Espero que les guste~
Nota: Esto es mucho antes de que MK obtuviera el bastón y se convirtiera en el sucesor
Red Son amaba a su madre con todo su corazón, era quien lo había criado y cuidado durante toda su vida, quien lo había abrazado y había sanado sus heridas, quien le dio tranquilidad cuando sentía que sus poderes se descontrolaban. La amaba pero a veces...solo necesitaba estar un rato lejos de ella. Sabía que ella extrañaba a su padre, era difícil no darse cuenta, volviéndose tan melancólica en ciertos días que él ya no podía soportarlo. Estaba ideando y planeando en la privacidad de su laboratorio, intentando encontrar la menara de levantar aquel odioso bastón para que su padre fuera libre y su madre estuviera feliz pero aun no había encontrado nada que funcionara y a pesar de que ella le sonreír cada vez, él podía notar la tristeza brillando en sus ojos por su fallo. Le rompía el corazón y entonces, solo se alejaba, intentando que un nuevo plan se le ocurriera y sintiéndose frustrado cuando nada bueno se le venia a la mente. Pensó que salir un poco ayudaría.
Así que aprovechando su apariencia, fue a la ciudad y recorrió el lugar, con las manos en los bolsillos y mirada desinteresada, solo haciendo tiempo antes de tener que volver a su casa. Los humanos eran ruidosos y torpes, muchos de los que pasaban por su lado empujándolo o tropezando con sus propios pies. Había muchos aromas mezclados, las voces y los sonidos de los autos resonando un poco, por no decir que no había nada que llamara su atención o le diera algún tipo de inspiración.
Suspiro con algo de frustración y justo cuando pensó que volver era lo mejor que podía hacer por el momento, lo atropellaron. Literalmente lo atropellaron. Fue repentino, doloroso también, dejándolo tirado en el suelo y con unas ganas de golpearse a si mismo por no estar prestando más atención.
-Maldita sea.... gruño entre dientes, levantándose rápidamente, sacudiendo su ropa. Su orgullo estaba herido por su tonta distracción. Se volteo con toda la intención de gritar al imbécil que se había atrevido a atropellarlo, notando que el carrito era pequeño y con el logo de algún lugar que no reconocía, cuando el conductor se bajo.
-¡Oh por todos los cielos, lo siento mucho!- el conductor se acerco rápidamente, luciendo frenético y preocupado. Parecía ser un simple humano cualquiera, con el cabello castaño oscuro peinado hacia arriba y con una bandana roja rodeando su cabeza, vistiendo lo que estaba seguro era un uniforme de algún tipo. -¡Lo siento, lo siento, lo siento! ¿Estas bien?- pregunto, viéndolo fijamente, al parecer buscando algún tipo de herida o quien sabe.
-¡Me atropellaste, miserable humano!- estaba molesto, eso era obvio, su cabello volviéndose fuego si su consentimiento.
-¡Fue un accidente, no te vi!- estaba mirando su teléfono pero eso no era algo que fuera a confesar, mucho menos después de lo que había ocasionado. Jugo con sus manos, nervioso y ansioso, había cometido un error y no tenía ni idea de como disculparse con el extraño. -¿P-Puedo hacer algo...para compensarlo?- murmuro ante las llamas en el cabello ajeno, algo temeroso y asombrado al mismo tiempo. Red Son abrió la boca, dispuesto a decir algo como "morir" pero su estomago se adelanto, rugiendo sonoramente. El pelirrojo se sonrojo cuando su estomago lo traiciono pero fue rápido en aclararse la garganta, su cabello volviendo a la normalidad rápidamente.
-Comida- fue todo lo que dijo, los ojos del chico abriéndose ante eso.
-Claro~- fue rápido en decir. -¿Algo en especial?- pregunto con curiosidad.
-...picante- murmuro después de unos segundos.
-Genial, conozco un gran lugar por aquí cerca- sonrío enormemente. -Soy MK- extendió su mano hacia el pelirrojo, quien solo lo miro de reojo por un rato antes de dejar escapar un largo y pesado suspiro, su madre le había enseñado a ser educado.
