~Monkie Kid~ 1️⃣

Otra Dimensión #2

Segunda parte solo porque puedo xD

Espero que les guste~

Nota: No es shipp pero pueden tomarlo como quieran ^_^

Llegaron a la tienda de fideos rápidamente y en cuanto entro, MK no pudo evitar todo a su alrededor con pura curiosidad. El lugar se veía mucho más decorado que el de su mundo, con las paredes pintadas de colores suaves, con algunos dibujos de platos con fideos y cuadros como decoración. Era extraño pero se veía bien.

-¡Ya volví!- hablo Queen, aprovechando que no había clientes. -¡Y traje compañía!-

-¡¿Qué rayos quieres decir con "compañía"?!- y alguien se acerco con pasos pesados, los ojos del niño abriéndose al verla. Era un demonio con apariencia de cerco, bajita, con una camisa blanca con las mangas arremangadas y pantalones negros, agitando entre sus manos un delantal color rosa claro. Tenia el ceño fruncido, rasgos finos y pestañas largas. No era difícil saber la otra versión de quien era.

-¡¿Pigsy?!- pensó con gran sorpresa, aunque podía notar cierto parecido gracias a ese ceño fruncido.

-¡Ta-da!- la mona empujó al par hacia el frente, llamando la atención ajena, mostrando una gran sonrisa. -¡Son visitantes de otra dimensión~!-

-Ho rayos...ahora hay otro...- gruño la dueño del lugar, luciendo cansada de repente, notando al mono que mostraba una sonrisa divertida. -¿Sabes que? No voy a lidiar con esto hoy, me retiro por hoy- dejo su delantal en la mesada y se alejo con las manos en alto. -¡MK, mas te vale que bajes, no voy a lidiar con tu maestra hoy!- la escucharon gritar.

-¡Ya voy!- y los pasos rápidos se escucharon, alguien acercándose rápidamente. Era una chica de cabello castaño corto y con las puntas ligeramente elevadas, con su cinta roja rodeando su cabeza y con el mechón característico de MK colgando ligeramente frente a sus ojos, vistiendo unos shorts rojos y zapatillas negras, con una remera blanca con las palabras "¡Soy increíble!" en letras coloridas en la parte de enfrente, junto a una campera roja con detalles en amarillo. -¡Monkie Queen! Te estaba esperando, ¿por qué...tardaste...?- sus palabras murieron al ver quienes estaban parados junto a la mayor, abriendo al boca con asombro.

-Hey~- sonrío Monkie King ante la mirada estupefacta de la chica, el parecido era obvio y casi impresionante.

-Hey...- saludo, sin salir de su sorpresa, sus ojos fijándose en su versión masculina. Los menores se miraron fijamente, analizándose con las miradas, ninguno de los dos creyendo del todo lo que estaba frente a sus ojos.

-¡Eres yo!/¡Eres yo!- dijeron al mismo tiempo, ambos con grandes sonrisa. -¡Soy tu!/¡Soy tu!- rieron ante aquello.

-¡Te ves increíble!- chillo ella con absoluto encanto, rodeando al chico y sintiendo su emoción aumentar al notar el logo de mono en la espalda ajena. -¡Adoro tu campera!-

-¡Tu te ves genial!- sonrió el, luciendo igual de encantado que ella. -¡Yo adoro tu remera!- y empezaron a hablar con entusiasmo entre ellos, comparando sus mundos.

-No importa que versión sea...- sonrió Queen con cariño al verlos.

-...MK siempre es entusiasta- sonrió King al verlos, divertido.

-¡Mis bebes!- se acercó para abrazar al par, quienes rieron ligeramente ante el repentino cariño pero devolviendo el gesto rápidamente. -¡Mis adorables bebes!- chillo con cariño, restregando su rostro contra las frentes ajenas, ellos riendo por las cosquillas.

-¡Monkie Queen!/¡Monkie Queen!- reclamaron entre risas.

-Muy bien, muy bien...- el mono se acercó, logrando alejar al chico de su versión femenina, atrayéndolo a su costado y mostrando una sonrisa tranquila. No está celoso, para nada. -...ahora...- la miro fijamente, ella devolviéndole la mirada, casi como si estuvieran luchando con solo mirarse. -...¿Tus contactos, querida?-

-Por supuesto~- sonrió, divertida ante la pequeña muestra de celos. Eso demostraba que tenía razón, sin importar que versión fuera, siempre cuidaba a su alumno. -Volveré, pequeña MK- dejó un rápido beso en la frente de su alumno, quien sintió y le dio un rápido abrazo antes de soltarla. -Vamos otro yo, guiaré el camino- tarareo.

-Bien- asintió, agarrando los hombros de su alumno y mirándolo a los ojos. -Quédate aquí hasta que yo vuelva, Kid. No vayas a ningún lado- ordenó con seriedad. Se negó a decirlo en voz alta pero estaba preocupado, alguien los había enviado allí por alguna razón y esa razón no podía ser nada bueno.

-¡Si, Monkie King!- asintió rápidamente.

-Mas te vale- sonrió a pesar del mal presentimiento, alzando sus manos para posarlas sobre el cabello ajeno, revolviendo los mechones castaños y sonriendo ante la risa del chico. -No te vayas de aquí- le recordó.

-No lo haré- asintió, arreglando su cabello mientras veía al mono acercarse a la puerta. Se sobresalto cuando Queen se le acercó de repente, parpadeando con sorpresa cuando ella se inclino para dejar un beso rápido y cariñoso en su frente. MK no pudo evitar mirarla con asombro, no se esperaba eso.

-Adiós~- el par de monos salieron, dispuestos a buscar algunas respuestas.

-Tu maestra es muy...cariñosa- comentó él apenas estuvieron solos. Lo había notado desde el momento en el que ella lo alzó y lo abrazo, era cariñosa y sorprendentemente dulce al parecer, mucho más que su propio maestro en su opinión.

-Si, lo es...- sonrió, sin comentar sobre el maestro ajeno. Aún era preocupado y cariñoso, visiblemente protector, pero parecía ponerse un límite a sí mismo. Lo reconocía porque lo había visto en su propia maestra. -...pero no siempre fue así-

-¿En serio?- la miró con sorpresa y curiosidad. -¿Por qué cambió?- ladeo ligeramente la cabeza.

-Por un secuestro- se encogió de hombros, dirigiéndose a las escaleras para subir a su departamento, haciendo un gesto para que él la siguiera. Se acomodaron allí, cada quien con un vaso de jugo entre sus manos y con galletas en medio de ellos para compartir.

-Me secuestran mucho- tomó un sorbo de su jugo, aún confundido y curioso. No podía imaginar cómo un secuestro en particular pudiera hacer cambiar a su maestro de esa forma.

-A mi también...- asintió ella. -...pero ese secuestro fue...malo...muy, muy malo- hizo una mueca, recordando de seguro lo sucedido y la curiosidad en el chico solo aumentó ante aquello, lo que ella noto. -Fue hace unos meses atrás...- y empezó a contar lo sucedido, él escuchando atentamente.