𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]

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“ ¿Entonces Harry debe morir? ”esas palabras se repetían una y otra vez por la cabeza del chico de ojos verdes, y aunque le costará creerlo, Amaris había mostrado muy a lo lejos su preocupación.

Había visto las torturas de la vida de Amaris y le dolía el saber que la chica no había podido disfrutar su vida cómo tanto lo deseaba, que había muerto protegiéndolo. Pues luego de ver los recuerdos, le quedó muy claro que Amaris estaba consciente de que er lo que Voldemort hablaba, sabía que el mago se equivocaba y que la garita le pertenecía al que había desarmado a el anterior dueño.

Amaris sabía que Harry moriría al ser un Horrocrux, el chico se sentía mal, la chica solo necesitaba ayuda tal y cómo ella lo había hecho con él.

Todo eso lo pensaba mientras cerraba los ojos para escuchar unas últimas palabras.

— ¡Avada Kedavra!– al abrir los ojos vio un destello blanco, el exceso de iluminación lastimó sus ojos hasta que pronto comenzó a acostumbrarse.

El chico se levantó para caminar por el lugar que se le hacía familiar, se acercó a una banca y se agachó al distinguir un objeto bajo de está, pero lo que encontró no era lo más bello. Mientras lo examinaba fue sorprendido por una voz.

— No puedes ayudarlo. Harry...eres un joven maravilloso. Un hombre muy valiente. – Harry miró al anciano que tenía delante suyo que se acercaba lentamente. — Caminemos.

Y así fue, caminaban y Harry observaba cada detalle de su alrededor sin comprender muy bien.

— Profesor, ¿Que es eso? – pregunto mirando hacia donde anteriormente lo había hecho.

— Algo que no podemos salvar. – dio respuesta mirando por un corto momento aquella cosa, regreso su mirada a el chico y siguió caminando con el Gryffindor. — Una parte de Voldemort enviada aquí a morir.

— ¿Y dónde estamos? – siguió haciendo preguntas aún sin entender.

— Es lo que te iba a preguntar. ¿Dónde crees que estamos?

— Bueno...– expresaba sin detener su caminar. — Se parece a la estación de King's Cross. Pero limpia, y sin los trenes.

— ¿King's Cross? ¿De verdad? – cuestionó ahora el mirando el lugar. — Está es cómo dicen, tu fiesta. Supongo que entendiste que tú y Voldemort...han estado unidos por algo más que el destino, desde aquella noche en el Valle de Godric hace tantos años.

— ¿Entonces es cierto? ¿Una parte de él vive en mí?

— Vivía, acaba de ser destruida hace un momento por el mismo Voldemort . – explico dejando de caminar. — Tú fuiste el Horrocrux que él nunca planeo, Harry. – dijo para pronto sentarse en una banca, acto repetido por Potter.

— ¿Tengo que volver verdad? – interrogó Harry luego de un largo silencio.

— Depende de ti. – dio respuesta.

— ¿Puedo escoger? – su tono demostraba sorpresa y seguramente cualquiera en su lugar también lo tendría.

— Si, claro. – dijo en compañía de una pequeña sonrisa. — ¿Estamos en King's Cross, dijiste? Creo que si tú lo desearás, podrías abordar un tren.

— ¿A dónde me llevaría? – Harry miraba con tranquilidad al hombre en espera de que esté le dijera algo más que eso.

— Adelante. – respondió con una sonrisa, y se levantó logrando que Harry se decepcionará un poco.

— ¿Cómo fue que Amaris sabía que moriría? – esa pregunta logro que el anciano detuviera su primer paso.

— No se de donde deduces eso.