𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]

[48]

La chica pelinegra se encontraba tranquilamente resolviendo su exámen, ignorando las cosas apenas comprensibles que le susurraba Draco.

— Calla Draco. – susurró Amaris resolviendo el exámen aún concentrada.

— No he sido yo, idiota. – respondió el chico mirando hacia la puerta del gran comedor, tal y como algunos otros lo habían hecho al escuchar un ruido.

Amaris frunció ligeramente el entrecejo pero siguió respondiendo, quería irse lo más pronto posible de ahí.

Los ruidos eran grandes y seguidos que la mujer que vestía de rosa camino por el pasillo que se formaba entre las butacas de sus alumnos, bajo la mirada de la mayor parte de los alumnos que se encontraban ahí.

La chica termino por responder algo y giro a mirar al oír que abrían las puertas del gran comedor, la mujer observaba a los lados sin encontrar nada de dónde pudiera provenir el ruido.

De un momento a otro un pequeño fuego artificial parecía torear a Umbridge haciendo que pasara su mirada de un lado a otro, este término por entrar al gran comedor dando vueltas hasta estallar.

Amaris miró a Draco quién le miraba confundido, está regreso su vista a la entrada del gran comedor observando lo que estaba por suceder.

La profesora dio unos pasos más hacia afuera y Amaris sonrió.

— Siempre hay que dar pequeños pasos, Draco. – el chico rió mirando a la mujer de rosa que observaba hacia la izquierda de ella, alzando ambas cejas en espera de el siguiente movimiento, hasta que retrocedió un poco para los alumnos ver a dos gemelos pelirrojos.

— ¡Muy bien profesora! – decía uno de los pelirrojos lanzando más fuegos artificiales mientras estos volban en sus escobas riendo y causando desastres con los exámenes, Amaris fulminó con la mirada a uno de los gemelos al ver qué ya iba muy avanzada en su examen. — Lo siento, linda. – la chica se levantó disfrutando el show

Ambos gemelos pasaban diciendo palabras de festejo a si mismos, lanzando y destrozando lo que podían, sin parar de turar los fuegos.

La chica pelinegra sonrió disfrutando aquello, Amaris saco su varita y Draco le miró extrañado.

— ¿Que harás?

— Más diversión. – Amaris paro su varita y le soplo con una sonrisa. — Un ave no dragón hace buen equipo. –un ave hizo presencia, parecía un patronus pero a la vez como un fuego azul.

— Esa chica si sabe divertirse. – grito George Weasley guiñandole un ojo a Amaris, para este tomad la sugerencia de la chica y hacer un dragón con los fuegos artificiales.

— Merlín, esto si que es vida. – hablo Amaris disfrutando ver cómo se formaba el dragón, miró al rubio que huía de un pequeño fuego que casi se estampaba en su rostro, sin embargo su rostro se quedó grabado por unos segundo en la pared.

Amaris miró fijamente a la profesora que se percató de que un ave fénix y un dragón estaban por seguirla. La chica sonrió ladeadamente, justo cuando ambos estaban por tragársela, Amaris bajo su varita viendo un poco quemado el cabello de la mujer, cosa que había provocado su ave, mientras que el dragón le había dejado muy pinta.

Amaris guardo su varita caminando hacia la mujer al ver cómo todos sus secretos caían. Los Weasley salieron haciendo que muchos le siguieran mientras la mujer gritaba cubriéndose.

— Creo que comienzan a caerme bien algunos Weasley. – dijo Amaris mirando a su mejor amigo quien sonreía viendo la nuca de la mujer para jalar a su amiga a corer por dónde se habían ido los Weasley.