Capítulo 18 "Liberación"

23 2 0
                                    

MARY

—Despierta.—Le dije a la pelirroja arrojando su vestido a la cama. Ella se despertó confundida y al verme en mi traje de cazadora supo que sería lo último que vería cuando le borrara la memoria.

Se levantó de la cama y comenzó a vestirse, se puso su vestido rojo sin mangas que apenas la falda de este le cubría el trasero. La miré poniéndose los tacones con punta de aguja que eran negros y en punta.

—¿Ya puedo irme?—Preguntó.

—Si, ya puedes irte y espero no volver a verte, pero antes de irte bebe esto.—Le di lo que parecía ser un whisky y se lo bebió todo, pero en realidad era la pócima para borrar la memoria. Me dio el vaso de vidrio y la llevé a la salida.

Fuimos directamente a la puerta trasera, abrí la puerta con mis garras de licántropo y la pelirroja salió por la puerta, al hacerlo le di un golpe detrás del cuello y quedó inconsciente, cayó en mis brazos y la llevé cargando al bosque donde dentro de un par de horas despertaría y olvidaría lo que sucedió hace dos noches, me fui de ahí dejándola con un chupetón en su cuello que jamás iba a recordar cómo se lo había hecho.

Regresé al Cuartel y la primera persona que me encontré fue Klaus, no dije nada y simplemente seguí caminando, al pasar a su lado me detuvo sujetándome del brazo y dijo:

—¿A quién carajos mataste?

Rodé los ojos en respuesta.

—No maté a nadie, simplemente salí a dar un paseo y planeo regresar a mi habitación antes de que Stefan quiera asesinarme.—Me solté de su agarre pero antes me olió y gruñó acorralándome contra la pared. Me sujetó de las muñecas con fuerza se notaba que estaba molesto y un tanto excitado.

—¿Por qué hueles a zorro?

—¿Qué? ¿Te molesta?—Le pregunté burlándome de él. Apretó mis muñecas con más fuerza.

—¿Con quién estuviste? ¿Un zorro?—Me reí.—¡Responde!—Gritó. Me sobresalté.

—¿Qué pasa si te digo que me follé a una mujer zorro?

No fue buena idea decirle eso, porque enseguida me soltó de las muñecas y en su lugar me tomó de las caderas sujetándome con fuerza, me levantó del suelo e hizo que enredara mis piernas a su cintura. Ahí sentí su erección.

Quise soltarme pero no me permitió. Me llevó cargando hasta su habitación, abrió la puerta de una patada y cerró la puerta con el pie, puso el pestillo y me arrojó a la cama. No pudo evitarlo más y comenzó a besarme apasionadamente, le seguí el beso y realmente se sentía bien, después dejó de besarme y pasó sus labios a mi cuello descubierto, lo lamió y chupó e incluso mordió.

Comencé a gemir en respuesta y entonces se puso a horcajadas y se quitó el chaleco sin mangas del uniforme de la Asociación, mostrando sus increíbles abdominales y músculos, quise tocarlos pero él no me dejó entonces él me quitó mi chaleco y lo arrojó a alguna parte de su habitación en compañía del suyo.

Siguió besando y lamiendo mi cuello, no dejaba de gemir de placer, pasó una mano por mi sostén que era uno deportivo color negro y comenzó a masajear mis senos sobre la tela, empezó a levantarlo de a poco para quitármelo cuando alguien tocó la puerta. Klaus gruñó del disgusto y se quitó de encima mío y se puso su chaleco rápidamente, de paso me dio el mío, me acomodé el sostén y me puse rápido el chaleco y chasqué los dedos haciéndome invisible.

Entonces abrió la puerta y era uno de los Cazadores principiantes que había tocado la puerta. Jake, un vampiro con mezcla de hechicero.

—Stefan quiere a todos los Cazadores de alto nivel y Superiores afuera en el patio trasero inmediatamente.—Al oír eso supe que algo había pasado.

—Estaré allí.—Respondió Klaus. Jake asintió.

—Iré a avisarle a Mary, espero que esté despierta y no encontrarme con una sorpresa.—El Cazador estaba a punto de irse cuando Klaus dijo:

—No lo hagas, yo se lo digo. De todas formas esa rubia me debe un favor.

—Está bien.—Jake estuvo de acuerdo y se fue. Volví a chasquear los dedos y aparecí.

—Ya oíste, vámonos.—Salimos de su oscura habitación y caminando por el pasillo me tomó de la cintura y me estampó contra una pared y volvió a besarme, después me soltó y seguimos caminando.

(***)

Luego de unos minutos llegamos al patio trasero y muchos de los Cazadores venían detrás nuestro y entre ellos estaba Stefan, quien llevaba puesto su uniforme de Cazador. Tragué saliva nerviosa porque Stefan al verme me miró con deseos de ahorcarme y pensé: "Por favor, diosa Luna ayúdame con este loco."

Suspiré pesadamente y miré a Klaus muy serio, era evidente que era algo importante lo que nos quería decir Stefan; entonces me crucé de brazos y Stefan comenzó hablar.

—Pedí que vinieran porque debido a lo ocurrido con la Manada Luna Nueva, el consejo de la Asociación tomó una importante decisión y el día de hoy estoy aquí para informárselos.—Hubo un largo silencio que me hizo sentir un espantoso escalofrío en el cuerpo, Klaus puso su mano en mi hombro para que me calmara porque no podía estar así de nerviosa porque si Stefan lo notaba sería el fin.

—Klaus, aunque fuiste en parte responsable de lo ocurrido; el consejo decidió que te vayas a la sede de Cazadores en Francia, estarás allí un tiempo y no volverás hasta que yo lo diga. Por Eliane no te preocupes ella irá a Francia contigo luego de que se recupere en compañía de Mary, para continuar con su entrenamiento.—Klaus asintió un tanto aliviado y yo también me sentí aliviada.

No sabía qué diablos me estaba ocurriendo, no entendía qué era esto que estaba sintiendo en mi pecho era una sensación extraña como una especie de cosquilleo que provocaba que mi corazón comenzara a latir de una manera desenfrenada.

Entonces volví en sí cuando Stefan dijo:

—Pueden irse.—Después de eso todos se fueron y nadie dijo más nada.

Los únicos que nos quedamos fuimos Klaus y yo.

Klaus estaba enojado, muy enojado y frustrado, lo podía ver en su rostro y en su mirada, sus ojos se tornaron más oscuros de lo que ya eran. Me miró luego de unos segundos y me abrazó, me tomó por sorpresa, comenzó a oler mi cuello y susurró en mi oído:

MÍA...

No supe qué hacer ni mucho menos qué decir, porque no entendía cómo era posible esto si había tomado precauciones y entre ellas ocultar mi olor con una pócima que debía tomar cada luna llena para evitar esto, pero por lo visto follar con una mujer zorro hizo que mi olor natural fuera liberado.

Me quise soltar de su agarre pero no pude, era más fuerte de lo usual, además no había dormido bien.

Me levantó del suelo y me cargó sobre su hombro como si fuera un saco de papas, no sé en qué momento habíamos llegado a su habitación que cuando menos me di cuenta de ello ya me había sacado el sostén y él su chaleco, a continuación comenzó a lamer y chupar mis senos. Luego de eso dejó mis senos en paz y me quitó el pantalón dejándome en ropa interior, su mirada se oscureció al ver que mi ropa interior tenía encaje negro.

—Eres MÍA, y nadie folla con lo que es mío.—Antes de poder decir algo me besó y empezó a acariciar mis piernas hasta mi torso buscando mi punto débil.

La Cazadora De La Noche: Los Secretos De Un Traidor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora