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Amaris se quitó su saco, dejando ver aquel chaleco elegante marcando su excelente figura, se sentó sin prestar mucha atención a su alrededor, pues estaba consentrada en la carta que traía en manos.

— ¿Has visto a Draco? – pregunto sin despegar la vista del pergamino.

— Seguro debe andar haciendo lo suyo, debe estar de aburrido, yo que se. – respondió Ethan jugando ajedrez contra un niño de quinto año.

— Maldita hija de...– apretó el pergamino logrando que Ethan alzará las cejas dejando de mirar el tablero.

Amaris se levantó saliendo de la sala común esperando encontrarse a Draco o Hermione, cualquiera de los dos le serviría, sus manos se formaron en puños y su mandíbula tensa.

Abría y cerraba sus manos tratando de calmarse,  esperaba encontrar primero a Hermione, pero siendo bastante noche quizá no le encontraría más sin embargo si se encontró con su amigo rubio.

— Espero tu tía muera pronto o me encargaré de yo matarla con mis propias manos. – dijo aún con su mirada fría y su mandíbula tensa.

— Vaya...cálmate. ¿Qué sucede ahora?

— No atacaré una casa en la que se que mi novia pasará las navidades. – respondió moviendo sus muñecas de forma circular soportando sus ganas de golpear o asesinar a alguien.

— Escucha, debes calmarte o terminarás asesinando a alguien. – le dijo el Malfoy sabiendo bien que su amiga si podría matar a alguien en ese momento solo para no matar a Bellatrix Lestrange, quién seguro disfrutaba. — ¿Por qué no lo platicas con tu chica y le dices que no pase las vacaciones ahí? Tal vez puedas hacer que suceda algo para que cambie de opinión y podrías llevarla a tu casa y...

— Y me acabas de dar una excelente idea. – sonrió ligeramente pensando en el chico pelirroja que comenzaba a terminar con su paciencia al siempre tratar de lavarle la mente a Hermione con que Amaris era la mala y que era peor que cualquier Slytherin que hayan conocido. — Tal vez ahora pueda decirlo sin mentir...

Draco le miró confundido, pero si de algo estaba seguro es que Amaris no ocuparía una táctica del todo buena, abrió los ojos más de lo normal y miró incrédulo a su amiga.

— ¿La vas a obligar? ¿Maldición imperius?

— Jamás haría eso, no a ella. Pero parece que Weasley no se cansa de irritarme todo el maldito tiempo, quizá este año pueda arruinarle la vida más de una vez si sus comentarios siguen.

— Añadiendo que tal vez también lo estés haciendo porque a el traidor le gusta tu chica.

— Venga, ¿Qué no tiene mi chica para que no se fijen en ella?– dijo con obviedad, metiendo su mano en el bolsillo de su pantalón. — Sin embargo no permitiré que alguien le vea de manera coqueta o indebida.

— ¿Vendrás conmigo a Hogsmeade? Tengo una idea sobre unas bebidas, y alguien con quién divertirnos.

— ¿Si? ¿Quién será el alma de la fiesta?

— Tu amiga, la que te acompaña al baño. – Amaris sonrió y asintió, y entendió de inmediato, pero sin duda se escuchaban ridículos hablando de aquella manera.

— No tengo pl...– no termino am recordar que Hermione le había dicho que les acompañará a Harry y Weasley a ir a Hogsmeade. — Bueno, podrá haber algunos cambios, iré contigo, aunque creo que los actos son muy inocentes, sin embargo¿Cómo va el plan A?

— En realidad es un tanto peligroso, tenías razón, pero lo seguiré intentando después, ¿Irás conmigo?

Los dos hablaban muy bajo, si Amaris siempre hablaba con un tono bajo, entonces ahora lo era más. La chica asintió, buscaría alguna manera de decirle a Hermione que no iría, además era comprensible, Amaris se había alejado bastante de sus dos amigos.

𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora