Amaris subió al tren con una sonrisa al escuchar a Hermione contarle que no pasaría las navidades en la madriguera por distintos comentarios de Ron Weasley. La chica no paraba de decir que era un idiota y que le detestaba por no dejarla see feliz con la Slytherin.Harry miró desde una esquina a la chica pelinegra, le miraba con seriedad y examinaba cada movimiento de la chica. El chico se negaba a creerlo, corrió hacia ambas chicas y les saludo con una sonrisa.
— Amaris, ¿Por qué no vienes a la madriguera? Y así puedes estar con Hermione. Es mi mejor amiga y si no va porque no estás tú entonces creo que la solución es que vayas. ¿No? – sugirió golpeando disimuladamente el brazo de Amaris, fingiendo ser un accidente. — Perdón, ¿Entonces? – le pregunto aún con una sonrisa ansiosa, miró el rostro de Amaris en busca de algún quejido o señal de que le doliera.
— Lo siento Harry, tengo planes con mi padre, seguro podrá ser después. – le dio un asentimiento con una sonrisa ladina, la chica sabía perfectamente lo que Harry había intentado y el chico parecía sonreír aliviado.
Amaris vio a Theo entrar a un compartimento y la chica miró de nuevo a los Gryffindor y les dio una sonrisa.
— Les veo luego. – Amaris dio una sonrisa a ambos, hizo su cabello hacia atrás mientras relamia sus labios, camino hacia el chico que ya se encontraba dentro del compartimento, en cuanto entró vio al chico aburrido mirando por la ventana. — ¿Qué te parece un pequeño paseo por Londres antes de que vayas a tu casa?
— Suena muy bien pero lo siento ya tengo planes con Daph, ¿Quieres venir?– le propuso y Amaris negó.
— No, no quiero hacer mal tercio. – respondió la chica de ojos azules.
—Pero si quieres otro día puede ser solo para los dos, sería bueno volver a salir y platicar como antes. – propuso sonriente y Amaris negó.
— No puedo. – respondió recordando de inmediato que ni siquiera tendría sus vacaciones, tendría que hacer matanza y estar de un lugar a otro siguiendo las órdenes del mago que había acabado con su familia.
— Oh...– dijo desanimado el chico para asentir, Amaris se recostó en el asiento ignorando a su amigo. — ¿Estarás con Granger? – pregunto mirando a su amiga.
— Sí las pasaré con ella. – dio respuesta mientras miraba el techo. — Me alegra que pases tiempo con Daphne.
— Sí...– respondió desanimado. — Le diré que otro día, podremos pasar el tiempo juntos. – Amaris negó.
— No suspensas tus asuntos solo por mí, te veré más meses. No hagas estupideces. – comentó sin mirarlo y Theo rodó los ojos.
Amaris masajeó el puente de su nariz sintiendo presión en su pecho, sabía que su amigo se estaba sintiendo mal ante sus respuestas, pero estaba haciendo todo eso por él, no se lo reprochaba, había sido decisión suya, no de Theo.
La chica abrió los ojos mirando la nada, pensando o más bien sobrepensando. Se sentó y saco una carta de su abrigo, apretó los labios y la abrió ignorando a Theo quién miraba por la ventana.
En cuanto la termino de leer saco su varita y no tardó en obtener un pergamino, pluma y tinta.
Comenzó a escribir no muy segura de lo que hacía, pero en realidad extrañaba comunicarse con un adulto que se preocupara por ella.
Miró el pergamino y lo doblo metiéndolo en un sobre, miró a su lechuza y le abrió la jaula para está posarse en su hombro, Amaris acaricio su plumaje y le dio la carta.
El ave no tardó en volar mientras el tren avanzaba, Amaris miró la ventana, mordió el interior de su mejilla sintiendo la mirada curiosa de su amigo.
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𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]
FanfictionPronto estará corregida, en cuanto termine de escribir la historia. Subiré dos capítulos por día, con hora indefinida. Espero que les guste.