Gran Mono

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Me super inspire xD

Espero que les guste~

Nota: Vi algo de esto en un comic y no pude evitarlo ^_^

MK estaba en pánico, con la espalda contra una pared, sostenido lejos del suelo por una gran pata que aplasta su pecho, siendo nada menos que Spider Queen quien había decidido capturarlos. Puede ver como mueve los labios, su gran sonrisa delatando que se estaba regodeando, pero solo algunas palabras escucha, un zumbido resonando en sus oídos. Todo suena ahogado, los gritos, las peleas, incluso su propia respiración y el palpitar de su corazón. Suena lejano, como estuviera hundido en el agua pero sus ojos se mueven, atentos aun, y más allá de la gran araña puede ver a sus secuaces, arrastrando a sus amigos por el suelo, los tres con grandes y malvadas sonrisa en sus rostro. No puede pensar con claridad, sus amigos están en problemas, esa gente que considera familia esta en problemas y él no puede hacer nada porque esta congelado del miedo, ese tonto miedo a las arañas que lo ha perseguido toda su vida. Gruño, mostrando los dientes, demasiado distraído en su enojo para notar que repentinamente le están creciendo colmillos.

Algo en su interior se estremece con fuerza, se quiebra y de golpe, se rompe en miles de pedazos. Puede sentir una ola de poder puro y agobiante llenándolo, esparciéndose por su cuerpo y más allá. Apenas es consiente mientras algo más fuerte toma el control total y no sabe si es bueno o no pero espera que sus amigos estén a salvo.

Mientras tanto, los amigos de MK ven con asombro puro como su amigo se eleva, todos estremeciéndose al sentir la intensidad del poder ajeno y notando con cierta curiosidad como aquel poder parece rodear al niño, ocultándolo de sus vistas. Toma forma a medida que se agranda y parece ser un mono gigante, completamente dorado y con una bandana alrededor de su cabeza muy familiar, de ojos brillantes y blancos. Ataca ciegamente, gruñendo con enojo, y las arañas, asustadas, no dudan en huir, apenas lográndolo. Todo queda en silencio, excepto por los ligeros gruñidos del mono dorado.

-Eso...fue...¡genial~!- sonrió Mei enormemente, logrando liberarse. Fue rápida en liberar a Pigsy, Tang y Sandy, alejándose apenas estuvieron libres de las telarañas para correr hacia su gran amigo. -¡Eso fue increíble, MK!- chillo con emoción, llamando la atención del mono, que se volteo a verla. -¡Y te vez super aterrador! ¿Desde cuando...?- se callo al sentir unas manos agarrarla y alejarla, viendo con asombro el gran puño que se estampo en el suelo...justo donde antes estaba parada. MK apoya las manos en el suelo y les ruge, todo a su alrededor temblando. Mei se aferra a Sandy, quien la tenía en brazos y estaba corriendo de vuelta con los demás, todos lanzándose tras la piedra más grande que había a la vista para esconderse. -¿MK?- mira con tristeza y preocupación a su amigo, quien esta gruñendo entre dientes durante unos segundos antes de simplemente sentarse, dándoles la espalda.

-¿Que fue lo que paso?- Sandy suena confundido, abrazando a la chica, queriendo comodidad y sin querer que ella corriera al peligro.

-N-No lo sé- negó Tango, tembloroso y asustado. -¿Qué hacemos?- hizo en voz alta la pregunta que todos tenían en sus mentes.

-Tenemos que llamar al mono- gruño Pigsy, ganándose una mirada de sus amigos. Era la mejor idea que podían tener, el dios mono podía encargarse del gran problema pero no tenían ni idea de como contactarlo sin MK. Mei se tanteo los bolsillos, algo molestar por no saber como ayudar, cuando sintió algo. Lo saco y sonrío enormemente.

-¡Tengo el teléfono de MK!- mostro, desbloqueándolo sin mucho problema y buscando el nombre del mono. En serio esperaba que el pudiera hacer algo.

