𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]

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— Eso a sido maravilloso, Lovegood. – hablo Amaris con sus manos dentro de los bolsillos de su falda, haciendo que el resto girará a mirar dejando de poner atención a lo que hacían.

Hermione rodó los ojos, sabiendo que tantos años a Amaris con Draco le habían hecho efecto pues hacían las misma entradas queriendo la atención sobre ellos.

— Debes estar bromeando...– murmuró Ron y unos cuantos más.

— ¿Te asusta que te demostremos que somos mejor que tú y sin tomar las clases de Harry? – preguntó Amaris restandole con la mirada en conjunto de su sonrisa arrogante.

— Hoy tienes suerte, Weasley. No tenemos pensado malgastar nuestro tiempo en atacarte, ¿Por qué mejor no siguen con su...? ¿Que era?

— ¿Lumos? – se burló Amaris y Theo sonrió. — Vamos sigan, Harry debe tener muchos temas que atender y mucho que enseñarles, no querrán irse del castillo a pasar navidades sin siquiera saber hacer un Expelliarmus. – Amaris se giró y miro a Theo tomándolo de la mano para caminar a una parte que estaba muy bien apartada, trato en el que había quedado con Harry.

— Vamos, sigan intentándolo. – motivo Harry para caminar hacia los dos y únicos Slytherin que se encontraban en la sala. — ¿Que a sido eso Amaris?

— Una manera de decirles que deberían agradecer lo que haces por ellos, ¿Lo merece o no?

— No eres el villano Amaris. – le dijo con enfado ya Amaris se quitó sus gafas sonriendole.

— Todos somos los malos en la historia de alguien más, Harry. Deberías grabarte eso. – le respondió guardando la insignia de la brigada inquisitorial en el bolsillo de su falda. Se quitó delicadamente la túnica de Slytherin y miro a su mejor amigo que hacía lo mismo, sonriendo discretamente al ver el rostro de el chico Potter. — Escucha, Harry. No causare problemas, tu allá, con ese grupo de zopencos, y yo acá. ¿Bien? Y si yo fuera tú, alejaría a esos alumnos antes de que reciban algún tipo de maldición por accidente.

— Amaris. – hablo entre dientes, pero al no ver un rostro burlón se confundió.

— Estoy hablando muy enserio, Harry. ¿Acaso crees que vivir con mortifagos es un adorno? – el chico no podía creerlo, ¿Y eran mejores amigos?

— No me haré cargo en caso de que a alguno de ustedes dos le suceda algo por si estúpido duelo “amistoso”.– le advirtió y la chica asintió.

— Desvío lo más que puedo a los de la brigada, así que no creo que debas molestarte conmigo solo por devolver los comentarios estúpidos que me han hecho algunos de ahi.– dijo remangando su suéter, trayendo con este la camisa.

Amaris aflojó su corbata al sentirla demasiado apretada y se alejo de Harry viendo a su amigo ya listo sonriendole mientras negaba, está se encogió de hombros en respuesta.