Capítulo 53 "Reflexión..."

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KLAUS

Después de haber vuelto con Mary y mi hijo, Stefan me había descubierto y me llevó de vuelta al Cuartel donde experimenté todo lo que los híbridos habían experimentado, en ese momento comprendí cuánto dolor y sufrimiento les hicimos pasar, y peor aún... yo también había contribuido con ello, me sentía tan miserable, sentía asco de mi mismo y todo lo que había en esta estúpida organización. La Asociación de Cazadores Nazi, sólo provocaba dolor y sufrimiento a otros, no daba a reconocer que tanto híbridos y no híbridos podían coexistir sin ningún problema, pero... muy tarde me di cuenta de ello.

La única forma de coexistir con los híbridos es... ser nosotros mismos, hacerles ver que no somos una amenaza para nadie, que... nada ni nadie les hará daño. Pero... Stefan, fue demasiado lejos y peor aún fue cuando me obligó a ir a Londres a buscar a esa mocosa y llevarla de vuelta con nosotros, verla con tantos híbridos y no híbridos, me hizo darme cuenta de que la Asociación está completamente equivocada en todo aspecto de la palabra, ningún híbrido debe de ser víctima de nadie, al contrario son libres de ser ellos mismos sin ningún tipo de restricción alguna. Cuando tuve a Mateo en mis brazos, todo el odio, todo el rencor que le tenía a este mundo se había ido como un río sobre una roca, fluyó y se fue.

Pero sin embargo no conté con que Stefan me obligaría a ir a Inglaterra a buscar a Eliane y llevarla de vuelta con él, no podía permitirlo entonces hice que me encerraran y desde entonces nadie a venido por mí y mucho menos e intentado escapar, sin embargo sabía que en algún momento Stefan vendría y cobraría muchas vidas, entonces debía asegurarme de que no atacaran a nadie de la Manada Luna Escarlata. 

Después de tanto tiempo me doy cuenta de que ese cuarteto de mocosos tenían razón desde un principio, la existencia de esta maldita asociación es un veneno para el mundo y para todos los que lo habitan. Ver el sufrimiento de otros me parecía algo que no importaba, es más... ni siquiera me parecía ser algo que fuera necesario de comprender o de incluso de entender, porque simplemente no me importaba, nada me importaba, ni siquiera me importaba la vida de otros, todo me parecía poco. Vivir siendo torturado por mis acciones es el peor castigo que la diosa Luna pudo haberme dado a causa de mis pecados y mis equivocaciones como persona. 

Los días son duros al igual que los momentos que paso dentro de esta celda pero sin embargo no importan, porque lo merezco al ser alguien egoísta y poco consciente de todo. Más sin embargo espero que mi hijo pueda ser alguien mejor que yo y no cometa los mismos errores que yo, además deseo que él no sea víctima de nadie y mucho menos de mis errores. Los días pasan y son la agonía de cada segundo de mi existencia, son la desesperación y el llanto que se prolonga después de cada tormenta, son la amargura que siento en mis labios que están tan secos como un desierto. Cerrar los ojos me hace anhelar aún más la sed de beber mi último segundo de vida para después dejar que la última gota en mis labios se seque hasta dejarme sin vida. 

Solté un largo suspiro mirando hacia la única ventana que había dentro del calabozo, había luna llena y bañaba mi rostro con su blanquecina luz brillante, las estrellas eran puntos brillantes que hacían sobresalir a la luna y me pregunté en ese momento si mi hijo y Mary estarían en este momento viendo lo mismo que yo, quería pensar que así era; que ambos estaban viendo lo mismo, me imaginaba que Mary estaba cargando a Mateo en brazos mientras lo arrullaba cantándole una suave nana para hacerlo dormir. 

Aquellos pensamientos me inundaban de preocupaciones y remordimientos, nada podía ser peor más sin embargo sabía que sino hacia esto nadie podía estar seguro en este mundo y sobretodo con alguien como Stefan, que vive en este mundo, su misma existencia es un veneno para todos, una espada clavada en el pecho provocando dolor con cada latido del corazón. 

(***)

MARY

A lo largo de mi vida he visto tantas cosas y entre ellas han sido sangre, dolor, gritos, súplicas, ruegos y finalmente la muerte. Mis manos están cubiertas de sangre de tantas víctimas que he matado, entre ellas mis amantes de una sola noche o de una de tantas, pero sin embargo eran víctimas mías y de nadie más, eran inocentes y su única culpa era el hecho de haber venido a mí y calmar mi libido, pero ahora ni siquiera puedo pensar en eso sin sentir asco y repulsión de ello. Sólo quería yacer en los brazos de Klaus y de nadie más, sólo deseaba que lograra escapar con vida de las garras de Stefan e irnos muy lejos de todo y comenzar de nuevo. 

Pero las manos de ambos estaban manchadas de sangre, la sangre era recordatorio de los pecados que he cometido a lo largo de mi vida, desde el día que llegué a manos de los Cazadores Nazi; mi mundo se derrumbó y nada volvió a ser lo mismo para mí, y sobretodo cuando uno de los Cazadores de Alto Nivel, me... v-violó después de mi entrenamiento y luego de ese día juré que él sería mi primera víctima y así fue. 

Maté al maldito que se había atrevido a tocarme siendo una niña de tan sólo 13 años, tenía sólo trece años cuando pasó, nadie debe pasar por lo que yo pasé y después de eso... jamás volví a ser intimidada por nadie y mucho menos se atrevieron a tocarme ni siquiera una sola vez. Sabía muy bien lo que pensaban de mí cuando las miradas de otros me observaban, veía el miedo y el terror en sus ojos, aunque con el paso del tiempo tuve que ablandarme un poco porque ya ningún hombre y mujer querían follar conmigo, así que... conforme pasó el tiempo finalmente me permití darme el gusto de pagar por los servicios de un hombre o de una mujer, hasta de ambos eso dependía mucho de cuán estresada estuviera. 

Pero el punto es que me gané el miedo y respeto de todos en la Asociación de Cazadores, por eso es que cuando supe que sería Madre me prometí a mí misma que mi hijo jamás pasaría por lo mismo que yo y que nada ni nadie le haga daño jamás. Porque siendo Madre nadie dañará a mi hijo sobre mi cadáver. 

Por ende ruego porque mi familia vuelva a estar junta nuevamente, comenzar de nuevo y dejar atrás el pasado que aún pesa sobre nuestros hombros. Para eso tengo que buscar a Klaus por mi cuenta y traerlo de vuelta a casa.





La Cazadora De La Noche: Los Secretos De Un Traidor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora