[34]

2K 202 7
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Amaris escucho el ruido de los demás alumnos llegando a la sala común, aprovecho y salió mientras estos entraban.

Camino hacia el despacho del director, con tranquilidad y cansancio, deseando poder obtener lo que quería.

Durante el camino sentía que se le hacía eterno, y en el momento que levantaba la cabeza se topo con unos ojos negros que parecían venir observandola desde un rato, lo paso por un lado.

Severus Snape sintió un dolor en el pecho, era como un alumno cualquiera le hubiera mirado.

La chica siguió caminando sintiendo sus ojos cansados y que parpadeaba más de lo normal, lo que le indicaba que tenía sueño, pero no quería dormir y volver a aquel cementerio, o a su habitación de su casa.

— ¿Amaris? – la chica giro a su derecha, encontrando a su profesora de transformaciones.

La chica saludo con un asentimiento, la mujer al percatarse que iba a el despacho de Dumbledore dijo la contraseña, la chica dio otro asentimiento y subió las escaleras hasta toparse con una puerta, a la cuál llamo de inmediato.

— Adelante. – respondió el anciano y la puerta se abrió dejando ver a la chica, Amaris entro viendo a una mujer de rosa que no conocía, por lo que supuso que sería la profesora que le había caído mal con tan solo oír su voz.

La mujer miró a la chica esperando que está le mirará pero no fue así pues esta solo se sentó mirando sus anillos, la mujer bufó mirando con desaprobación a la chica y se marchó del despacho.

Hubo un silencio, un largo rato, fue cuando Dumbledore sonrió mirando a la de ojos azules.

— Jamás creí que te levantarás. ¿Ha sido por la profesora o por otra razón que desconozco?

— Porque estar en el gran comedor es aburrido, porque sus discursos son estúpidos, porque esa profesora tiene una voz irritante y por muchas otras razones, si se las digo seguramente demoraría para terminar.

— Ya veo...– dijo dándole una sonrisa. — ¿A qué se debe tu visita?

— Asombroso que no se desvíe tanto de los temas principales. – observó. — Quiero una habitación individual, estoy al tanto de que hay una de sobra, no me importa en qué estado este, la tomaré.

—Te la daré, pero antes tengo algo que hablar contigo. – le dijo y Amaris asintió aliviada de que si pudiera hacer aquello. — Vivirás de ahora en adelante en la casa Black, Severus Snape no tiene derecho a tener un acercamiento a ti más a allá de profesor y alumna, será así hasta que se demuestre que es tu padre.

Amaris miró a Albus Dumbledore sin poder creer lo que escuchaba, aunque lo agradecía, ella tenía la esperanza de que en algún momento su padre le dijera que había cometido un error y que la amaba tanto como ella a él.

𝓐𝓵𝓮𝔁𝓲𝓽𝓲𝓶𝓲𝓪 [ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora