Capítulo 36 "Pequeña Bribona"

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DOS SEMANAS DESPUÉS...

ELIANA

Dos semanas habían pasado desde aquel día que rescaté a mi hija en compañía de mi esposo y amigos, desde que ella volvió a casa pensé que le haría bien estar con su familia como debía ser pero en cambio... Eliane no dejaba de escaparse de casa, se iba por un día entero y regresaba a la noche. Mientras que yo estaba en vilo esperando a que ella regresara y lo hacía. Cada día era lo mismo, ella escapaba de casa y regresaba de noche.

Pero una noche regresó a casa cubierta de sangre, su rostro y mejillas estaban cubiertos de sangre, su mirada era fría y distante, su pálida piel hacía resaltar el color de la sangre en su pequeño rostro. Su ropa también estaba cubierta de sangre, su pantalón de mezclilla tenía grandes manchas de sangre en las rodillas y en el borde del pantalón.

Su blusa que era blanca y sin mangas estaba también cubierta de sangre y era tanta la sangre que apenas se podía distinguir el color del blanco de su blusa. Sus botas estaban sucias, llenas de tierra y de algo de sangre. Su cabello oscuro estaba despeinado y muy enredado, y cubierto de sangre y de las puntas de su cabello caían pequeñas gotas de sangre.

Eliane, no se atrevió a decirme algo; es más ni siquiera quiso hablar conmigo. No lo dijo pero era bastante evidente que no deseaba hablar, dejó huellas de sangre en el piso mientras se dirigía a su habitación.

Entonces Damon apareció ante ella pero para mi hija le fue insignificante su presencia, pasó a lado suyo y lo ignoró. Damon fue tras ella pero lo detuve.

—No lo hagas... no vale la pena, ya intenté más de una vez que hablara pero no lo ha hecho. Además sabes muy bien que desde hace dos semanas ha tenido ataques de pánico y depresión. Y... desde hace dos días que no ha dejado de tener pesadillas y de gritar que debe volver a los Cazadores Nazi.—Mi esposo no dijo nada y se dejó caer en el sofá.

Lanzó un largo suspiro.

—Esa gente, ¿Qué le hicieron a mi hija?—Se preguntó.—Voy a asegurarme de que no vaya a golpear a David, otra vez.—Se levantó del sofá y subió las escaleras con cierta rapidez.

Me quedé en la sala de estar pensando en todo lo que ha sucedido en estas dos semanas, ya no sabía qué más hacer para ayudar a mi hija, estaba al borde de la desesperación e incluso llegué a pensar en que lo mejor para ella sería enviarla a un reformatorio y realmente no quería hacerlo pero... ya no hallaba manera o forma de controlarla.

Realmente estaba cansada de esta situación y cuando pensaba que ya nada podía ser peor, entonces oí un grito en la planta alta y subí corriendo haber qué había pasado. Entonces oí otra vez el grito que provenía de la habitación de Eliane.

No dudé en tirar la puerta y cuando entré ala habitación esa niña no estaba en la cama. Solté una maldición y caminé buscando a mi hija en el armario y después en el baño pero no había rastro alguno de ella. Volví a revisar en el armario y ella se había llevado su ropa de cazadora y sus armas incluida su daga que ojalá nunca se la hubiera regalado. Me alejé del armario y fui directamente hacia la ventana y esta estaba rota había vidrios rotos en el suelo.

Caminé con cuidado y miré a través de la ventana y vi una sombra a lo lejos y fui tras ella, me teletransporté y corrí buscándola pero no la encontré, entonces vi otra vez la sombra y esta al verme se movió con rapidez y huyó.

La Cazadora De La Noche: Los Secretos De Un Traidor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora