~Monkie Kid~ 1️⃣

Muñeco Poseído #6

Espero que les guste~

Nota: ¿Alguna idea?

Volver a la casa de la pareja fue un viaje silencioso e incomodo, Mei y MK tomados de la mano, negándose a mirar a ninguno de los adultos, sintiendo su molestia. Entraron a la casa sin necesidad de ninguna palabra y se sentaron juntos en un sillón, sabiendo lo que se avecinaba.

-¡¿Cómo se les ocurrió hacer algo tan estúpido?!- Pigsy fue el primero en explotar, mirando al par con el ceño fruncido y la cara roja por el enojo. -Se que ustedes dos son temerarios pero...¡esto es demasiado!- Tang se acerco a una mesa, dejando la pequeña maseta con la flor rojiza sobre esta, con Macaque todavía entre sus manos.

-Lo sentimos...- murmuraron ambos con la mirada baja. -...solo queríamos ayudar- porque esa la verdad, ambos le tenían cariño a Macaque, quien les contaba historias ridículas sobre Sun Wukong y los cuidaba de todo lo que pudiera, solo querían ayudar a que fuera libre. El demonio cerdo los miro, dejando escapar un largo suspiro ante el rostro lleno de pena del par, sintiendo su corazón estremeciéndose ligeramente.

-Se que quieren ayudar, niños...- se inclino, apoyando sus manos en los hombros ajenos, ellos levantado la vista para mirarlo. Él hizo una pequeña mueca, estaban llorando silenciosamente. -...pero eso no es importante cuando se ponen en peligro a ustedes mismo- limpio algunas lagrimas con las manos, ellos apoyándose en su toque.

-Tienen que entender que los querernos y que hayan decidido a enfrentarse a esa cosa por si solos fue...aterrador, temíamos que hubiéramos llegado muy tarde para ayudarlos- Tang dejo suevamente al muñeco junto a la planta, acercándose a los menores.

-Lo sentimos...- repitieron, apenados. No había arrepentimiento por haber ido a buscar la flor pero si estaban arrepentidos de haberlos asustado.

-Lo sé...- asintió, tranquilo, acomodando sus anteojos. -...pero están castigados por dos meses-

-¡¿Qué?!- lo miraron con los ojos bien abiertos.

-¡Noooooo!- él se recostó contra contra el respaldo del sillón de manera dramática.

-¡No es justo!- ella hizo un puchero.

-¿Quieren dos meses más?- enarco una ceja, divertido al verlos cerrar la boca y desviar la vista. -Eso pensé- suspiro y miro la flor rojiza, pensativo.

-¿Podemos ayudar a Macaque?- MK se animo a preguntar con timidez, esperanzado. Los adultos se miraron entre ellos, teniendo una conversación privada sin necesidad de palabras.

-Hare el té- bufo el chef, tomando la maseta y yendo directamente a la cocina, los menores suspirando de alivio ante eso, su tonteria no había sido en vano al parecer. Se quedaron quietos en su lugar, solo levantándose cuando el mayor volvió al poco tiempo con una tasa humeante entre las manos, el liquido de un color rojo profundo.

-Pregunta...- Mei levanto la mano, curiosa. -...¿Cómo va a tomar eso si es un muñeco?- señalo con confusión.

-Nada en el libro dice que deba tomarlo- Pigsy sonrió con maldad, levantando la tasa sobre el muñeco y dándole la vuelta, todo el liquido rojizo cayendo sobre el peluche. El efecto fue casi instantáneo y con una pequeña nube de humo rojo, en lugar del peluche había un mono de tamaño real sentado sobre la mesa, mojado y con mala cara.

-¡Maldito cerdo!- gruño con el ceño fruncido, mirando al responsable de su mojado pelaje. -¡Eres un bastardo, eso estaba hirviendo!- se sacudió bruscamente, el demonio cerdo reclamando y el humano simplemente dejando escapar un suspiro ante la escena. Se bajo de un salto de la mesa, pasando sus manos por su pelaje, haciendo una ligera mueca. -Huelo a jardín...- bufo, estirándose, moviendo su cola de un lado al otro. -Libertad- suspiro de alivio al poder moverse por su cuenta, había pasado mucho tiempo desde que había podido hacerlo. Movió ligeramente las orejas, asegurándose de tener las extras escondidas con sus poderes, y entonces levanto la vista, fijando sus ojos en el par que lo miraba fijamente, asombrados y encantados. -Hey, pequeños monstruos~- abrió los brazos con una sonrisa, sabiendo lo que pasaría.

-¡Macaque!- ambos chillaron, corriendo para abrazarlo con fuerza, felices de verlo realmente por primera vez. Macaque se inclino para recibirlos, rodeándolos con sus brazos, pudiendo abrazarlo por primera vez desde que los conocía.

-También es bueno verlos...- les dio un apretón, aliviado de verlos bien. -...pero aun están en problemas- el par se quejo peor no lo soltaron, abrazándolo con más fuerza, aliviados. Su locura había salido mejor de lo esperado.