- ¿Luna? - hablo en voz baja la chica mirando mientras forzaba un poco la vista para distinguir, hasta ver la figura de la chica rubia quien le sonrió ampliamente. - No se si te guste, pero es lo que ha estado a mi disposición, tal vez puedas hacerme una lista de lo que te guste y pueda traerlo, aguanta un poco más, buscaré la manera de sacarte de aquí.
- No quiero que mueras, Amaris. - hablo con su voz suave mirandole con preocupación. - Estás haciendo suficiente con traer comida y no creo que sea lo adecuado exigirte una comida en específico.
- Aquí si hay menú, podré traerte lo que quieras, total, viene de mi bolsillo y realmente no me quejo de nada. - comento recargandose en la pared y Luna sonrió.
- Así estoy muy bien, gracias Ama. - la pelinegra le dio una pequeña sonrisa abierta, regalando aparte un guiño. - ¿Cómo ha estado tu día? - pregunto mientras se sentaba en el suelo a comer mirando con atención a la Snape.
Amaris mordió su labio inferior frunciendo el entrecejo mientras agudaba el oído y le indicaba a Luna silencio.
- Debo irme, traeré un suéter, también hay un poco de comida para Ollivander. - informo y sin despedirse salió del sótano con varita en mano subió las escaleras y se topo con el mago tenebroso que le miró fijamente. - Mi señor. - agachó un poco la cabeza en saludo y luego volvió a mirar los ojos rojos del mago.
- Que sorpresa verte por aquí...Amaris. - hablo lentamente con su voz de serpiente y su mirada penetrante.
- Me he entretenido un poco con los muggles, disfrutando de a mucho de...- entrecerro los ojos buscando la palabra notando la sonrisa de Lord Voldemort. - Sus increíbles melódicos gritos. - informo notando el orgullo en los ojos del mago tenebroso.
- Maravilloso Amaris, maravilloso. Pero sabes, me agradaría que estuvieras al pendiente de los carroñeros, cualquier nombramiento quiero que estés ahí, sabemos bien que Potter es suficiente igualado será una manera sencilla de dar con él.
- Por supuesto, mi señor. - asintió y lista para irse sintió la larga mano del hombre en su brazo. - ¿Mi señor?
- Ahora mismo, Amaris. - indicó seriamente. - Y estoy muy orgulloso querida. - paso su largo y pálido nada natural dedo sobre su mejilla. - Es magnífico en lo que te conviertes día a día, asombroso todo lo que sabes a tu corta edad, me alegra que superes a Draco quién sin duda a sido inservible.
Amaris asintió, aguantando las ganas de apuntarle con su varita y asesinar al mago, ¿Cómo se atrevía a decir quién es mejor que quien? Ambos son simplemente jóvenes queriendo disfrutar de su vida como cualquier otro joven.
- Largo. - ordenó mientras Amaris acataba la orden del mago tenebroso.
La chica salió de la mansión a paso lento lista para elevarse, fue tomada del brazo.
- ¿Cómo estás? - pregunto con un tono bajo el chico rubio, quién tenía una mirada triste y cansada.
- Hola. - saludo la Snape mirando a profundidad los ojos grises de su amigo. - Bastante bien, ¿Que tal tú? - pregunto permaneciendo sería sabiendo que Lord estaría por pasar junto de ellos, ni tardó en ver cómo se convertía en un humo negro.
- Nada bien. - le confesó el chico sintiendo tranquilidad al hablar por fin con alguien que se encontraba considerablemente bien mentalmente.
- Todo mejorará. - le dijo dando una pequeña sonrisa, sintiendo que tenía otro motivo para esforzarse a ayudar a Harry de manera indirecta.
Draco miró fijamente a la chica, examinando cada detalle del rostro inexpresivo de la de ojos azules, su piel era tan pálida, su mirada se notaba cansada, aquella chica era distinta con la que había hablado por última vez.
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𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]
FanfictionPronto estará corregida, en cuanto termine de escribir la historia. Subiré dos capítulos por día, con hora indefinida. Espero que les guste.