Deku el villano sin opciones

Planes a futuro

-niño es bueno verte, esos ingenieros que mandaste son una mina de oro- dijo Giran mientras le daba una larga probada a su cigarrillo.

-me alegra verte también, parece que estás disfrutando de todo lo que está ocurriendo- contesto Deku estrechando la mano del "comerciante".

-te seré sincero chico, fue difícil conseguir los materiales para replicar la sustancia que enviaste, y producirla fue aún más complicado- señaló Giran mostrándole un estuche con 30 esferas del tamaño de canicas.

Deku se mostró visiblemente impresionado, en ese instante recordó cuando los alumnos del curso de soporte de la U.A intentaron defenderse con esta sustancia pegajosa.

-es bueno ver qué se pudo lograr, pero venía con otra intención- declaró Deku captando el interés de Giran.

-adelante chico, que es lo que tienes para mí- respondió el comerciante en un tono más formal de lo que cualquiera estaba acostumbrado a escucharlo.

-quiero armas, pero no las de siempre, esas también las quiero porsupuesto pero, necesito armas de fuego- exclamó Deku con un cierto tono de indecisión.

-no soy quien para decirle a un cliente que puede y no puede pedir, así que si es lo que necesitas lo conseguiré, aunque tengo un poco de curiosidad, pistolas y rifles, eso no es algo que uses, lo tuyo son las espadas y los cuchillos- señaló Giran mientras encendía otro cigarrillo.

-yo..., Yo enserio creo que podemos lograrlo, podemos ganar y vencer a los héroes, pero en caso de que perdamos..., Me gustaría que aquellos sin quirk puedan defenderse y seguir con su lucha- declaró Deku notablemente incómodo.

Al oírlo Giran empezó a reír, las guerras y conflictos civiles causaban dolor, destrucción y muerte, pero siempre había un sector pequeño que se beneficiaba de dichas luchas, y eran los vendedores de armas.

Frente a Giran se encontraba un joven villano el cual estaba preparando un segundo conflicto, si el comerciante hubiese sabido que el chico que le presentaron le generaría tantas ganancias no se lo hubiese creído.

-porsupuesto, conseguiré lo necesario para armar una pequeña milicia y lo tendré oculto, aunque sería mejor para el negocio si ustedes ganan, así que trata de hacerlo- declaró Giran dandole fin a la conversación.

...

Melissa recorría las calles de Japón saliendo de un conflicto tras otro, la chica había empezado a notar un extraño y desconcertante patrón en cada altercado más sin embargo no sabía que hacer al respecto.

-dejen de sentir pena por ustedes mismos miserables, almenos a ustedes se les permite entran en los refugios- exclamó un hombre con nariz de elefante y una bufanda roja el cual sostenía una palanca de metal.

Junto a aquel hombre había una mujer con pico de ave y un joven con rostro de tiburón igualmente armados.

Frente a ellos estaba un grupo de cinco personas entre ellas un niño pequeño los cuales estaban visiblemente asustados.

-que te pasa niño, le tienes miedo al monstruo- dijo el hombre tiburón mostrándole sus dientes al niño y haciéndolo llorar.

En ese momento llego Melissa interponiendose entre los heteromorfos y las personas.

-se que la situación es difícil pero les aseguro que pueden refugiarse del peligro en U.A, no es necesario lastimarse entre ustedes- declaró la chica tratando de calmar la situación.

-refugiarse, ¡REFUGIARSE!, Hemos recorrido cada maldita escuela buscando un refugió solo para que nos cierren la puerta en la cara- grito el hombre con nariz de elefante mientras apretaba su palanca con furia.

-todo esto es por su culpa- grito una de las personas, ocasionando que el hombre tiburón se le abalanzara con palanca en mano.

En ese instante Melissa hizo surgir un látigo negro y con este restringió al heteromorfo, al ver eso los amigos del sujeto intentaron atacar también solo para ser igualmente detenidos.

-es justo como decía el señor Spiner, todos ustedes son iguales- exclamó la mujer con pico de pájaro.

El impacto que le causó a Melissa esa frase, fue lo suficientemente grande como para hacer que está aflojara su agarré.

Tan pronto como estos se volvieron a sentir libres, salieron corriendo dejando a las personas y a la heroína tras de si.

-¿se encuentran bien?- pregunto Melissa acercándose cuidadosamente al niño pequeño.

El niño fue alejado de ella por su madre, la cual se alejo de la chica en un movimiento nervioso.

-multiples quirks y un látigo negro, tú trabajas con Deku y All for One- dijo la mujer entre susurros de pánico.

-No, no tengo nada que ver con ellos- refutó Melissa en el acto.

-si, claro porsupuesto, bueno hem tenemos que irnos, muchas gracias- dijo la mujer tomando a su hijo y huyendo junto al resto de personas.

Escenas como está ya no eran infrecuentes para la pobre Melisa y sin embargo está aún se aferraba a su deseo de que todo volviera a ser como en un principio.

...

-el peso que pusimos en esa chica es muy grande, con cada día que pasa, pareciera como si fuese a romperse- declaró Nana Shimura.

-actualmente, parece que ve cada pequeña cosa como una causa valiosa e insustituible- afirmó Daigoro Banjo.

-para bien y para mal, nuestros quirk responden a esa motivación lo que parece retroalimentar su determinación- señaló Hikage Shinomori.

-esta en una cruzada para salvar a todo y a todos, está actuando como una verdadera superheroina, claramente esta tratando de seguir el ideal del octavo- exclamó Yoichi.

-si, solo que ella no es el octavo, y no es sano para ella asumir un ideal que justo ahora es inalcanzable- menciono En.

-ella está siguiendo el camino correcto- declaró el segundo.

-usted lo cree jefe?- pregunto el tercero, después de tanto tiempo, incluso en ese lugar, el respeto que este sentía por su antecesor era inmenso.

-en estás circunstancias no hacer nada no es una opción, eso es una realidad para cualquiera, pero más aún para ella como portadora-.

-dicho eso, si hay quienes pueden ayudarla en este momento, esos serían aquellos a quienes ella más le importan, y aquellos por quienes está dispuesta a sacrificarse- declaró el segundo.

-esperemos que sean ellos quienes lleguen a tiempo hacia ella- declaró Yoichi.

Fin del capítulo 128, espero que les guste, si es así, comenten y recomienden.