Llamaron a la puerta unas tres veces, Amaris bebió de su café mirando por un momento los trazos de lápiz en el lienzo.
— Adelante. – respondió observando la paleta sin saber con exactitud que colores utilizaría. El aroma dulce llegó a sus fosas nasales. — Granger. – sonrió un poco y giro a mirar a la chica que se encontraba a su lado.
— Creo que no llegue en el momento adecuado.
— ¿No piensas pintar conmigo? – dijo levantándose para atar el nudo de la tira de su bata. — No pintas tan mal, venga, para mí llegaste en el mejor momento.
— Oh no, no pienso pintar de nuevo Amaris. – negó observando a Amaris. — Todo fue una ruina.
— Si no lo intentas entonces siempre será una ruina. – respondió dándole una sonrisa. — Creí que llegarías más tarde.
—Espero que así sea, mejor leemos o algo por el estilo.
— Que aburrida, Hermione. – negó diciendo mientras abrió un cajón sacando algo que Hermione no pudo distinguir que era. — Pero, mejor dime ¿A qué debo el honor de que estés aquí?
— Ron y Harry duermen.
— Oh...claro. – dijo asintiendo sin mirar a Hermione.
— Es mentira, no tengo la menor idea de que hacen pero de regreso pensé que no sería tan malo pasar el resto de la noche con la chica que casi asesina a su mejor amigo.
— ¿Has venido por un duelo? – sonrió dejando de darle la espalda mirándola divertida y Hermione negó se inmediato haciendo que Amaris riera.
— No pienso morir tan joven. – comento sentándose en la cama, mirando el lienzo, sin comprender los trazos. — ¿Que piensas pintar?
— No lo sé, tal vez solo...nada en realidad. – respondió mirando fijamente los ojos de Hermione.
— Eso dice que si tenías algo por pintar. – señaló el lienzo, Amaris le miró por un tiempo y después regresó su vista a la castaña.
— No, lo quemaré o algo por el estilo. Además no mereces saber lo que pinto si no te gusta.
— Me gusta lo que pintas, más no lo que yo pinto, soy fatal en eso.
— En eso estamos de acuerdo. – le sonrió viendo que la chica asentia. — No estás tan mal, pero no insistiré. ¿Que quieres hacer? – preguntó sentándose en la cama para después dejarse caer en la cama.
— ¿Tu me lo preguntas? – cuestionó con un tono burlón.
— No hagas que me arrepienta, Hermione. – dijo cerrando los ojos.
— Bien, déjame ver. – la castaña se levantó y Amaris siguió con los ojos cerrados sin curiosear que era lo que la Gryffindor hacia. — ¿Que es esto? ¿No tienes musica?
— ¡Oye! Eso es música. – se levantó ofendida mirando a la de ojos marrones quien sonreía negando. — ¿Que se supone que escuchas?
— No lo sé, pero definitivamente si tienes cara de escuchar Nirvana, AC/DC, The Beatles, Queen...
— Venga, es lo mejor que puede existir, ¿Que esperabas?
— Algo más tranquilo. – Amaris se levantó parándose atrás de la castaña.
— Entonces será aquí. – susurró haciendo que Hermione se sobresaltara y Amaris soltó una pequeña risa que estremeció a la castaña. — Tal vez pueda considerar mostrarte donde se encuentran las cosas en mi habitación.
— Que considerada. – se burló la chica castaña abriendo el cajón que había indicado Amaris.
— Es un privilegio que solo puedes tener tú. – murmuró Amaris, Hermione se dio la vuelta, quedando de frente a la de ojos azules.
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𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]
FanfictionPronto estará corregida, en cuanto termine de escribir la historia. Subiré dos capítulos por día, con hora indefinida. Espero que les guste.