-Tenemos una sorpresita. -anunció Miguel, con una sonrisa pícara.
Eché la cabeza atrás y fruncí el ceño. Era un gesto que solía hacer cuando algo no me cuadraba.
-¿Y cuál es? -preguntó Eli mientras absorbía con la pajita el último sorbo que le quedaba de Fanta.
Cris y su compañero se quedaron mirándonos, como si esperaran emoción por parte de nosotros.
-He redecorado mi habitación. -dijo finalmente.
La poca emoción que podría haber sentido se desvaneció. ¿Tanta expectación para eso? Resoplé.
-Tío, yo pensaba que era algo mejor. -protestó Rubén. Solté una pequeña risa. -Además, ayer vine y tu habitación seguía igual.
-Es que la he redecorado esta mañana. -replicó el otro.
Miré intrigada al que se encontraba a mi lado, y él me respondió encogiéndose de hombros.
-Pues venga, vamos a verla. -indicó Alex mientras se levantaba de la silla.
Todos hicimos ademán de levantarnos, pero Miguel nos detuvo.
-¡Esperad! De dos en dos.
-¿Qué? Esa es la mayor estupidez que has...
-Es mi casa. -cortó el catalán a Rubius. -Así que tenéis que seguir mis reglas.
-Madre mía, que se nos revoluciona. -dijo Eli son sarcasmo.
-Eli, Alex y Abraham, venid. -mandó Cris. Así que ella también estaba metida en... lo que quiera que fuese. Ya sabía yo que se traían algo entre manos.
Rubén quitó su brazo sobre mi hombro desesperado. Me sentí un poco mal, me gustaba sentir su calor, pero tampoco podía decirle que siguiera abrazado a mí, sería muy sospechoso.
-¡Pero si acabas de decir que íbamos a ir en parejas! -protestó alzando las manos.
Me reí de su cara, realmente parecía frustrado.
-Pero es que somos impares, ¿qué quieres que haga? -respondió en anfitrión mientras desaparecía por la puerta del pasillo guiando a los demás a su habitación.
-Déjalo, están planeando algo y no sé el qué, pero no se puede hacer nada. -suspiré acomodándome en el salón mientras le daba unas palmaditas en la espalda a mi amigo.
Él se recostó al igual que yo y bufó.
-Puta vida. -se quejó. -¿Y si nos saltamos las reglas? ¡Hay que vivir la vida como Larry!
-¡Tienes razón! -exclamé, y me levanté de golpe del sofá alzando un brazo. -¡Hay que ser valientes, no podemos quedarnos encerrados aquí para siempre! Esto es una injusticia, hay que luchar para reestablecer el orden.
Rubén se descojonaba mientras decía eso, pero me siguió el rollo. Se levantó y puso la misma postura que yo.
-¡No podemos seguir así! ¿Estás preparada? -me preguntó mientras me miraba intensamente a los ojos. Asentí con la cabeza. -¡Al ataque!
Empezamos a correr hacia al pasillo a la vez mientras que nuestras risas resonaban por toda la casa.
Casi me tropiezo con Cheeto, el cual apareció de la nada en la puerta.
-Me cago en tu madre, que susto me has dado. -murmuró el rubio, el cual sí que se había tropezado con una silla. -¿Pero no tenías que estar mirando la habitación de Mangel o lo que fuese?
EL chico negó con la cabeza.
-Me dijeron que me quedase aquí porque sabían que os íbais a saltar las reglas, amigos. -aclaró con su gracioso acento. -Venga, pa' dentro.
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La revolución (ElRubiusOMG)
Fanfiction¿Nunca os habéis preguntado qué pasaría si Rubén Doblas Gundersen, más conocido como ElRubius, tuviese novia? ¿En cómo reaccionarían las fans hembras? ¿Se alegrarían por ellos o... prepararían un plan? Andrea, una chica de catorce años con un vacío...