[33]

2K 228 13
                                    

Amaris volvía tener aquel rostro cansado, con una postura que no demostraba intimidación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amaris volvía tener aquel rostro cansado, con una postura que no demostraba intimidación. No era la misma Amaris que el resto recordaba.

Caminaba sin ganas, y sus párpados caídos, con ojeras y la piel pálida como la de un muerto. En realidad Amaris parecía un muerto en vida, sola y sin mirar a su alrededor.

Sintió algo húmedo en su mano, paso su mirada a su mano, encontrando a un perro negro, sonrió un poco al saber que se trataba del hombre Black, este le ladro moviendo la cola.

Dejo algo en el suelo y Amaris se agachó tomándolo, era una pequeña bolsa, la abrió encontrando unos audífonos con una casetera, está sonrió viendo al perro alegre al ver aquella sonrisa.

El perro se lanzó pareciendo que la abrazaba, la chica abrazo am perro acariando la cabeza de este.

— ¿Esa es Amaris? – preguntó Lucius Malfoy a su hija quien al escuchar aquel nombre sus ojos se iluminaron, girando a ver a su amiga abrazando un perro negro.

— Si...– asintió viendo con una gran sonrisa a su amiga, por fin viéndola con vida, aunque no en las mejores condiciones. Miró a su alrededor buscando a su profesor de pociones, pues este siempre dejaba a su amiga pero no lo veía, simplemente el hombre no estaba.

Lucius miró aquella chica, parecía que si estaba al tanto de que había matado a un mortifago, el hombre agradecía que ni siquiera lo tortura como lo había hecho con los demás mortifagos, que solo lo dejara a un lado sin manera de salir.

Pero por supuesto que sabía de quién se trataba aquel perro, siendo completamente extraño que la hija de su amigo le abrazará, agregando que Amaris había llegado sola y sin Severus Snape.

— ¿Que tipo de relación tiene Amaris con Potter?– le preguntó el rubio a su hijo quien estaba extrañado porque su padre preguntará y notará la presencia de Amaris.

— Ninguna, Amaris no se llevaba con nadie que no sea Theo y yo. – respondió viendo a su amiga despedirse del perro negro, sintiéndose confundido, su amiga no era la más fan de los animales.

La chica se subió al tren con su baúl, busco un compartimento para ella sola, ignorando los murmullos de los demás acerca de ella. Al encontrar uno se adentro y cerro la puerta bajando las persianas.

El compartimento se quedó en completa oscuridad de inmediato, lo único que quería hacer era dormir, apunto a la venta de la puerta haciendo un tipo de ilusión.

Subió su baúl y se acostó cerrando los ojos, recordó que ahora ya tenía su casetera, conecto los audífonos a la casetera y metiendo el casete de lado A.

Se puso sus audífonos y se acomodo cerrando los ojos, sintiendo pronto que el tren comenzaba a avanzar.

Suspiro, sin saber si quería estar en el colegio, no quería muchas cosas, no quería ver a su padre, no quería hablarle, no quería comenzar a sentir algo por Hermione, no quería que sus amigos se le acercan, no quería que nadie se le acercara, no quería ver a Rosier, no quería hablar con Theo, ni con Draco, quería estar sola, se había adaptado a estar sola.

𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora