Capítulo 26 "Eres El Diablo..."

15 2 0
                                    

DOS AÑOS DESPUÉS...

ELIANE

Miraba a ese pobre licántropo que me estaba rogando con mirándome con sus grandes ojos esmeralda, suplicando porque no matara, me decía tantas estupideces y entre ellas fueron: "Por favor no me mates, tengo dos hijos", "No pueden estar su Padre". Lo miré a los ojos y vi sus recuerdos a través de ellos, sonreí debajo de mi máscara. Él estaba mintiendo, tenía hijos sí, pero... no le importaban en lo más mínimo y eso me pareció más que perfecto, así sería más placentero y divertido verlo morir.

Aquel hombre lloraba como un bebé, no dejaba de rogarme porque lo dejara vivir, lo miré otra vez tomando mi arco y flecha de plata, puse en posición el arco y la flecha lista para disparar. Debía admitir que me daba un poco de pena matarlo, era guapo y muy atractivo.

Tenía nariz recta perfecta para su rostro cuadrado y mandíbula, su cabello era rubio y bastante corto, su piel era bronceada tenía un color similar al chocolate pero un poco más clara, era alto casi dos metros, y con una figura musculosa que haría que cualquier mujer babeara por él.

Pero en cambio yo... sólo tenía nueve años, su atractivo no me hacía ni cosquillas, entonces volví a fijar la flecha en mi objetivo y otra vez volví a escuchar otra de sus estúpidas súplicas sin sentidos. Lancé un largo suspiro y dije:

—Hoy mueres, porque yo lo digo...—Disparé la flecha y di en el blanco, vi como su vida se iba de a poco, pero antes de morir dijo:

—E-Eres... e-el...diablo...—Habló mientras salía sangre de boca y después se desvaneció, dio su último respiro y después ladeó su cabeza hacia un lado, y murió dejando abiertos sus ojos, que expresaban miedo y terror absoluto.

Entonces arrastré el cuerpo sin dificultad alguna pese a que el tipo pesaba bastante a la vista, pero para mí era un peso pluma, he cargado cosas todavía más pesadas que él y no es broma.

Finalmente lo dejé en medio del bosque donde me encontraba e incineré el cuerpo con fuego mágico que no es mi método favorito pero no debía dejar rastro alguno del cuerpo, esa era la prioridad en mi misión no dejar rastros.

Salí del bosque y muy pronto sonó mi teléfono, lo saqué y era Klaus...

Rodé los ojos en respuesta y leí el mensaje.

"Regresa al Cuartel, ahora mismo, es una orden."

Guardé el teléfono en el bolsillo de mi chaleco y me fui usando un hechizo de teletransportación que ejecuté con un sólo chasquido.

(***)

Llegué al Cuartel en poco tiempo y a la primera persona que vi fue a Klaus, que enseguida volteó al escucharme llegar. Él lleva puesto su uniforme de Cazador como siempre, su aspecto seguía siendo el mismo, con la única diferencia de que tenía la barba crecida del color de su cabello, que cubría la mitad de sus mejillas y cubría su barbilla y por debajo de la nariz tenía bigote.

Su barba me era desagradable para mi gusto, pero a Mary le encantaba su barba y si eso la hacía feliz entonces la barba se quedaba.

Entonces, Klaus me miró y hizo una seña para que me acercara, fui hacia él con el pensamiento de que tendría otra misión yo sola como siempre o con alguno de mis amigos. No importaba qué misión fuera, la aceptaría para salir de este maldito sitio por un rato y tal vez no regresar por un par de meses.

Así que me detuve frente a él y a su lado había una puerta y la abrió, me hizo entrar y dentro de ese lugar vi a Claire, Dakota y Gretel. Los tres estaba ahí en el mismo sitio que yo, entonces Klaus nos hizo sentar en la mesa redonda de madera que teníamos justo enfrente, nos sentamos en las sillas de oficina y Klaus comenzó a hablar.

La Cazadora De La Noche: Los Secretos De Un Traidor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora