ELIANA
Estaba sentada en la sala de estar con David, esperando a que Damon saliera a decirme que había encontrado a nuestra hija, fueron tres dolorosos años de dolor e incertidumbre en los que más de una vez mi corazón se rompía en mil pedazos y llegó a un punto en el que ya no quería seguir viviendo con este dolor en mi corazón, pero mi hijo y mi esposo me mantuvieron fuerte y cuerda, sin importar cuántas veces me derrumbé en el suelo a llorar porque mi hija se había ido a otro país o estado.
David me miró y tomó mi mano reconfortándome, él me sonrió y yo a él, le acaricié su corto y oscuro cabello y le di un beso en la cabeza. Lo abracé impaciente por saber qué demonios estaba ocurriendo por qué Damon no salía a decirme algo. Miré nuevamente la puerta del estudio y luego de unos minutos, salió.
Lucía completamente serio, entonces nos miró a mi hijo y a mí, y dijo:
—La encontré, está en los Alpes, Suiza. En un pequeño pueblo remoto, en lo más profundo del bosque.—Me incliné hacia abajo y después me incorporé, comencé a llorar de felicidad, no lo podía creer.
David se levantó del sillón y me abrazó con fuerza, Damon se unió al abrazo y nos levantó del suelo a mi hijo y a mí.
Después de unos minutos nos bajó del suelo, rompimos el abrazo y dije:
—Damon, tenemos que ir ahora a los Alpes.—Hablé decidida.
—Eli...
Lo interrumpí.
—No Damon, debo ir. Es mi hija y debo estar ahí, necesito estar ahí. Y no me vas a detener.—Suspiró rendido y asintió de mala gana.
—Yo también iré.—Dijo David subiéndose al sillón para parecer más alto.
—No campeón, no irás.—Sentenció Damon.
—¡Pero Papá!
—Ya escuchaste hijo, no puedes ir. Además necesitamos que te quedes aquí en caso de que tu hermana huya y venga aquí en busca de refugio. ¿Entendido?
David, aceptó de mala gana pero era lo mejor, no iba perder a otro hijo.
—Vámonos.
Damon y yo nos fuimos vistiendo nuestros trajes de Cazadores y nos fuimos por un portal a los Alpes, Suiza. Estaba ansiosa por llegar y encontrar a mi hija, abrazarla y llevarla a casa.
Sólo esperaba que nada malo ocurriera cuando llegáramos, aunque sin embargo... tenía el extraño presentimiento de que algo iba a suceder, no sabía qué era pero estaba segura de una cosa... nadie volvería a apartarme de mi hija, nunca más.
Nunca...
(***)
ELIANE
Pasaron tres días y finalmente llegó el momento que tanto esperamos. Al hacernos llegar las carpetas de los detalles de nuestra misión, nos emocionó tanto que no pudimos esperar a abrir el archivo y lo hicimos. Comencé a leer el contenido y me quedé perpleja porque yo conocía la Tribu Luna de Cristal, mi Madre siempre la mencionaba e incluso llegó a contarme historias sobre la Tribu.
Seguí leyendo y después me detuve de manera abrupta, dejé el archivo de lado y lo cerré, enseguida sentí las miradas de mis amigos sobre mí, levanté la vista y Claire dijo:
—¿Está todo bien?—Asentí en respuesta, no quería que descubrieran que algo me preocupaba, no sabía qué era porque ninguna de mis premoniciones me decía algo útil, desde hace dos días que dejé de tener premoniciones y por lo general siempre aparecen cuando algo malo va a pasar o cuando quieren advertirme.
Pero el punto es que este extraño presentimiento no me dejaba en paz ni un sólo segundo, sin embargo debía tener la mente clara y enfocarme en mi misión, la última misión y nos largamos, pensé que así sería y tenía el firme pensamiento de que sería tal y como lo habíamos planeado.
Salimos de la sala de juntas y nos preparamos para salir, debíamos estar listos para irnos en menos de dos horas e irnos.
Mientras tanto Dakota comenzó a decir todo lo que iba a hacer cuando escapáramos este infierno.
—Cuando salga de aquí, lo primero que haré será buscar a mi hermana, eso será lo primero, después y sino les molesta; que le permitan que se quede con nosotros.
—Claro, ella es tu hermana y siempre tendrá un lugar al cual llegar.—Respondió Claire.
—Ah... no puedo creer que finalmente seremos libres.
—Ni yo misma.—Respondí.—No hablen más de la cuenta, sino van a descubrirnos.—Los tres asintieron y seguimos caminando sin decir una palabra más.
(***)
Rato después salimos rumbo camino a la Tribu Luna de Cristal, simplemente debíamos infiltrarnos y recopilar información, para después destruir a la Tribu. No era difícil, ya lo habíamos hecho antes, no era nada del otro mundo. Para nosotros era una especie de juego y nada más que eso.
Cruzamos el portal y en cuanto lo cruzamos, pude oler ese aroma a bruja blanca fresca, sabía que habíamos llegado, entonces nos adentramos en el bosque y durante el trayecto, comenzamos a observar todo lo que había a nuestro alrededor, desde los árboles hasta su copa, eran cosas que debíamos mirar con mucho detalle y recordarlo a la perfección.
Seguimos caminando cuando de repente escuchamos un crujido y todos sacamos nuestras armas, miramos a todos lados y nos dimos cuenta de que había sido Dakota quien había pisado una pequeña rama que había en el suelo.
Suspiramos aliviadas y seguimos caminando, entonces comenzamos a oír voces y nos ocultamos cada uno detrás de un árbol, miré de reojo y eran una muchachas insignificantes que estaban paseando por el bosque.
Salimos de nuestros escondites y nos reunimos en un punto.
—Tomen esto, estamos cerca de la Tribu.—Tomaron los frascos de mi mano y se comieron el dulce.
En pocos segundos hizo efecto y seguimos caminando con precaución.
Estando en el bosque seguimos mirando y escuchando cualquier sonido que iba a ser útil para poder salir del bosque sin ser descubiertos.
Pero lo único que escuchábamos eran nuestras propias pisadas, el aleteo de las aves, a los zorros corriendo por ahí. Había tanto silencio que por un momento llegué a sentir miedo, tragué saliva nerviosa, sólo pensaba en terminar la estúpida misión y largarnos.
Entonces luego de lo que fueron tan sólo... treinta minutos, llegamos a la Tribu Luna de Cristal.
No era nada comparado a lo que nos habíamos imaginado, era un lugar realmente hermoso y lleno de magia, había cabañas, un hermoso lago más adelante, había un molino en lo alto de una montaña, pero no había ni una sola bruja blanca alrededor o eso creíamos.
Entonces nos adentramos un poco más y fue ahí que se desató el infierno.
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La Cazadora De La Noche: Los Secretos De Un Traidor...
WerewolfHabían pasado diecinueve años desde aquel día que fue maldecido a vagar por el mundo como un alma en pena en busca de su alma gemela que nunca llegó. Había vagado por tantos países que ya había perdido la cuenta de cuántos había pisado, sentía que s...