Epílogo

886 121 29
                                    

*4 años después*

Y así fue mi historia. No, no tuvo final feliz. No todo en esta vida acaba bien.

Quería compartir mi vivencia con vosotros, los que estáis leyendo, para que os dieseis cuenta de que la vida no es de color blanco y negro.

Si nunca me hubiese metido en la relación entre Rubén y Yanara, jamás habría acabado con el corazón tan roto. O quizás Rubius hubiese sufrido en silencio por mucho tiempo. O quizás habría acabado aceptándola y casándose con ella, ¿quién sabe? El futuro siempre será un misterio.

Pero bueno, todo tiene sus cosas buenas y malas. Esta mala experiencia me hizo volver mucho más desconfiada de lo que ya era. Sólo confiaba en tres personas: Laia, Eli y Luis. Estuve dos años rechazando a cualquier chico que se me acercara-menos Luis, obviamente-, no quería saber nada más de relaciones. Incluso dejé de verme con Mangel, me dolía demasiado verle porque me recordaba a todos los buenos momentos que había pasado con él y Rubius.

Él se puso triste cuando le expliqué mis razones, pero lo comprendió. Siempre le recordaré como un gran amigo. Por lo que sé, ahora tiene novia y sigue en YouTube. Ya ha llegado a los 15 millones de suscriptores y está muy feliz con ello.

En cuanto a Rubén... Borré todo lo relacionado con él: número, conversaciones, fotos... Cuanto menos quedase, más fácil sería olvidarle.

Sin embargo, hace unos días no pude evitar caer en la tentación de saber cómo estaba. Averigüé que se había mudado a Noruega porque quería llevar una vida más tranquila. Tuvo una novia, pero han roto hace poco; quizás esa sea una de las razones por las que decidiera mudarse. Sigue en YouTube, pero ya no tiene la misma ilusión que cuando empezó. Se le nota más distraído, más demacrado.

Normal, ya tiene 28 años, es demasiado para seguir en YouTube... Probablemente lo deje en seguida. Una pena, puesto que prometía. Ya tiene más de 30 millones de suscriptores, su marcha significará la pérdida de más de 30 millones de sonrisas. Pero bueno, es su vida y él es el que decide qué hacer con ella.

En cuanto a mí... Bueno, ya os he dicho que estuve 2 años sin querer saber nada de ningún chico. Durante eso tiempo, mi vida social se limitaba a quedar en casa de Eli o de Laia. Los primeros meses la depresión me consumía, apenas tenía ganas de nada.

Y lo peor es que me echaba la culpa de todo, de no haber sido suficiente para Rubius, de no haber sabido darle suficiente atención, de haber sido tan ciega como para pensar que él me podía querer...

Por suerte, al octavo mes, me di cuenta de que no podía seguir así. Lo pasado, pasado está, y no podía estar amargándole la vida a mis amigos, que siempre estaban allí para apoyarme.

Así que decidí empezar de nuevo. Tiré toda mi ropa y comencé a llevar exclusivamente ropa oscura. Más o menos ajustada, más o menos grande, me daba igual. Pero quería que mostrara que no estaba de humor para socializar.

También me cerré mucho más, podía tardar meses en empezar a confiar de verdad en alguien. Construí un muro alrededor de mi corazón de manera que, si estaba con chicos, era sólo de lío. No me podía permitir que alguien me destrozara el corazón de nuevo con todo el tiempo que me había llevado repararlo.

Por desgracia, todo muro.

Un día, con 17 años, conocí a un chico. Oscar, se llamaba.

Y me enamoró. Así, sin más.

Ahora estamos juntos, vamos a hacer un año. Y nunca había estado más feliz en mi vida.

Si os he soltado todo este rollo es para que, si estáis pasando por un mal momento... Que no os preocupéis. Todo lo malo pasa.

Sí, ya sé que es una frase muy típica. Yo tampoco la creía, hasta que me pasó esto. El karma existe, y antes o después os lo devolverá con algo bueno. Tan solo tened paciencia.

Probablemente penséis que ahora odio a Rubén. Todo lo contrario. Él me hizo más fuerte, me enseñó que en esta vida hay que seguir siempre adelante, porque todo sigue, estés o no listo para partir. Por eso nunca hay que perder el ritmo y seguir, por mucho que duela, hay que dejar las cosas que pasen y vivir el presente. El pasado no se puede cambiar, y el futuro es incierto. El presente es lo único que importa, porque es lo que vives en el momento. Ya habrá tiempo de arrepentirse... No, ni siquiera eso. Porque todos los actos que hemos hecho a lo largo de nuestras vidas nos han llevado a ser como somos ahora. De los errores se aprende, de las experiencias se vive.

Así que, querido lector, no tengas miedo de nada. Haz lo que tengas que hacer, sin importar lo que el resto diga. Porque tú eres tú, y tus decisiones te harán crecer como persona. No hay decisiones buenas o malas, tan sólo hay decisiones.

Y es tu deber averiguar cuáles debes tomar para llegar a donde quieres llegar.

Y aquí es donde me despido. Muchas gracias por haberme acompañado todo este tiempo y por haber aguantado mis tonterías de adolescente.

Con cariño, Andrea.

La revolución (ElRubiusOMG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora