Bajo las escaleras topandose con su padre, la chica alzó ambas cejas en forma de saludo y paso por su lado caminando a la cocina para servirse un vaso de agua.— Me alegra que salgas, ¿Pero habrá algún momento en el que me hables o quieras contarme algo? – preguntó el hombre mirándola, la chica bebió alzando una ceja esperando a que diera a entender sobre que, pero el hombre se quedó callado.
— Me parece suficiente con los buenos días y buenas noches, que por cierto, no tienen nada de bueno. No tengo nada que contarte.
— ¿Es cierto que sales con Hermione Granger?
— Estos días no se lo que es cierto o es falso. – se encogió de hombros.
La chica metió sus manos en los bolsillos de su pantalón negro elegante, y salió de la casa, ajusto los botones de su saco de gala y siguió caminando ignorando lo de su alrededor, concentrada en sus pensamientos, un mes y todo había cambiado tan drásticamente.
Amaris en realidad trataba de no pensar mucho en Sirius, y de vez en cuando lo hacía, pero en si ella había cambiado bastante, en cuanto su físico, en cuanto su forma de ser, en cuanto a todo. Quizá algunas cosas mejoraron y otras empeoraron.
Pero...¿Que había pasado con Hermione y Amaris? La chica se había cansado de esperar, las cartas de Hermione no las leía, o quizá si, pero respondía una de veinte.
Amaris entro a la cafetería encontrando aquella chica pelirrojo que se sonrojo al ver a la Slytherin.
— Seguro podré pagar mi vaso se agua. – le dio una sonrisa ladina y la chica trago en seco sonriendo.
— ¿Un vaso de agua? ¿O está vez decidirás comprar más?
— Depende que esté a la venta. – hablo con aquel tono que a la chica le parecía seductor. Amaris miró la carta mientras se sentaba. — En esta ocasión tal vez quiera más que un vaso, y sugeriría compañía.
— ¿Si eres la misma chica? Estaba segura que hace un mes te veías un poco menor.
— Sin duda. – murmuro y miro fijamente los ojos de la chica pelirroja. — Un latte con esencia, una dona y lo mismo pero para fuera de la cafetería. – pidió dándole una sonrisa, la chica sentía que estaba alucinando al ver una sonrisa coqueta, o tal vez la mirada parecía coqueta, en realidad no lo sabía.
La chica termino asintiendo para retirarse dejando a Amaris sola.
La pelinegra jugaba con sus anillos, miró una lechuza con una carta justo fuera de la cafetería, se levantó tranquilamente y se dirigió hacia está tomando la carta. Amaris busco a su alrededor y le quitó un panecillo a un niño, se lo extendió a la lechuza y le indico que se marchara.
Amaris le regaló un guiño al niño que miraba molesto a la chica que ya se adentraba a la cafetería con la carta en mano.
Snape se sentó mirando la carta, dio vuelta con dos dedo y comenzó a abrirla con delicadeza.
— ¿No abres las cartas con frecuencias?
— O las recibo con frecuencia. – respondió mientras la chica dejaba el latte y la dona en la mesa. Esta estaba por irse cuando Amaris levantó la mano sin despegar la mirada de su carta. — Recuerdo indicar que te quedarás. – hablo Amaris dejando a un lado la carta de la castaña, y mirando a la pelirroja.
— Me descontarán por esto pero aceptaré. – dijo dándole una sonrisa mientras se sentaba de frente a Amaris.
— Podré pagar por ello. – le devolvió la sonrisa mientras bebía de su latte. — ¿Lilian, cierto? – la pelirroja asintió.— No recuerdo haberme presentado, quizá ya lo hice pero de cualquier manera soy Amaris.
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𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]
FanfictionPronto estará corregida, en cuanto termine de escribir la historia. Subiré dos capítulos por día, con hora indefinida. Espero que les guste.