— Ama...– llamo a la puerta su padre, escuchando absolutamente nada dentro de la habitación.
El hombre no recibió respuesta, aquello lo ponía casa vez más preocupado, su hija solo salía a prepararse algo de comer y volvía subir a la habitación, de ahí no solía, ni siquiera cenaba y desayunaba.
Parecía comer como desayuno un pequeño paquete de galletas y no cenaba absolutamente nada, casi no había visto a su hija a la cara, ni había conectado sus ojos negros con sus ojos azules.
Por su lado Amaris no escuchaba la voz de su padre, miraba el techo recordando la carta del chico Potter y la de Albus Dumbledore.
— Pudrete Dumbledore. – murmuro levantándose de su cama sentándose en su escritorio, comenzando a escribir en un pergamino con rapidez.
Aún con su música a todo volumen, vestida en pijama, con una vela encendida junto de ella, con el rostro demacrado y pálido por la falta de luz, sus ojos cansados y sin brillo.
Amaris tenía constantes pesadillas con la muerte de Cedric Diggory y su pela con los mortifagos. Era una de las razones por las que evitaba dormir, sabiendo que vería el cuerpo de un mortifago murmurando palabras poco entendibles para poder vivir.
Cerro el sobre y camino a un lado de su ventana que se encontraba cerrada y empañada, miró a su lechuza extendiendole la carta, sin darle indicaciones la lechuza comprendió todo, pues era a la única persona a la cuál le escribía.
La chica cayó en su cama, cerrando sus ojos, sintiendo que su cuerpo se relajaba una vez estando en la cama, sintiendo tanta tranquilidad.
Evitaba las cartas de sus amigos, pero hablaba con Harry, pensando que el podría comprenderla sin hacer la pregunta de ¿Cómo estás? Sin hacerlo con el sentido de lo sucedido en la tercera prueba, como si fuera una plática normal.
Draco Malfoy cada día se preocupaba más al no obtener respuestas a sus cartas, intercambiado cartas con Nott, supo que no era el único que no recibía respuesta. Sin embargo no sabía que hacer con su amiga una vez llegando a casa.
Lo que le divertía a Amaris era explorar el mundo muggle, y el no estaba muy seguro de poder hacerla salir sin interrupciones de comentarios poco apropiados, quería que se olvidara de todo, no amargarle más el día.
Theo sentía que solo haría que su amiga se incomodará, sabía que no le gustaba la insistencia, sabía que necesitaba su espacio para procesar lo que le había pasado, sin embargo tenía tantas dudas, si su amiga estaba realmente mejorando, si siquiera leía sus cartas, pues en cada carta le contaba su día, y evitaba preguntar o escribir algo relacionado al tema, preguntaba por como había estado su día, que que había estado dibujando, y entre otras cosas que le gustaban a su amiga, pero jamás había recibido respuesta.
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𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]
FanfictionPronto estará corregida, en cuanto termine de escribir la historia. Subiré dos capítulos por día, con hora indefinida. Espero que les guste.