𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]

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Durante los siguientes días Amaris no pasaba mucho tiempo en su casa, ignoraba a Severus por completo, cuando el mayor hablaba, no recibía respuesta, ni siquiera una mínima.

Y de vez en cuando solía ir a la casa Black, por invitación de Harry o de Hermione.

Porque si, ya había comenzado a hablar con Hermione Granger por medio de cartas.

En cuanto Theo y Draco, tenían muy poca suerte, pues cuando iban a buscarla a su casa, solo encontraban a Severus Snape con una cara de fastidio, informándoles que no se encontraba en casa.

La preocupación de ambos chicos aumentaba, no sabían nada de su amiga, estaban por regresar al colegio y simplemente jamás hablaron con Amaris.

Amaris abrió la carta después de horas y leyó la letras de Hermione Granger, informándole que era prefecta, a Amaris solo le basto con leer cómo escribía para saber que se encontraba muy emocionada.

Había recibido una ella también, pero la rechazo, aquello no le sorprendía a Dumbledore, pues en cuanto vio que recibía una carta de Amaris, supo de inmediato que venía escrita en esta.

Tendrían un festejo en el cual celebrarían el nombramiento de Ron y Hermione como prefectos de Gryffindor.

Tomo un chaleco de gala y acomodo su corbata, en realidad estaba lista para salir pero no con ellos, cambiaría sus planes, para asistir.

La chica hizo una aparición en la cuidad, entrando a comprar pequeños obsequios, y por más mal que se llevará con Ronald Weasley, también le compro algo a él.

Volvió a hacer otra aparición llegando delante de las casa 11 y 13, luego de cerrar los ojos por un instante, al abrirlos se topo con el número 12 llamo a la puerta.

En realidad Amaris no era nada fan de las reuniones o fiestas, las detestaba, pero si está a por ir se trataba por Hermione, aquella castaña le había caído muy bien que le tomaba tanta importancia.

La puerta se abrió dejando a ver al hombre de ojos grises quien sonrió ampliamente.

— Amaris. – saludo dejándola pasar para que en cuanto está lo hizo, cerro la puerta. — ¿Has recibido mi carta?

— ¿Tu car...? – frunció el entrecejo, pronto recordó que la había recibido pero no la abrió, supuso que por la pregunta se debía a qué también la había invitado, el hombre también le caía bien, y no quería hacerle sentir mal. — Oh si tu carta, si...

— Si viniste. – sonrió Hermione abrazando inconcientemente a Amaris, Sirius miró mal a la de ojos azules y está se encogió de hombros, aceptando el abrazo de la chica, sintiendo un cosquilleo recorrer por todo su cuerpo al sentir a Hermione tan cerca.

— No la abriste. – dijo rodando los ojos, Hermione se separó de Amaris, está se sintió vacía al no tener a Hermione rodeandola con sus brazos, al no sentir el calor del cuerpo de Hermione.