𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]

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Miró su reloj y busco una cabellera rubia, antes de poder encontrarla alguien tocó su hombre, por instinto la chica apunto con su varita amenazadoramente, el rubio le miró mal y ella bajo la varita.

- Que gusto verte rubia.

- Luces muy diferente. - observo, el cuerpo de la chica estaba más desarrollado, claramente con más curvas, estaba ejercitado, su cintura se daba a notar bastante cada que usaba chalecos ajustados, como en ese momento ese era el caso. - Ese corte te queda bien, a esa altura, no te había observado muy bien.

- ¿De verdad? Me da igual, camina, mientras menos tiempo aquí, mejor. - el chico asintió tomando la mano de la chica mientras la madre del rubio iba atrás de ellos. - He tendió tiempo de pensar y te agradará pero te disgustara.

- Te escucho, también tengo muchas cosas por proponer.

- Bien, empieza tú.

- Armario evanescence, ¿Recuerdas cuando en segundo año, mi padre nos llevo a Borgin Borkes? Había uno ahí, y hay uno en Hogwarts, en la sala que viene y va.

- Creí que no pensabas. - dijo y Draco sonrió orgulloso. - Bien, ¿Y funcionan? - preguntó emocionada por tener la solución, pero al ver la mueca del rubio que negaba, está también hizo una mueca. - Bien, buscaremos la manera de reparles.

- ¿Por qué no has preguntado si estaba seguro de que formaban un pasaje? ¿O cuál como sabía que no funcionaba?

- Porque confío en ti, y si me has dicho algo es para buscar solución, hay que comprar el de Borgin, ¿Cuál es el que no funciona? Debemos dejarlo en un lugar... práctico.

- Ahí mismo puede quedarse, es un lugar práctico, no funciona el que está en Hogwarts.

- Entonces habrá tiempo para repararlo, solo encárgate de comprar el de Borgin. Los Gryffindor's confían en mí, la orden confía en mí, cualquier movimiento lo sabré yo, si voy contigo sabrán que soy una mortifaga, eso no nos conviene.

- Veré que más tiene Borgin, quizá funcione, no estoy muy seguro, pero todo...

- Serán idea pequeñas, y todo se basa en el armario. - asintió dándole una sonrisa al rubio quien se la devolvió.

- ¿Les parece si primero vamos por sus túnicas? - preguntó la mujer pidiendo la opinión de los dos jóvenes.

- Realmente de igual, de alguna manera las terminaremos comprando. - respondió Draco restandole importancia, Amaris asintió y camino hacia la tienda de Madame Malkin.

Tomaron las medidas pero de ambos chicos, pero al parecer Madame Malkin era bastante torpe con los alfileres, iba pasando de uno a otro, de tiempos tomaba las medida de Draco y en otros a Amaris.

- Tengo 16 años no soy un niño, por si no te habías dado cuenta, madre. Soy perfectamente capaz de hacer las compras por mi cuenta. Y Amaris también. - habló el chico mientras le seguían tomando medidas. La chica pelinegra sonrió negando mientras colocaba sus lentes extendiendo la explicación de Theo por no estar ahí.