Miré lentamente por todas las estanterías para ver si encontraba algo que le pudiese gustar, pero no encontraba nada. Suspiré cansada y miré a Mangel.
-No hay nada.-protesté.
-¿Cómo que no? Es la Game más grande de Madrid, muchos de estos videojuegos no los tiene.-indicó sacando de una estantería un nuevo "Tomb Raider".
Había quedado con él porque quedaba poco para el cumple de Rubén y realmente no sabía qué regalarle. Llamadme mala novia o lo que queráis, pero no era fácil encontrar un regalo para alguien que tenía medio millón de videojuegos y miles de cosas originales. Además, era imposible superar algunos regalos de fans.
-Pero yo quiero algo diferente, no un juego cualquiera. Algo que tenga significado.-repliqué mientras echaba otro vistazo, esperando encontrar algo adecuado.
-Pues ahí ya no te puedo ayudar, habéis tenido muchos momentos íntimos, así que no sé que es especial para vosotros.
Le pegué un codazo en broma y cogí una carcasa. Esta era de "Kingdom Hearts", mi juego preferido de pequeña.
-Creo que ese ya lo tiene.
-Sí, jugué en su casa la semana pasada, pero lo quiero para mí.-contesté mientras abandonaba la búsqueda y me dirigía a la caja a pagar.
-¡Eh! ¿No vas a comprarle nada?-me preguntó poniéndose a mi lado.
Negué con la cabeza.
-Ya improvisaré algo.
Pagué el juego y salí al frío de la calle. A pesar del sol, las bajas temperaturas se colaban en la ropa y penetraban en los huesos, dejándote casi congelado.
Me coloqué la bufanda y esperé a que Mangel saliera. Al minuto, apareció por la puerta con una bolsa. Supuse que se había comprado el nuevo "Tomb Raider".
-¿A dónde vamos ahora?-cuestionó abrochándose el abrigo.
Me encogí de hombros.
-Mangelito, ayuda, no sé qué regalarle.-me quejé agarrándome a su brazo de forma dramática.
-Hija mía, es que ya no sé qué aconsejarte.-protestó divertido mientras me acariciaba la cabeza.
Bufé y me separé de él metiéndome las manos en los bolsillos.
-Quizás podríamos ir a algún chino o...
Me paré en seco, dejando al chico hablando solo.
Me había fijado en un escaparate de una tienda. En él había diversos objetos: cojines, tazas, camisetas, gorros... Y todos con diseños muy originales.
-Mira, aquí.-señalé con el dedo, llamando la atención de Mangel.
Frunció el ceño confuso.
-¿Aquí? Pero si esto es para hacer camisetas y eso con tu propio diseño.-determinó.
Asentí ilusionada y le cogí de la mano, arrastrándole al interior.
El señor era muy amable, y a base de insistir, accedió a hacerme lo que le había pedido en ese mismo día, así que, tras darle un diseño inventado por mí, se metió en la habitación de impresiones mientras que Mangel y yo esperábamos en una terraza.
A la hora, ya estaba el regalo listo, así que le di un poco más de dinero de lo que realmente costaba para agradecerle lo que había hecho.
-Muchas gracias.-repetí mientras salía de la tienda.
-Estarás contenta, ¿no?-dijo con sorna.
Le saqué la lengua y nos dirigimos a la plaza de Sol.
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La revolución (ElRubiusOMG)
Fanfiction¿Nunca os habéis preguntado qué pasaría si Rubén Doblas Gundersen, más conocido como ElRubius, tuviese novia? ¿En cómo reaccionarían las fans hembras? ¿Se alegrarían por ellos o... prepararían un plan? Andrea, una chica de catorce años con un vacío...