𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]

[30]

— Amaris. – llamo por quinta vez a la puerta su padre pero está no abría, seguía acostada en su cama con audífonos y sin poner mucha atención a su alrededor, aunque realmente no tenía mucho que observar,el hombre desesperado por la actitud de su hija abrió la puerta con brusquedad, y los audífonos de Amaris dejaron de sonar.

Esta de inmediato se enfado levantándose de la cama mirando a su padre molesta.

— ¿Que mierda te pasa? – pregunto enfadada al ver sus audífonos y su casete en la mano de su padre.

— No. ¿Que mierda te pasa a ti? No he insistido en qué me hables, pero estoy desesperado, de que ni siquiera parece que estás en casa, no comes y has bajado de peso con mucha rapidez, no sales y estás más pálida, nada de esto es normal, ni siquiera me has agradecido de que lo que le hiciste a Rosier no se dijera o que no tuvieras una muerte en tus manos.

— Y tú no me has dicho que Rosier estudiara en el colegio, sabes que es un mortifago.

— ¿Cómo se supone que debería decírtelo si no me hablas? He aceptado demasiado, vístete, saldremos.

— No saldré a ningún lugar. – respondió fríamente haciendo que aquello enfadara más a Severus.

— Escucha, comprendo que viste morir a aquel chico, sin embargo no te sucedió nada, estás viva, y no queda en tus manos su muerte, no ha sucedido nada. Deja de dramatizar y vístete.

— ¿Entonces solo dramatizo? – pregunto mirando incrédula a su padre.

— Sí, solo dramatizas, te he dado todo y ahora no me hablas porque te sientes mal por la muerte de alguien que ni siquiera te caía bien.

— ¿Me has dado todo? ¿Qué sucede cuando te pregunto por mi mamá? Te quedas callado, como si no existiera o fuera tu enemiga. Eres un egoísta que solo se preocupa por si mismo, que solo tú eres el que sufre y el resto no, el resto solo dramatiza. Dejo de hablarte porque simplemente no lo quiero hacer y dramatizo, pero si tú te encuentras mal, entonces tienes que desquitarte con todos, tu si puedes no hablarle a quien se te dé la gana.

Amaris soportaba lágrimas, sintiendo una impotencia de ver a su padre hacer menos su sufrimiento, saber a qué su padre no le importaba realmente como se sentía, diciendo que solo dramatizaba, ¿Pero como quería que de la noche a la mañana se le olvidará que había asesinado a alguien a sus quince años?

— Tu madre está muerta, no tiene sentido hablar de ella sin no tiene importancia.

— ¡Es mi madre! – alzó la voz, sin darse cuenta de que está se le había cortado un poco. Era notable que sufría por aquel tema.

— ¡Y yo soy tu padre! – grito recordándole aquello a Amaris. — Estuve para ti desde siempre.

— ¡No! No has estado siempre. ¿Por qué lo hay fotos tuyas con ella? No puedes culparla de no estar, ella no tiene la culpa de no poder estar.