~Monkie Kid~ 1️⃣

Si te cuento...

Lo siento, no pude evitarlo, escuche tantas veces esa canción que no pude evitar imaginarme a MK y Lady Bone Demon

Espero que les guste~

MK miro fijamente a la niña de cabello negro y sonrisa tranquila que tenía en frente, confundido y nervioso por alguna razón. La niña parecía inocente e inofensiva pero él tenía un mal presentimiento, como si algo una sensación en su interior que le gritaba que debía irse y alejarse de ella lo más pronto posible. La menor hizo una suave seña con la mano, dándole la espalda y empezando a caminar. Si instinto le gritaba y le rogaba que se fuera pero algo la impulso a seguirla, como si ella lo estuviera guiando y él no tuviera más opción. No tardo mucho en estar a su lado, caminando a un ritmo lento por un pasillo extrañamente largo y con las paredes luciendo como el interior de una tubería, yendo a quien sabe donde.

-Si te cuento un secreto, jura lo guardaras...- parecía ser una canción, la voz de la niña resonando ligeramente por el lugar y haciendo que la tonada fuera extrañamente tétrica. -...en tu bolsillo, con candado y a la tumba llevaras- llevo sus dedo índice frente a sus labios, como en señal de secreto, él sin entender a que se refería exactamente. El largo pasillo se agrando, mostrando una gran habitación, iluminada ligeramente por la poca luz. -Si te lo cuento y te lo enseño, se que no lo dirás...- hizo un gesto con su mano, un gran holograma color blanco azulado apareciendo en medio de todo el lugar. Parecía una armadura de gran tamaño, de aspecto peligros y aterrador, con algunos componentes flotando a su alrededor. Sudo en seco al ver que, entre todo eso, podía diferenciar su bastón. -...que dos guardarán secretos...cuando uno muerto está...- MK quería correr, debía correr, pero de repente, había hielo rodeando sus pies, manteniéndolo quieto y fijo en el suelo.

-Esto esta mal...esto esta muy mal...- pensó con pánico, luchando para zafarse de su fría prisión pero sin lograrlo, viendo como el hielo subía de sus pies a sus piernas y subía hasta un poco más arriba de la rodillas. Temía sacar el bastón y que ella se lo arrebatara. Trago en seco, escuchándola tararear el ritmo de la canción, temblando cuando ella se paro frente a él. -Por favor...no diré nada...lo juro- la miro con suplica. Había hablado de un secreto y supuso que no quería que saliera nada de este pequeño lugar.

-¿Y por qué sonríes como si te hubieran dicho?- lo miro fijamente, algunos de sus mechones negros volviéndose lentamente blancos. -Mientes y te ríes, porque juras no decirlo. El secreto ya está dicho. Todo ya esta dicho- él tiembla, el hielo en sus piernas subiendo un poco más. -¿Por qué lo más oscuro que hemos hecho lo decimos?- ella da unas pequeñas vueltas, como si estuviera bailando, sus pequeñas manos sosteniendo suavemente su larga falda para moverla un poco. -Quema el cerebro. Y al infierno nos rendimos. Porque todos los decimos. Todos lo decimos- se detuvo, dándole la espalda, su cabello ya estaba casi completamente blanco. -Si te cuento un secreto, jura lo guardaras. En tu bolsillo, con candado y a la tumba llevaras- MK jade pesadamente, el hielo ha subido ha un ritmo alarmante y ya esta cubriendo su pecho, aun subiendo constantemente. -Si te lo cuento y te lo enseño, sé que no lo dirás...- se dio vuelta para mirarlo, sus ojos ahora de un color rojo profundo, sonriendo ligeramente y con su piel volviéndose rápidamente pálida. MK deja escapar algunas lagrimas de miedo, el hielo cubriéndolo casi por completo pero dejando su cara libre por el momento. Sabe lo que sigue de esa frase y no le guste para nada. -...que dos guardarán el secreto, cuando uno muerto esta- MK alcanza a soltar un sonoro grito que resuena en el lugar, el hielo terminando de cubrirlo por completo, dejándolo tieso y congelado. La niña ríe suevamente y vuelve a mirar su armadura, esta cerca de terminar. Tarareo aquella melodía que había estado cantando, el sonido resonando en el lugar, solo haciendo que la tonada se escuchara tenebrosa.