-¡Andrea!-exclamó mi madre, quien había entrado en mi habitación del hospital.
Esta corrió hacia mí y me abrazó, aunque demasiado fuerte.
-Hola, mamá.-conseguí decir, casi sin respiración.
Por fin se separó, y vi que tenía lágrimas en los ojos.
-No te preocupes, no pasa nada.-dije tratando de tranquilizarla.
Ella me dirigió una sonrisa triste y yo le guiñé un ojo, en señal de que todo estaba bien.
En la puerta vi a mi padre, quien observaba la escena con cierta tristeza.
Eran un poco exagerados.
-Hola, papá.-saludé.
Este se acercó a mí y me acarició el pelo con cariño, lo que me reconfortó.
-¿Qué tal estás, hija?-me preguntó mi padre.
-Bien, tranquilo, podría haber sido peor.-dije con calma, pero lo único que conseguí fue un sollozo ahogado de mi madre.-Mamá, relájate.
-Lo siento, es que... Soy una malísima madre, tendría que haber estado contigo...-respondió con una mano sobre la boca para no llorar.
-¿Pero qué dices? Fue todo culpa mía, que soy más torpe que cualquier cosa, tú no tuviste nada que ver.-dije, ya enfadándome un poco.
-Pero si no te hubiese dejado ir a casa de Rubén...
-Pues me habría caído igualmente, pero en otro sitio.-en realidad, sabía que no era verdad, pero quería que mi madre dejase de pensar eso.-No te tortures más, mamá, no tuviste la culpa de nada.-añadí con una medio sonrisa.
-Haz caso a tu hija.-dijo mi padre, aunque no se le veía muy convencido.
-No fue por vuestra culpa, señores.-dijo Jeremías desde la oscuridad.
No pensaba llamarle Jeremy nunca, eso significaría que me caía bien.
-¿Y tú quién eres?-preguntó mi padre desconfiado.
El chico salió de la zona donde no había luz y se acercó a mis padres.
-Soy Jeremías, el chico que salvó a vuestra hija.-dijo con una sonrisa estúpida en la cara.
-Muchas gracias, en serio.-agradeció mi madre.
Acto seguido, le dio un abrazó. El chico se sorprendió, pero le correspondió el abrazo.
-¡Mamá!-exclamé molesta.
-Ay, lo siento.-se disculpó separándose de Jeremías.
-No se preocupe, señora.-dijo el chico.
Le dirigí una mirada de odio, pero él no se enteró.
-Gracias.-dijo mi padre.-¿Te importaría salir un momento?
Jeremías asintió y salió de la sala.
Después de un rato, me abrazaron.
-Ay, que pastelosos estáis.-protesté divertida.
Pero ellos no me hicieron caso. Finalmente, se separaron y se sentaron en unas sillas.
Estuvimos un rato hablando sobre nuestras cosas, sobre cómo caí, si me acordaba de algo, etc.
Tras media hora, escuchamos unos golpes en la puerta.
-Ah.-dijo mi padre.-Ya están.
Le miré extrañada. ¿Quiénes estaban? ¿Mi familia? ¿Qué?
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La revolución (ElRubiusOMG)
Fanfic¿Nunca os habéis preguntado qué pasaría si Rubén Doblas Gundersen, más conocido como ElRubius, tuviese novia? ¿En cómo reaccionarían las fans hembras? ¿Se alegrarían por ellos o... prepararían un plan? Andrea, una chica de catorce años con un vacío...