Espero que les guste~
MK miro con preocupación a su maestro, apenas asomándose por la puerta de la habitación donde este se había encerrado. Se había comportado diferente desde que lo habían liberado de LBD, retraído y casi asustado, manteniéndose alejado de todos, encerrado en una habitación solo saliendo para ir al baño, sin comer siquiera lo que le dejaban a la mano. Era extraño, chocante ver al usual alegre y siempre sonriente dios de esa manera, mirando tristemente a la nada y sin decir ni una palabra. Era preocupante pero no reaccionaba a nada ni a nadie, ignorando todo a su alrededor.
Suspiro con tristeza, sentándose en el suelo, pensativo. Su maestro se había equivocado en muchas cosas y esas eran parte las consecuencias pero no le gustaba verlo así, odiaba verlo así. Prefería al sonriente y algo despreocupado Sun Wukong a al depresivo que estaba encerrado en la habitación. Quería ayudar pero no tenía ni idea de como. La curación era una camino lento y lleno de problemas pero primero, debían empezar a ir por ese camino.
MK se miro las manos de forma distraída, sintiendo lo que ahora era una simple chispa de lo que antes eran sus poderes. Le había costado mucho recuperarse después de la pelea con el dios, más que nada en un sentido físico pero sus poderes sufrieron mucho en ese momento. Tarareo y de repente, algo que había leído una vez se le vino a la mente. No era la mejor idea y no estaba seguro de que fuera a funcionar pero iba a intentarlo, siempre era mejor intentarlo.
-¡Lo hare!- sonrío para si mismo, de repente emocionado, levantándose de un salto. Necesitaba algunas cosas antes de cualquier cosa. -¡Sandy!- chillo, corriendo hacia su amigo grande y de piel azul, fijando su vista rápidamente en el felino posado en el hombro ajeno. -¡Necesito ayuda, por favor!- su sonrisa solo se agrando, su amigo luciendo confundido pero dispuesto a ayudarlo. Iba a intentarlo y en serio esperaba que funcionara o por lo menos, que algo cambiara.
... ... ... ...
Wukong no se movió de su lugar, tensó y triste. Había cometido muchos errores en toda su vida pero este era uno de los peores cosas. Enfrentar a LBD por si solo fue unos de los peores impulsos de idiotez que podría haber tenido y todo solo empeoro cuando ella decidió entrar a su mente. Lucho con uñas y dientes pero el frio lo atrapo, lo entumeció, y no le quedo otra más que obedecer. Vio todo, encerrado en los más profundo de su mente y atrapado por las frías cadenas de LBD, vio como luchaba con quienes había empezado a considerar sus amigos, como golpeaba a a su sucesor con toda su fuerza hasta dejarlo mal herido y dejándolo sangrando. Pudo escuchar los gritos de todos, las suplicas del niño por él pero no pudo hacer nada más que sentir como su corazón se rompía con cada segundo que pasaba bajo el control mental.
Cuando el calor entro en su cuerpo, quemando las cadenas que lo habían mantenido preso, no pudo fingir que todo estaba bien, no pudo poner su sonrisa de siempre y su buen humor. Se mantuvo alejado de todos a los que había lastimas, ignoro la comida que le dejaban, ignoro sus voces llenas de preocupación, ignoro al niño que casi había matado a golpes, ignoro todo en general. Simplemente se sentó en el suelo, incomodo y frio, mirando sin prestar real atención a la pared y sin escuchar nada más que su propio corazón. A pesar de estar libre de su control, aun se sentía frio por dentro y era una horrible sensación que no sabía cuando se iba a ir.
Fingió no escuchar la puerta abrirse y cerrarse, sin prestar atención a los suaves pasos que se acercaban, bajando la vista apenas al sentir algo pequeño y cálido apoyándose contra los costados de sus piernas. De su lado derecho estaba Mo, reconocible fácilmente gracias al pelaje azul y a la cresta color naranjada, se estaba acomodando, acurrucándose y acostándose rápidamente. De su lado izquierdo había un gato desconocido pero extrañamente reconocible de alguna manera por los colores rojos y amarillos en su pelaje, acurrucándose pero manteniendo la cabeza en alto, como si estuviera atento.
