el fantasma de una mujer avariciosa robaba todo lo que podía, pequeñas cosas en su mayoría pero nunca supieron a donde se llevaba todo lo que robaba-

-¿Crees en serio que es la misma?- preguntó Wukong, sin creerlo del todo.

-Creo que una niña cualquiera encontró por mala suerte ese objeto mágico y que la Coleccionista se aprovecho para tomar el control de su mente...- tomó otro sorbo de su té. -...después de todo, los espíritus hacen eso mucho últimamente, ¿no es así?- todos se estremecieron, recordando lo pasado no hace mucho tiempo.

-Odio los fantasmas...- murmuró Mei y todos ellos no pudieron evitar estar de acuerdo.