-Red Son- acepto de mala gana el apretón de manos, solo para gritar cuando de repente el humano tuvo el descaro de aprovechar el agarre y empezar a arrastrarlo, moviéndose ágilmente entre las personas.
No mucho después, se encontraban en un pequeño local de comida, sentados en un silencio incomodo solo roto cuando sus ordenes fueron dejados frente a ellos. El demonio probo la comida, satisfecho por el momento, no era tan picante como le gustaría pero era mejor de lo que esperaba viniendo de un lugar manejado por humanos. Levanto la vista al escuchar una queja, observando con diversión la mueca en rostro del castaño.
-Esto pica...- se quejo con las mejillas rojas y ojos llorosos, aunque volvió a comer lo que tenía. -...pero es tan rico~- el pelirrojo anarco una ceja, ligeramente divertido, ese humano era muy raro. Terminaron, Red Son decidiendo pedir un segundo plato por hambre y por querer que ese humano pagara por atropellarlo, mientras que MK saco un cuaderno de entre sus cosas y empezó a dibujar, sin quejarse. El pelirrojo comió, aunque su mente estaba lejos, pensando en su madre y sus inventos, frustrado porque lo que había construido hasta el momento no funcionaba y molesto porque no tenía ninguna idea nueva. Gruño, tragando lo que estaba comiendo, sin notar como los bordes de su cabello ondean ligeramente, amenazando con volverse llamas en poco tiempo. MK lo miro, dudando, mordiéndose el labio inferior. Puede ver la molestia ajena, su tensión, hasta podía jurar que podía sentir su frustración. -Oye...- decidió llamar, logrando que el demonio alzara la vista para mirarlo. -...¿estas bien?-
-No te interesa, humano- esta molesto, así que no puede evitar la respuesta brusca y casi grosera.
-Muy bien...- MK juega ligeramente con el lápiz de color que estaba utilizando, pensativo. No quiere incomodar al demonio, no después de haberlo atropellado por no estar mirando el camino pero tampoco quiere dejarlo así, molesto y enojado. Decide terminar rápidamente su dibujo, sobresaltándose cuando su teléfono suena, sudando al ver el nombre de "Pigsy" en la pantalla. -Ho cielos...- va estar en muchos problemas cuando su jefe se entere de lo que paso. -¡M-Me tengo que ir!- arranca suavemente la hoja de su cuaderno, dejándolo sobre la mesa con el dibujo hacia abajo, juntando con manos torpes y apuradas sus cosas. -¡Adiós y lo siento!- se levanta, paga y sale corriendo, en pánico, ya sintiendo el largo discurso sobre responsabilidad que iba a recibir. Red Son solo lo mira irse, terminando su comida, sus ojos moviéndose al papel dejado sobre la mesa. Lo agarra por pura curiosidad y lo voltea, sus ojos agrandándose con sorpresa.
-¿He?- es un dibujo de él, con las manos en la cintura y una sonrisa triunfante en su rostro, con las palabras "¡Puedes hacer lo que sea!" hecho con letras grandes. Siente que algo en su interior se remueve ligeramente ante esa frase, no se la dicen muy seguido. Guarda el dibujo entre su ropa y se levanta, decidiendo que ya debe ir a casa, siendo recibido por un suave abrazo de parte de su madre. Se dirige a su taller, colocando aquel dibujo en un portarretrato que tiene vacío entre sus cosas y colocándolo en la mesa por alguna razón que no entendía. Miro las palabras allí escrito, respiro profundo y, sacándose su abrigo favorito, se dispone a seguir con sus inventos. Se siente extrañamente motivado de la nada y va aprovechar eso. Él puede hacerlo.
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~Monkie Kid~ 1️⃣
Fanfic¡Libro cerrado! Si algo se me ocurre, aquí lo publicare ^_^ Nota: La imagen de portada no me pertenece, la encontré en Pinterest. Derechos a su respectivo creador Nota-2: Aceptó ideas~ Nota-3: Cuidado, hay Spoiler :3 Nota-4: No escribo shipp por el...