La revolución (ElRubiusOMG)

Capítulo 57 "Me voy"

La Navidad se acercaba. Empezaba la temporada en la que no podías salir a la calle sin convertirte en un muñeco de nieve andante por el frío.

Las luces decoraban las calles, brillando como si hubiesen estado apagadas mucho tiempo (y así era). Pequeños puestos empezaban a instalarse en el centro de Madrid, vendiendo desde llamativos gorros hasta deliciosas castañas asadas.

Incluso el aire había adquirido el olor navideño. El rastro de dulces llenaba tus fosas nasales, abriendo tu apetito.

Veías a la gente caminar sonriente y con brillo en los ojos. Eso es lo que más me gusta de la Navidad, saca la mejor parte de todos.

Pero es mejor que os actualice. Rubius y yo seguíamos siendo amigos, e hicimos como si nada hubiese pasado. Al principio nos costó, ya que cada vez que nos mirábamos a los ojos apenas podíamos resistirnos a besarnos el uno al otro, pero poco a poco fui controlando mi impulso, y todo fue mejor. Incluso pensaba que ya no me gustaba, ya que podía estar a su lado sin ponerme nerviosa. Dicen que es imposible hacer que alguien te deje de gustar por mucho que lo intentes, pero no es verdad. Yo estuve mucho tiempo intentando que no me gustase, buscando sus defectos y fijándome en otros chicos de mi instituto, y al final lo conseguí.

O eso es lo que creía.

Aún no habían acabado las clases, pero no quedaba nada. Ya nos habían dado las notas, y en una semana nos daban las vacaciones. Ese curso había ido mejor que los anteriores, quizás porque sacaba mejores notas, o quizás porque hablaba más con la gente, era más abierta, pero seguía siendo desconfiada. Yo sabía que me había vuelto más sociable gracias a Rubius, Mangel y Alexby, pero me lo callaba.

Y en cuanto a Jeremy... Bueno, éramos muy buenos amigos y pasábamos mucho tiempo juntos. Al principio quedábamos con Laia, pero un día me pidió quedar a solas. Yo acepté sin ningún problema, ¿qué podía pasar?

Fuimos a un parque y hablamos de tonterías mientras el frío nos congelaba los huesos, pues ninguno de los dos llevaba abrigo.

Cuando nos íbamos a despedir con dos besos, sin querer ambos giramos la cabeza al mismo lado y nos dimos un pequeño pico en la boca. Por suerte nos lo tomamos a risa, pero... Yo no lo podía olvidar.

No pensaba que me gustase, aunque su pelo fuese tan suave y sus ojos tan bonitos... Andrea, ¿qué dices?

Pues eso, que me llevaba genial con él y quedábamos mucho, pero no me gustaba. No, no me podía gustar.

Sacudí la cabeza mientras trataba de dejar de pensar en Jeremías y me levanté de la cama.

Fui al salón y sonreí al ver el árbol colocado en una esquina. Estaba decorado con brillantes bolas blancas, moradas y rosas y con espumillones de diferentes colores.

Mi familia no era muy navideña, pero yo sí. De hecho, yo decoré prácticamente toda la casa.

Desayuné tranquilamente mientras veía la tele. Por fin era libre de estudiar y podría hacer lo que quisiera este fin de semana.

Al terminar, decidí ver algún vídeo, así que me metí en YouTube, donde busqué “ElRubius”. Que le conociese en persona no significaba que dejase de ver sus vídeos.

Me faltaban varios por ver, pero me llamó la atención uno reciente, el cual se llamaba “Me voy”. ¿Qué querría decir con eso?

Pinché y observé la pantalla intrigada.

—Muy buenas, criaturitas del señor.—decía.—Este vídeo no tiene nada que ver con los demás. Vengo a deciros lo que últimamente está pasando y lo que siento.—suspiró.—La fama no me está gustando nada... Me agobia, ya ni siquiera puedo salir a la calle y caminar medio metro sin que me paren. No estoy diciendo que no me gusta que me pidáis fotos ni nada de eso.—rectificó.—Pero antes sólo me pedíais un autógrafo y hablaba con vosotros encantado, mientras que ahora más de la mitad de las personas intentan seguirme a mi casa. Da miedo, fuera de coña.—parecía enfadado, aunque trataba de ocultarlo.—Obviamente no me estoy refiriendo a todos, pero muchas personas no saben cuál es el límite. Necesito mi privacidad... ¿O acaso no os molestaría no poder hacer casi nada por miedo a que aparezcan miles de personas en tu casa? Y no solo tengo miedo por mí, sino por mi familia y amigos. Quiero que no sean vistos para que puedan tener una vida tranquila, pero siempre, no sé cómo, se cuelan fotos, y me cabrea mucho. Y luego están esas que cada vez que me ven con una chica se piensan que es mi novia y ya la odian.—me sentí un poco culpable, porque es lo que me pasó con Yanara.—No os estoy criticando, yo también soy fan de algunas personas, pero... Sé diferenciar entre querer saber cosas de alguien y meterse en la vida de alguien.