Capítulo 19 "Melancolía"

25 4 0
                                    

UN MES DESPUÉS...

KLAUS

Un mes de lo ocurrido finalmente había llegado la hora de irme, realmente era difícil de creer que el lugar al que le dediqué tiempo y esfuerzo por casi diez años me halla prácticamente echado, tenía sentimientos reencontrados al ver que había llegado el momento de irme, ya no estaría más dentro de estas cuatro paredes blancas que durante mucho tiempo se volvieron una cárcel para mí y yo era el carcelero de cada niño híbrido que llegó a este lugar para ser entrenado y vigilado por mí.

Lo único que lamentaba era no haber sido capaz de evitar todo este desastre y sabía que ir a las afueras de los Alpes era mala idea pero los demás Cazadores me convencieron de lo contrario y ahora más de la mitad de los Cazadores Nazi de alto nivel fueron mal heridos y muchos de ellos estaban en coma. Por supuesto que Stefan estaba más que furioso por lo ocurrido y lo peor era que él tuvo razón desde el principio, pero no lo escuché y seguí adelante con el plan de destruir a la Manada Luna Nueva.

Ahora estaba en mi oscura habitación con Mary durmiendo a mi lado, las sábanas grises apenas cubrían su cuerpo desnudo, al igual que el mío. La miré durmiendo abrazando la almohada mientras su cabello cubría su rostro, aparté su cabello de su rostro y ella se removió un poco pero se mantuvo en la misma posición, la atraje hacia a mí y la abracé, olí su cuello por última vez porque no sabía en cuánto tiempo la volvería a ver, sabía que ella iría a Francia conmigo pero no sabía cuándo sería eso. Entonces olí su cuello otra vez, ella olía a chocolate y fresas mis dos cosas favoritas.

Así que quise pasar el mayor tiempo posible con Mary hasta que llegase la hora de irme, además debía asegurarme de que la mocosa entrenara el mayor tiempo posible antes de irme, y para cuando ella tenga ir a Francia ya tendría algunos conocimientos que le serían útiles para el siguiente paso en su entrenamiento.

Lancé un largo suspiro y Mary se despertó, ella se removió un poco en mis brazos y me dio un beso en el cuello.

—¿Qué hora es?—Preguntó con voz ronca.

—Las seis de la mañana.

Ella tomó su teléfono del suelo y vio que efectivamente eran las seis de la mañana, dejó el teléfono y me abrazó.

—¿A qué hora debes irte?

—Antes de la media noche.—Respondí.

—No te pongas así, de todas maneras no podrás librarte de mí tan fácilmente. Además estaré en Francia en menos de lo que piensas.

—No es eso, es sólo que... es tan raro que tenga que irme de lo único que conozco.—Mary rompió el abrazo y se acostó normalmente lanzando un largo suspiro.

—Mira... en cualquier momento cada uno de nosotros tendrá que irse de aquí, tal vez no ahora, tal vez no mañana, o quizás nunca. Eso no lo podemos saber, ni yo misma sabía que esto pasaría tomando el cuenta que soy mitad bruja y que tengo el don de poder sentir las cosas, es más nunca pude sentir tu llegada, pero sé que la magia se reserva cosas que nosotros mismos debemos descubrir por nuestra cuenta. Y en mi caso fue el hecho de que nunca me imaginé que encontraría a mi compañero aquí.—Arqué un ceja.

—¿Qué? ¿Esperabas a un pelirrojo o una pelirroja como con la que te follaste hace un mes?—Ella se rió.

—Realmente no tenía ningún tipo de expectativa acerca de cómo debía ser mi Mate. Y además de nunca me llegué a preguntar si debía ser hombre o mujer, era lo que menos me importaba. Sólo era consciente de que mis pócimas llegarían a dejar de funcionar el día que te encontrara, porque mientras las usara tu nunca iba a percibir mi olor, pero llegó a un punto en el que la última pócima que utilicé una semana antes de lo ocurrido dejó de funcionar después de que liberé a la pelirroja con la que me acosté.

La Cazadora De La Noche: Los Secretos De Un Traidor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora