~Monkie Kid~ 1️⃣

¡Despierta!

Espero que les guste~

Nota: No olviden los pañuelos, es solo una advertencia xD

Nota-2: No lo escribo como shipp pero pueden tomarlo como quieran :3

Nota-3: Me inspire en el video de arriba ^_^

Está en medio de un lugar destrozado por la pelea, con polvo flotando a su alrededor y con grandes cráteres creados por fuertes aterrizajes, un fuerte olor a sangre inundando su sensible nariz. Wukong jadea, arrodillado sobre el piso agrietado, apoyando sus manos en el suelo en el que esta y haciendo un esfuerzo por levantarse, quejándose entre dientes. No puede recordar con quien lucha, ni siquiera la razón, pero sabe que gano pero esta cansado, golpeado y algo herido pero termino, gano, ahora solo necesita descansar.

-¡Te gane, bastardo!- jadeo con una sonrisa, parándose y tambaleándose ligeramente, manteniéndose en pie por pura fuerza de voluntad. La adrenalina esta desapareciendo, dejando más paso al dolor y al cansancio pero todo eso cuando, de reojo y más allá de los escombros, ve una figura tirada en el suelo y siente su corazón detenerse al reconocer la tela amarilla de la campera a pesar de toda la suciedad. -¡MK!- se mueve sin pensar. Un servidor se interpone en su camino, diciendo algo que él realmente no escuchar y no le importa. -¡Apártate!- gruño, dándole un golpe, sin importarle que el servidor haya salido volando hasta chocar con fuerza contra una roca. No presta atención a aquello, sus ojos fijos en su alumno tirado en el suelo, demasiado quieto para ser bueno. -MK...- se tira de rodillas a su lado, tembloroso, su alumno esta sucio y con la ropa rota, golpeado y con cortes por todos lados, su bastón clavado en el suelo no muy lejos. Jadeo, el pecho del menor no se mueve, y cuando roza la mejillas ajena con sus manos, se da cuenta de que esta frio. -No, no, no, no...- eso no puede ser verdad, eso no puede estar sucediendo.

-Vamos Kid, despierta- coloca sus manos sobre el menor, sin tocarlo, solo flotando cerca y se concentra, dejando que el poder dorado ilumine sus manos, esperando que eso active algo en el interior de su alumno y lo haga despertar. -Despierta, despierta- suplica por primera vez en su vida, sintiendo un nudo formándose en su garganta. -¡Despierta!- esta temblando y no le gusta. -¡Hazlo por mi, por favor! ¡Despierta!- hay lagrimas nublando su visión y corriendo por sus mejillas pero no hace nada para detenerlas, sollozando. Su alumno, su sucesor, su...su amigo no se mueve, no respira y sabe, él sabe lo que eso significa. -Por favor...- solloza sin vergüenza, con el corazón destrozado. -...por favor...- baja las manos, las lagrimas saliendo con más fuerza y llora, jadeando. Desliza uno de sus brazos por debajo del cuerpo del menor y lo levanta suavemente, inclinándose, abrazándolo con fuerza. Entierra su rostro en el hombro de MK y llora, aferrándose, sin querer aceptar lo sucedido pero sin poder hacer nada para cambiarlo. -...lo siento...lo siento, MK...lo siento mucho...- un grito resuena por el destrozado lugar, un grito lleno de dolor y tristeza de alguien que acaba de perder a un ser querido.

... ... ... ...

Wukong abre los ojos y se sienta al instante, las imágenes de su pesadilla reproduciéndose en su mente constantemente. Hizo una mueca, limpiando las lagrimas que aun corrían por sus mejillas. Tenia una idea, o más bien necesidad, así que se levanto, cambiando su pijama por ropa más cómoda de lo que usualmente usaba y camino hacia la salida de su pequeña casa mientras se arreglaba el buzo. Salió, subiéndose a su nube, yendo directo a la ciudad y hacia un departamento en particular, convirtiéndose en insecto para pasar por debajo de la puerta-ventana del balcón y volviendo a la normalidad al estar del otro al lado. Se acerco a quien estaba durmiendo en la cama, mirándolo. Su estudiante se veía bien, podía escucharlo roncar y ver su pecho moverse con cada respiración, eso trajo algo de tranquilidad a su interior. Su cola se movió, su cuerpo tensándose cuando algo cayo e hizo un fuerte ruido, sobresaltando al mortal

-¡Estoy despierto!- MK se sentó de repente, forzándose a abrir los ojos. -...estoy despierto...- bostezo, parpadeando rápidamente, intentando que su vista se ajustara. Miro a su alrededor, soltando un grito al ver una figura al lado, cayendo de su cama en el proceso. Tanteo con manos torpes hasta que encontró lo que buscaba, la habitación siendo ligeramente iluminada por la luz del velador de la mesa de luz. -Mi cabeza...- se quejo, arrodillado en el piso y apoyando sus manos en su cama, mirando entonces a quien lo había asustado, reconociéndolo sin mucha dificultad. -¿Monkie King?- se sorprendió de verlo allí, vistiendo diferente y con las manos metidas en el bolsillo de su buzo.

-¿Estas bien?- pregunto con la voz ronca, una pequeña sonrisa dibujándose en su rostro ante la escena.

-Si...- se levanto, confundido. -¿Que haces aquí, Monkie King?- se levanto, viendo al mayor con preocupación. Se veía cansado al decir verdad, con los ojos algo irritados y el pelaje despeinado, por no mencionar el aura de tristeza que lo rodeaba. -¿Estas bien?- se animo a preguntar, dudoso. -¿Tuviste una pesadilla?- y por la forma en la que el mono desvió la mirada, eso fue respuesta suficiente. MK hizo una pequeña mueca, no sabía como ayudarlo pero estaba dispuesto a intentarlo. -¿Quieres un abrazo?- ofreció sin pensar, abriendo los brazos. Wukong lo vio fijamente y justo cuando MK estaba por bajar los brazos, el mono se acerco y lo abrazo, rodeándolo con fuerza. -Ho...- el menor parpadeo, sorprendido por el fuerte agarre a su alrededor pero no dudo en devolver el gesto. 

-Estas bien...- el mono tarareo, hundiendo su rostro en el hombro ajeno, una inmenso alivio inundándolo de repente y se decidió a no dejar ir a su alumno por el momento.

-¡O-Oye!- chillo al ser repentinamente empujado a la cama, sin poder hacer nada mientras su maestro usaba su cola para levantar las sabanas y taparlos a ambos, todo eso sin soltarlo. Se acomodaron, con Wukong abrazando a MK contra su pecho y con este acurrucándose, aceptando su destino. -Tengo que trabajar en la mañana...- murmuro, adormilado, sintiendo la mano ajena acariciando su nuca suavemente.

-Yo me encargare de Pigsy, tu duerme- porque se negaba a dejar a su alumno fuera de su vista, en especial después de esa pesadillas. El chico tarareo un acuerdo y fue rápido en dormirse, Wukong no tardando mucho en seguirlo.