Capítulo 56 "De Vuelta Al Infierno..."

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SHAWN

-Hola Eliane, bienvenida a casa.

-¡Vete al carajo con tu bienvenida!-Me respondió desafiante, ,Me se reí exaltado pero de todas maneras no era suficiente como para asustarme.

-No te pongas así, estás en donde perteneces y eso es lo importante.

-¿Dónde pertenezco?-Asentí confiado y ella sonrió con ironía y por supuesto que no le pareció gracioso pero era cierto, ella pertenecía aquí de cualquier u otra forma, y nunca saldría de aquí ni muerta.

-Yo no pertenezco a ningún sitio, alguien como yo no tiene sitio al cual pertenecer, ni siquiera este, así que vete al infierno.-Me reí y por supuesto que no se contuvo en darme una patada de caballo en mis testículos. Dejé de reír en ese momento y caí al suelo de rodillas sujetando mi miembro.

-¡¡ENCIERREN A ESA PERRA EN EL CALABOZO!! ¡¡NO LA DEJEN SALIR EN TRES DÍAS!!-Grité molesto con esa perra maldita, que tenía una sonrisa burlona en su rostro que pronto borraría de su rostro.

En fin, mis subordinados la sometieron sujetándola de los brazos llevándola arrastrando hacia el calabozo, en donde más de una vez fue encerrada pero ni la misma Eliane sería capaz de volver a salir con vida de ese lugar.

Me levanté del frío suelo y salí de la habitación pesando en cómo mataría a esa mujer sin importarme el precio, sin importar que Stefan interfiriera. Esa maldita estaría bajo tierra como sea...

(***)

TRES MESES DESPUÉS...

Pasaron alrededor de tres meses y Eliane había alcanzado un nuevo enfoque, era más fuerte, veloz, ágil, muy ágil y sobretodo astuta, no entendía cómo era posible que Klaus jamás se hubiese percatado de cuánto talento tenía ella y que nunca tomó provecho de ello, si hubiese sido entrenada por mí, la diferencia sería enorme pero por algo Stefan quiso que Eliane fuera entrenada por Klaus y Mary. Y todo gracias al veneno que recorría cada vena de su cuerpo, y sólo por el simple hecho de desobedecer la orden de no ayudar a un compañero herido, desobedeció la orden, no le importó y pagó el precio. Pero no me preocupé en ese momento porque sabía perfectamente que ese dolor le haría entender, de alguna u otra forma.

Aunque no tomé en cuenta que la potencia del veneno sería más fuerte que las demás veces que experimentó ese dolor, hubo veces en las que no podía levantarse de la cama pero debía reconocer que era fuerte y persistente, digna de ser hija de Eliana.

(***)

En mitad de la noche regresé al Cuartel luego de haber bebido un par de tragos con algunos amigos que había visto en mucho tiempo, me dirigía a mi habitación pero pronto recordé que la maldita de Eliane me debía un favor y se haría pagar.

Así fui a su habitación y escuché un suave ronquido, ella estaba durmiendo cuando toqué la puerta, entonces la oí levantarse de la cama, me cambié la pijama por un, que me repugnaba volver a usar.

No pude evitarlo y entré, la vi atarse el cabello en una coleta de caballo alta y cuando la finalizó, ya había entrado a la habitación. Ella se dio cuenta enseguida de que ebrio, muy ebrio, apenas podía mantenerse de pie, me tambaleaba y tropezaba con todo lo que había a mi alrededor. Pero eso no importaba.

La miré y con mi dedo índice la señalé fijamente, seguí mirándola por unos segundos más; cuando finalmente dije:

-Tú...-Dije con hipo.-Eres... hermosa Eliane, ahora entiendo porque Klaus, está tan fascinado y encantado contigo... jajajaja.-Solté una risa obscena. Vestía un traje de cazadora Nazi color negro ajustado con botas de tacón negro, acentuaba su hermosa figura. Era muy parecido al de los Cazadores Nazi varones a excepción de que este era más femenino y tenía un cinturón con compartimentos para armas pequeñas y fáciles de esconder.

La Cazadora De La Noche: Los Secretos De Un Traidor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora