Espero que les guste~
Nota: Finjan que Tang sabía de sus poderes desde mucho antes ^_^
Tang tarareo para si mismo, moviéndose por el pasillo, aprovechando que MK estaba con Mei jugando para intentar organizar un poco su casa. Alzó la vista al ver moverse algo de reojo, tieso ante la sombra tan familiar que se proyectaba en la pared frente a la puerta de su hijo y que se movía frenéticamente, agitando los brazos. Se acercó y se paro en el marco de la puerta, viendo dentro de la habitación desordenada de su pequeño, sus ojos fijos en quien estaba sobre la cama.
-¿Macaque?- entró, anonadado. Habían intentado durante meses que MK dejara al muñeco de mono sólo por un rato pero él siempre se lo llevaba a todos lados pero ahora, justo en ese momento, allí estaba el muñeco, dejado sobre la cama y con su sombra que se proyectaba en la pared haciendo señas. Sintió su corazón detenerse por un segundo, un horrible presentimiento golpeándolo de repente. Se lanzó antes de pensarlo y apenas sus dedos al muñeco, la voz ajena resonó en su cabeza, gritando e insultando. -Macaque, ¿Dónde está MK?- preguntó con pánico.
-¡Se fue al maldito bosque!- gruñó, enojado, solo queriendo tener su cuerpo para golpear a ese niño tonto. -¡Fue a buscar la flor rompe-maldiciones!- Tang jadeo, asustado al pensar en su pequeño en el bosque, enfrentándose a una bestia que pocos sobrevivían. Se levantó, aunando con manos tensas y temblorosas al muñeco que insultando.
-¡Pigsy!- salió corriendo, buscando a su pareja con toda la intención de salir a buscar a su pequeño. Por todos los cielos, ese niño estaba en muchos problemas.
... ... ... ...
Mientras tanto, MK y Mei caminaron por el bosque. Tuvieron que detenerse y bajar de la bici cuando se volvió muy difícil para ella esquivar tantos árboles, así que ahora estaban a pie. Miraron a su alrededor, sin saber exactamente a dónde ir y simplemente esperando tener suerte o alguna señal que los guiará. Se adentraron más en el bosque, teniendo que sacar linternas en algún momento, la frondosa arboleda bloqueando el sol y dejándolos a oscuras. Su señal llegó en forma de un gruñido que resonó, asustándolos. Se escondieron en unos arbustos, apenas asomándose para ver el origen del ruido.
-¿Eso es...?- vieron con sorpresa a la criatura, grande y pelaje negro, muy parecido a un oso, mirando a su alrededor con sus ojos rojos que parecían brillar entre toda la oscuridad, sentado justo frente a la entrada de lo que se veía como una cueva.
-¿Tu crees que ahí este...?- MK señalo a cueva, pensativo.
-Decía que crecía en lugares oscuros, así que puede ser- asintió Mei, luciendo decidida de repente. -Puedo distraerlo mientras tu entrar y buscas la flor-
-Mei-Mei...- la miro con preocupación, sin gustarle las palabras ajenas.
-Estaré bien, estoy protegida- sonrío, sus ojos empezando a brillar en color verde y MK solo pudo tragar en seco al verla, asombrado. Sabía que su amiga tenía poderes, que estaba en entrenamiento y sabía defenderse pero era la primera vez que él veía que invocaba sus poderes con intensión.
-¿Estas segura?- hizo una pequeña mueca, dejarla sola con esa cosa era lo que menor quería. Ella asintió y se lanzo con un grito de batalla, la criatura parándose en dos patas para dejar escapar un fuerte y estridente gruñido, lanzando una zarpazo que ella esquivo. MK se aprovecho de la distracción y corrió hacia la cueva, alumbrando su camino con su linterna, decidido a ignorar los huesos que podía ver y estaba pisando sin querer. -¿Donde esta? ¿Dónde esta? ¿Dónde esta?- jadeo, mirando a su alrededor, apurado al escuchar los gruñidos y gritos de su amiga. Y entonces, lo vio, de un color rojo que parecía fosforescente por la manera en la que resaltaba entre la oscuridad y tal como se veía en el libro. Se acerco rápidamente, arrodillándose mientras se sacaba la mochila, sosteniendo su linterna con los dientes con dificultad. Saco una pequeña pala que había traído y la clavo en el suelo, usando toda su fuerza para clavarla lo más profundo posible. Costo y termino teniendo que usar sus manos pero logro sacar la flor desde la raíz, colocando todo eso en una pequeña maceta que también se había traído de su casa, metiendo todo dentro de su mochila. Tenia la cura, tenia la manera de ayudar y romper la maldición. Se coloco su mochila en la espalda mientras corría todo el camino de vuelta, agarrando su linterna apenas tuvo las manos libres, saliendo de la cueva justo para ver a la gran criatura sobre su amiga tirada en el suelo. -¡Mei!- corrió sin pensar, usando toda su fuerza para golpear el costado de aquella cosa, logrando de alguna manera empujarlo.
-¡MK!- ella sonrío al verlo, levantándose rápidamente. Se veía sucia, con la ropa algo rota y el cabello despeinado pero mantenía su sonrisa enorme en su rostro. -¿La tienes?- pregunto con emoción.
-¡La tengo!- asintió rápidamente. Chocaron los cinco como celebración y levantaron la vista ante el fuerte gruñido, viendo casi en cámara lenta aquella cosa lanzarse sobre ellos, con las patas en frente y las garras visibles pero antes de que siquiera pudiera tocarlos, un destello dorado lo impidió, empujando a aquella cosa para chocar con fuerza contra un árbol, quedándose quieto por el momento. Se votaron, sintiendo alivio y miedo al ver quien estaba allí.
-Aléjate de ellos- gruño Tang, sus ojos tras sus gafas dejando de brillar lentamente.
-¿Estas bien?- Pigsy se acerco rápidamente, linterna en una mano y un muñeco de mono muy familiar, mirando a su compañero con preocupación.
-Si, estoy bien- asintió, sus ojos mirando al pequeño par, quienes se sobresaltaron y se abrazaron entre ellos. -Ustedes dos...- gruño y ellos tragaron en seco, temerosos. Estaban en muchos problemas.
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~Monkie Kid~ 1️⃣
Fanfiction¡Libro cerrado! Si algo se me ocurre, aquí lo publicare ^_^ Nota: La imagen de portada no me pertenece, la encontré en Pinterest. Derechos a su respectivo creador Nota-2: Aceptó ideas~ Nota-3: Cuidado, hay Spoiler :3 Nota-4: No escribo shipp por el...