Me desperté en una sala blanca y fría. Estaba tumbada sobre una camilla y cubierta por una fina sábana.
Levanté un poco la cabeza y vi una puerta a mi izquierda. Esta tenía una pequeña ventana cuadrada, a través la cual se veía un pasillo blanco.
¿Dónde estaba?
Me puse nerviosa, pues odiaba no saber algo de mi vida, por muy pequeño que fuese el dato.
Toqué mi cabeza, y en la parte derecha de mi frente, noté un bulto. Presioné con los dedos y me empezó a doler, así que paré. En la parte izquierda de la frente tenía una venda un poco húmeda. La boca me sabía a metal, así que me pasé la lengua por los labios, y me di cuenta de que los tenía llenos de heridas. Miré debajo de las sábanas y observé que tenía un moratón enorme en el lado derecho de la cadera y el pie izquierdo escayolado.
<<Estás en estupenda forma, Andrea.>> pensé irónica.
Bufé, pensando que no había nadie más en la habitación.
Pero me equivocaba.
-Por fin te has despertado, preciosa.-dijo una voz desconocida.
Giré bruscamente la cabeza hacia donde procedía la voz. A mi derecha había un chico, pero no le veía la cara, pues estaba sentado en un sillón en la penumbra.
Se levantó y pude ver su semblante: pelo oscuro y alborotado, nariz ligeramente curva pero pequeña, y ojos azules brillantes y profundos. Su boca se curvaba en una sonrisa que derretiría a cualquiera, pero yo no era cualquier chica. El chico debía de tener quince años, uno y pico más que yo.
-¿Quién eres?-pregunté desconfiada.
El chico se rió, dejando ver todos sus dientes, blancos y perfectamente colocados.
-Soy Jeremías, pero llámame Jeremy, odio mi nombre.-respondió, como si nos conociésemos de toda la vida.
-¿Qué hago aquí?-dije cortante.
-Ey, más despacio. Me he presentado, ahora te toca presentarte a ti.-me señaló con el dedo índice.
-¿Por qué tendría que hacerlo?-pregunté con cierto odio en la voz.
En serio, ¿de qué iba ese tío? Se creía algo y en realidad no era nada.
-Porque te he salvado la vida.-dijo triunfal.
¿Cómo? ¿Había escuchado bien?
-¿Qué?-pregunté extrañada.
Jeremy asintió y se sentó en mi camilla. Tuve la tentación de darle una patada con todas mis fuerzas, pero me detuve, quería saber qué pasó.
-Bueno, te acordarás de que te caíste por las escaleras, ¿no?-empezó mirándome a los ojos.
Hice memoria y recordé la caída con dolor. Afirmé con la cabeza.
-Pues yo vivo en ese piso, y me tocaba comprar el pan, así que bajé, con la suerte de que te encontré.
-¿Suerte? ¿Quieres decir que te alegraste de encontrarme casi muerta?-pregunté borde.
-¿Qué? ¡No!-exclamó.-Solo que tuve la suerte de encontrarme con una chica tan guapa como tú.
Negué con la cabeza. Estaba intentando ligar conmigo, pero yo no era una chica fácil y ni me iba a dejar llevar por un desconocido.
-Sigue.-dije.
Suspiró.
-Pues te vi mal y llamé a una ambulancia. Como no había ningún conocido cerca de ti, fui contigo. Te han curado y llevas dormida tres horas. Y aquí estamos.-finalizó con una sonrisa no tan brillante como la anterior.
Asentí lentamente, asimilando todo.
-Ahora, dime cómo te llamas.-insistió el chico.
Pensé en si era una buena idea, pues no le conocía para nada... Pero sólo era mi nombre lo que le iba a dar, tampoco pasaría nada muy grave, ¿no?
-Andrea.-respondí finalmente.-Me llamo Andrea.
En ese momento no sabía que Jeremías iba a traerme tantos problemas.
_________________________________________Muuy buenas:D Tal vez sea un poco corto, pero quería dejarlo aquí:3 intentaré que el próximo sea más largo, ¿vale? :D
He visto que en muchas novelas, los autores responden a preguntas que los lectores les hacen, así que si queréis preguntar algo... Lo responderé con mucho gusto:3
Uuun besoo de Raspby y Hachi^^
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La revolución (ElRubiusOMG)
Fanfiction¿Nunca os habéis preguntado qué pasaría si Rubén Doblas Gundersen, más conocido como ElRubius, tuviese novia? ¿En cómo reaccionarían las fans hembras? ¿Se alegrarían por ellos o... prepararían un plan? Andrea, una chica de catorce años con un vacío...