Y entonces, lo escucho. Ronroneo, fuerte y constante que provenía de su repentina visita. El sonido llenaba el silencio de la habitación, podía sentir sus cálidos cuerpos en sus costados y la vibración suave de ambos pequeños. Algo en su interior se estremeció y por primera vez desde que estaba libre, se movió, su mano temblorosa cayendo sobre la cabeza del felino de pelaje rojo y amarillo, acariciando con sumo cuidado sus orejas y escuchando como el ronroneo se hacia más fuerte, viendo como el gato se apoyaba plácidamente en su toque y eso lo hizo tragar con dificultad. Ahí estaba su sucesor, su estudiante, el niño al que le había fallado en más de una forma, usando lo poco que tenía de poderes después de recuperarse para transformarse en un gato e intentando hacerle sentir mejor. No se lo merecía pero querida, por todos los duraznos sagrados, quería aferrarse a la comodidad que le estaban ofreciendo.
Se movió lentamente, algo tieso por haber estado tanto tiempo quieto, colocando sus manos bajo el pequeño gato y alzándolo lentamente, atento a cualquier signo de incomodidad pero el gato no se movió, ni siquiera se resistió, dejando escapar un adorable maullido mientras lo miraba con ojos atentos y preocupados. Lo sostuvo para poder verlo a la cara, sus dedos hundiéndose ligeramente en el pelaje del felino.
-Hey chico...- hizo una mueca, su garganta estaba sentida por no haber hablado y su voz sonaba ronca, casi rota, pero eso no molesto a su alumno, su cola moviéndose de un lado al otro con algo parecido al entusiasmo. Lo acerco y suavemente lo abrazo, el ronroneo resonando ligeramente en su oído pero no se sentía como suficiente. -...vuelve...por favor- quería abrazar a su alumno humano, asegurarse de que estaba completo y bien, de que estuviera vivo y sano. Sintió como el pequeño cuerpo que abrazaba empezaba a acrecer lentamente, el suave pelaje siendo reemplazando por ropa con aroma a lavanda y entonces, Wukong estaba abrazando a MK. Se separaron y se miraron entre ellos.
-Monkie King...- el menor dudo pero entonces, una lenta y suave sonrisa de formo en su rostro. -...todo estará bien...- se acerco nuevamente para abrazarlo, contento de poder ofrecer comodidad y cariño a su maestro, a su ídolo, alguien a quien consideraba parte de su familia a pesar de todo lo sucedido. -...nada se ve bien, lo sé, pero todo mejorara, estoy seguro de que si- Wukong no pudo evitar reír ligeramente, enterrando su rostro en el hombro del menor, sin querer mostrar las lagrimas que podía sentir que empezaban a salir. Rodeo al chico con sus brazos y cola, aferrándose al consuelo y a la calidez, sintiendo algo diferente por primera vez desde que estaba libre. Mientras que MK solo tarareo una melodía, su mano acariciando ligeramente la nuca del mayor y sin quejarse por el apretado agarre a su alrededor. No se movería en un tiempo pero que Wukong se haya movido, que haya aceptado la comodidad ofrecida y que estuviera al fin desahogándose un poco, eso era el comienzo del camino hacia la recuperación. Al menos, eso era un buen principio.
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~Monkie Kid~ 1️⃣
Fanfiction¡Libro cerrado! Si algo se me ocurre, aquí lo publicare ^_^ Nota: La imagen de portada no me pertenece, la encontré en Pinterest. Derechos a su respectivo creador Nota-2: Aceptó ideas~ Nota-3: Cuidado, hay Spoiler :3 Nota-4: No escribo shipp por el...