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La chica de cabellera negra aterrizó delante de la grande mansión Malfoy, una vez que se encontraba a un lado de los carroñeros y los prisioneros tomo con firmeza del brazo a Hermione.

- ¿Por qué no han entrado? - pregunto con tono frío he irritado hacia los carroñeros quienes notaron de inmediato que la chica estaba enfadada.

- No...no nos han autorizado la entrada. - informo uno de los carroñeros.

- Pues yo se las autorizo, apresurense. - hablo ignorando la mirada de Hermione quién le examinaba y miraba incrédula ante su comportamiento.

Los carroñeros se miraron entre si y Amaris comenzó a perder la paciencia, alzó una ceja mirando al líder.

- ¡Ahora! - elevó la voz pero sin gritar, todos hicieron caso viendo que una mujer que caminaba hacia ellos les miraba con desaprobación lista para gritarles. - Encárgate de ellos necesito hablar con Ollivander. - dijo soltando a Hermione, está no podía reconocer a la chica de la que se había enamorado.

¿Simplemente los dejaría ahí? ¿Esperando a que los matarán? ¿Por qué los habían dejado ahí? ¿Iría a Matar a el señor Ollivander? ¿Acaso no pensaba hablarle?

Amaris le extendió el bolso a uno de los carroñeros y paso por un lado a Bellatrix para caminar tranquilamente hacia el sótano y entrar en este encontrándolo frío y oscuro como siempre solía estar.

La chica se adentro más mientras su vista se iba acostumbrando a la oscuridad, su cuerpo se tenso al tomarle de sorpresa chocar con Luna quien le regalaba una sonrisa.

- ¿Dos visitas en un día? No creo que eso sea bueno, podrían desconfiar de ti.

- He dicho que vine a ver Ollivander y hace un rato parece que nadie se percató de que entre, pero eso ahora no importa, necesito que estés lista para salir de aquí, ocuparemos un poco de ayuda para cuándo Harry Potter se marche, para eso también ocuparemos un poco de ayuda de alguien más, pero en realidad no se de quién. ¿Tienes alguna idea de a dónde ir? Que no sea tu casa, irían de inmediato ahí.

- No, no lo sé. ¿Harry está aquí? - pregunto con emoción y preocupación a la vez, Amaris asintió mirando la hora.

- Esto tiene que ser de inmediato, Luna. Ollivander debe encontrarse muy débil, pero podrás ayudarlo. El tiempo es contado, llamarán al señor tenebroso y si nos demoramos más, el llegará más pronto.

- ¿Pero que hay de ti? ¿Estarás bien? Deberías venir con nosotros, te protegeremos.

- Luna, he matado a gente sin razón alguna, todos me odian así que no sería bien recibida. Además lo que tengo que hacer será más sencillo si estoy del lado de ellos que en su contra. - le dijo tranquilamente aún mirando la hora. - De vez estar al pendiente, ten cuidado Luna.

- ¿Pero y si se percatan que has sido tu?

- No, no será así. Lo máximo que tendré será una tortura por no haberlos capturado, pero puedo decir que tuve mis sospechas de que eran ellos así que los traje aquí en espera de su llegada, pero por un descuido de ellos se han escapado, mientras el llega yo estaré buscandoles, y por otro lado ellos no estarán haciendo nada más que estar preocupados por la furia del Lord. Necesito Luna que busquen un lugar al donde irse, y si lo tienes no me lo digas, permitiré que entre a mi mente para que todo esté bien. - apunto a la chica y está cayó al suelo para Amaris apresurarse a salir y toparse con colagusano tomando a los dos amigos.

- ¿Que hacías ahí?

- ¿Y la chica?- pregunto ocultando su alarma y miedo al no ver a la castaña. - No podemos arriesgarnos a qué se escape y traiga a alguien más, el señor tenebroso nos mataría.

𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora