Rubén P.O.V
Llevaba toda la mañana evitando a Yanara porque estaba tratando de averiguar el significado del sueño. Caminaba arriba y abajo por mi casa o me sentaba mientras movía la pierna nervioso.
Había llegado a una teoría de que aquella chica me podría ayudar a dejar a mi novia, pero la descarté porque sabía que era imposible volver a toparme con ella.
Cansado de pensar, llamé a Mangel para ver si me podía ayudar. Por suerte estaba disponible y accedió a visitarme. La verdad es que me sentía muy afortunado de tener un amigo como él, siempre estaba en las buenas y en las malas, era capaz de apoyarme y animarme en cualquier momento.
Y pensar que lo conocí por Internet... Para que luego digan que los amigos de Internet son falsos.
Pasó media hora y llegó. Tras un animado saludo, fuimos a mi habitación y se lo conté todo.
-Y eso es todo.-dije suspirando.-¿Qué crees que puede significar?
-Pues no sé, normalmente suelo soñar con sapos violadores.-dijo riéndose y con su típico acento.
Lo miré fulminante y se calló rápidamente.
-En serio, tío... Me estoy volviendo loco...-susurré acariciando a Raspberry.
-Me encantaría ayudarte, pero no sé cómo. Lo que sí es seguro es que tienes dejarla. No puedes estar con alguien que te maltrata así.
-Ya lo sé, pero amenazó con hacerle daño a mi madre...-me arrepentí de haberlo dicho nada más salir las palabras de mi boca. Tendría que haberlo mantenido en secreto, podría poner en peligro también a Mangel y no quería eso.
Mangel se levantó y me cogió de la muñeca. Tiró de mi y me sacó de la cama.
-¡¿Pero qué haces?!-pregunté gritando.
-¿Tú qué crees? ¡Ir a la policía!-exclamó.
Salimos de mi casa y pulsó el botón del ascensor.
-Mangel, no tenemos pruebas, no nos van a creer ni de coña.
-Pero habrá que intentarlo, ¿no?-replicó.
Resoplé y nos metimos en el ascensor. A veces me exasperaba lo cabezota que era Mangel, aunque sabía que lo hacía por mi bien.
Salimos a la calle y pedimos un taxi, que nos llevó rápidamente a una comisaría de policía. En todo el camino no le dije a Mangel nada por dos cosas: estaba nervioso y enfadado.
Nos metimos en aquel edificio acristalado de tres plantas.
-Bueno, ¿y ahora qué?-pregunté cruzando los brazos.
Mi amigo no respondió, sino que miró alrededor en busca de algo. Su cara pasó de pensativa a triunfal.
Me agarró otra vez de la muñeca y me llevó ante un policía que estaba tomando notas de algo. Madre mía, a este paso me arrancaba un brazo ahí mismo.
Vale, había hecho cosas más estúpidas y más vergonzosas sin importarme, pero esto era diferente. ¿Cómo decirle que quiero deshacerme de mi novia que me amenaza con cargarse a mi madre? No es que resultara muy creíble...
-¿Puedo ayudaros?-preguntó el hombre sin apartar la mirada del papel.
-Sí.-afirmó Mangel.-Mi amigo está siendo amenazado por una chica que dice que si no sale con ella, le hará daño a su madre. Queremos una orden de alejamiento o algo así.
Por fin levantó los ojos del papel y nos miró sin mucha convicción.
-¿Tenéis pruebas?-preguntó.
-No, pero la podemos llamar.-ofrecí.
El policía asintió con la cabeza y dejó el papel en una mesa.
Saqué mi móvil y marqué su número.
Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Cuatro tonos. Mis nervios aumentaban cada vez más.
Cinco tonos. "El número que ha marcado está apagado o fuera de cobertura."
<<Shit>> pensé.
-No lo coge...-susurré.
-Ya veo. No puedo acusarla sin pruebas, lo siento.-dijo el hombre.
Mangel y yo nos miramos preocupados.
-Además, os conozco. Sois esa gente que sube vídeos y que van haciendo gracias por ahí, así que probablemente esto sea una broma.
Casi le pego un puñetazo, pero me controlé. Odiaba a la gente que creía que por ser youtubers no podíamos ser serios. Somos humanos, como todos.
-Sólo hacemos bromas cuando llevamos una cámara. Y ahora no la tenemos.-dije alzando las manos y conteniendo las ganas de gritar.
-Tranquilícese, Rubios.-dijo poniéndome una mano en el hombro.-Volved con pruebas.
Asentimos con desgana y nos fuimos.
A la salida pegué una patada a una papelera y se cayó.
-Tranquilo, Rubius, ya se nos ocurrirá algo.-dijo Mangel.
Respiré profundamente y me relajé.
-Vámonos. Odio estar al lado de un edificio lleno de asquerosos.
Mi amigo asintió y pedimos otro taxi.
Me dejó a mi primero en mi casa, puesto que mi amigo había quedado con no sé quién.
Me metí en casa y me preparé una hamburguesa. Me la comí mientras veía "Cómo conocí a vuestra madre", aunque no hacía mucho caso a la tele. Estaba dándole vueltas a la misma pregunta: ¿cómo hacer que me dejara en paz?
Tenía sueño y quería dormirme, pero si dormía no podía pensar. Aunque si dormía, me olvidada de mis problemas...
Y la idea de olvidarme de todo por un momento me tentaba mucho.
En esa lucha, acabó ganando la idea de descansar, y cerré los ojos, quedándome profundamente dormido.
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La revolución (ElRubiusOMG)
Fanfiction¿Nunca os habéis preguntado qué pasaría si Rubén Doblas Gundersen, más conocido como ElRubius, tuviese novia? ¿En cómo reaccionarían las fans hembras? ¿Se alegrarían por ellos o... prepararían un plan? Andrea, una chica de catorce años con un vacío...