𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]

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— ¿Por qué siempre que pasa algo tienen que estar ustedes tres? – preguntó la profesora se transformaciones.

— Créame profesora, yo me he hecho esa pregunta por seis años. – le respondió el Gryffindor pelirrojo como si aquello fuera cansado.

— Ah, Severus. – hablo la mujer nuevamente haciendo que los tres mirarán a su profesor de pociones que entraba al aula, este paso hasta llegar a el escritorio donde se encontraba ya McGonagall mostrándole el collar y relatando los sucesos.

El hombre saco su varita apuntandole al collar para que esté se elevará y el profesor poder mirarle con más detallé.

— ¿Tu qué crees?

— Creo que la señorita Bell tiene suerte de estar viva. – respondió aún examinando el collar.

— ¿La hechizaron no es así? – hablo Harry quien miraba a sus dos profesores que les daban la espalda a los tres chicos, Hermione y Ron miraron a su amigo. — Conozco a a Katie, no mataría ni a una mosca. Si le estaba llevando eso al profesor Dumbledore, no lo hacía conscientemente. – opino el chico de gafas.

— Sí, la hechizaron. – respondió la mujer, mientras que Severus de inmediato tuvo la imagen de los dos Slytherin's, Amaris y Draco.

— Fue Malfoy. – acuso Harry haciendo que Hermione le miró con el entrecejo fruncido mientras negaba.

— Estaba ayudando a Amaris, por si no te diste cuenta ella no se encontraba bien. – susurró enfadada, el hombre que se encontraba de espaldas frunció entrecejo ante lo recién dicho.

— Esa es una acusación muy seria, Potter. – le dijo la profesora girando hacia el chico al igual que lo hizo el hombre.

— Es cierto. – secundo Snape mirando al de gafas con seriedad. — ¿Tienes pruebas?

— Solo lo sé.– respondió el chico sin saber que responder con exactitud, Hermione seguía mirando con enfado a su amigo esperando a que esté dejara de hablar.

— Solo lo....sabes. – repitió Severus aún sin despegar su mirada del chico de ojos verdes. — Nuevamente nos asombras con tus dones, Potter. Dones que cualquier mortal solo soñaria con poseer. Que grandioso debe ser...saberse el Elegido ¿Verdad?

Minerva miró al hombre sabiendo que se había salido por completo de lo que hablaban, los tres chicos miraban a sus dos profesores, manteniéndose callados, formando un ambiente incómodo.

— Les siguieron que vayan a sus dormitorios, todos.

Snape miró con curiosidad a la novia de su hija, son duda le preocupaba que su hija se dejará mostrar mal, pues a como lo decía la castaña sonaba de manera “no se encontraba bien porque se veía triste” pensó Severus.

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Amaris permanecía en silencio, escuchando las voces...pero solo eso, eran voces, estaba concentrada en su siguiente movimiento, sabía que estuvieron por matar a la chica Bell, no le preocupa mucho, le preocupaba el como se encontraba Draco.