𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]

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- Toma. - le dio la chica un pequeño trozo de chocolate a Theo.

- Que injusticia, te quedas con el trozo más grande, se te va a caer por egoísta, hasta lo eres con un chocolate. - dijo mientras se recostaba en las piernas de su amiga, mordiendo el trozo de chocolate recién dado.

- Como eres menor, te toca la menor cantidad, eso siempre es así Theo. - dijo encogiendose de hombros. - Las injusticias de la vida.

- Las injusticias de la vida. - repitió arrendando la voz de Amaris. - ¿Qué tal Lilian?

- Olvide ir por ella. - dijo como si aquello fuera lo menos importante, y así lo era para Amaris. - Le gustan las rosas, pero que cursi ir y llevárselas solo para que pase la noche, mejor que ella me busque.

- Eres muy idiota, ¿Lo sabías? - le dijo Theo quitándole el chocolate a su amiga. - Por un momento creí que esa pelirroja te gustaba un poco.

- No es mi tipo. - respondió con una mueca de asco que hizo que Theo rodará los ojos

- Nadie es tu tipo si no llevan de nombre Hermione Granger, de ojos marrones con un cabello castaño, de estatura media, que pertenezca a Gryffindor y que sea la mejor amiga de Harry Potter.

- Jean. - dijo sacando otra tableta de chocolate del bolsillo de su túnica de Slytherin.

- ¿Qué? - cuestionó confundido, frunciendo el entrecejo mirando de reojo la misma confusión que tenía su novia. Ambos pensaban que quizá se trataba de alguien nueva en la vida de la pelinegra.

- Ese es su segundo nombre, es Hermione Jean Granger, no le agrada que lo olviden. - dijo mordiendo el chocolate y aventando uno completo a Daphne quién les hacía compañía esa noche.

Amaris comenzaba a llevarse bien con la novia de su mejor amigo, casi hermano, y es parecían tener una buena relación, que no solo se basaba de estúpidas palabras empalagosas, tenían una amistad y sabían llevar bien su relación y aquello le agradaba a la Snape menor.

- Lo vez, quién mierda se acordaría de que no le agrada que olviden su segundo nombre. En lugar de atacarla deberías buscarla y decirle lo muy enamorada que te tiene.

- Es algo básico de ella. No haré eso, sabes que terminaría muerta, no necesito que mi chica muera antes de cumplir los veinte. - aunque Theo no sabía una parte de la verdad, y no porque Amaris tenía miedo o lo quería proteger, nada de eso, pero sabía que le estaría fastidiando con muchas cosas.

- Ya no es tu chica, Ama. Ya tiene dieciocho, al menos ya podrá decir que alcanzó la mayoría de edad en algunos países. - sonrió divertido a su amiga esperando que está dijera otra idiotez pero solo fue una respuesta simple.

- Esa es una ventaja. - dijo asintiendo mientras su amigo sonreía.

- ¿Cómo van las cosas? ¿Has hablado con ese chico estúpido que dice que los sapos son bonitos? - hablo con una sonrisa coqueta mientras bajaba y subía sus cejas.

- Sayre, no pero espero que lo hayan detenido por hacer visiones en la calle. - sonrió la chica mientras mordía su chocolate, Theo por su parte le miró con los ojos entrecerrados.

- ¿Y te gusta? Porque es inútil que cada vez que conoces a alguien me emocionó y a ti solo te parece divertido jugar por ellos. - hablo con un tono aburrido haciendo que Daphne sonriera, era lindo que Theo se emocionara cada que Amaris conocía a alguien, pero era divertido que a la chica le daba lo mismo mientras Theodore se emocionaba demasiado.

- No es mi culpa que te emociones por tonterías. ¿Cómo me va a gustar si solo le he visto y hablado una vez? - respondió con obviedad mirando a su amigo.