... ... ... ...

Sun Wukong va ante la llamada más que nada por tono de pánico en las voces ajenas y cuando llega al lugar, queda boquiabierto, sorprendido de ver un gran mono dorado allí, sentado y mirando a su alrededor, su larga y gran cola moviéndose lentamente. Nota a los demás escondidos después de mirar a su alrededor y se acerco a ellos silenciosamente, sin llamar la atención del gran mono.

-Al fin- suspiro Mei al verlo.

-¿Qué fue lo que paso?- pregunto con curiosidad.

-No lo sé, esa cosa solo...apareció- Tang juega ligeramente con sus manos, ansioso y algo nervioso.

-¿Puedes ayudarlo?- Pigsy se cruza de brazos, mirando al mono con el ceño fruncido. Sun Wukong no responde y simplemente avanza, saliendo del escondite y yendo hacia el gran mono. Mantiene una expresión seria mientras camina y no lo demuestra pero esta preocupado por su alumno. Esa forma, esa cantidad de poder, es mucho para un cuerpo mortal y mientras más tiempo este así, peor puede terminar.

-¡Hey, MK!- llamo, el gran mono dorado volteándose al instante y gruñendo como advertencia, ligeramente agazapado y con la cola en alto pero el dios se mantuvo firme. -Hey chico, debes estar muy asustado y confundido ahora mismo...- avanzo y extendió una de sus manos, mostrando una suave sonrisa. La expresión amenazante del grandote se suaviza y se inclina, oliendo ligeramente el aire antes de acercarse un poco más, apoyado por completo en el suelo y el mono aprovecha eso para apoyar su mano suavemente contra el rostro ajeno, sintiendo el poder que emana del gran cuerpo. -...pero tienes que volver a la normalidad, tu cuerpo no aguantara tanto poder en tanto tiempo- el grandote solo parpadeo un par de veces. -Vamos, solo debes respirar profundo y relajarte todo lo que puedas- el grandote esta vez bufa, el mono haciendo una mueca ante eso. Le bufo encima. -Niño descarado, no le bufes a tu maestro- lo reprende en tono de broma, sonriendo ligeramente al ver la sonrisa en el rostro del mono dorado. Es un proceso lento, demasiado para su gusto, pero en algún momento, el gran mono desparece y deja solo a MK, flotando lejos del alcance del dios, con una expresión casi salvaje en su rostro y los ojos aun brillando en dorado. Debe estar tenso por el lugar en donde están.

-Monkie...King...- jadea, con la voz algo rota.

-Lo sé, lo sé, no es un lindo lugar pero te sacare de aquí- extendió los brazos, sonriendo. Esta más tranquilo ahora que su alumno esta de vuelta pero aun hay mucho poder en ese pequeño cuerpo. -Apuesto que una siesta suena muy bien ahora mismo, ¿no?- la expresión de MK se relaja un poco y desciende ligeramente. -Vamos chico, te llevare a casa y dormirás un poco...- agarro las manos ajenas apenas estuvo cerca, dándole un suave y tranquilizador apretón. -...incluso te dejare dormir en mi nube, ¿Qué te parece?- y al fin, los pies el menor tocan el suelo, y en un parpadeo, el brillo dorado desaparece. MK se tambalea, cansado, pero se aferra ligeramente a las manos que aun sostienen las suyas. -¿Listo para irte?- pregunto con suavidad, recibiendo un somnoliento asentimiento. -Muy bien, ven aquí- el niño debe estar en serio muy cansado porque ni siquiera se queja cuando Sun Wukong lo alza, acunándolo contra su pecho y viendo con cierta diversión como el menor se apoya en su hombro, luchando contra las ganas de dormir. Esta agotado y se sentirá así por unos días pero no es nada que mucho descanso y comida no puedan arreglar. -Duerme, te protegeré- asegura sin dudar y eso es todo lo que se necesita para que MK cierre los ojos, quedando inconsciente casi al instante.

~Monkie Kid~ 1️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora