No escuché nada. Ni un grito, ni un disparo... Nada.
Abrí los ojos poco a poco, y vi que Yanara seguía temblando de miedo ante mí, desangrándose. Observé cuidadosamente la pistola.
Se había encasquillado. Por una parte me alegraba, ya que no había matado a la chica, pero por otra parte me puse aún más nerviosa, pues tenía que volver a intentarlo.
Suspiré frustrada. Tal vez todo esto no era necesario... A lo mejor con una simple carta de amenaza habría bastado...
Miré fijamente a Yanara, que parecía a punto de desmayarse.
Acaricié la pistola, meditando la posibilidad de salir corriendo y abandonarlo todo. Pero eso suponía dejar a las criaturitas con mi problema, y no podía hacer eso, jamás me lo perdonaría.
Una chica de pelo moreno y un poco más alta que yo se adelantó entre la multitud.
-Andrea, ¿estás segura de todo esto?-preguntó dulcemente. Creo recordar que se llamaba Rocío, y era argentina.
-¿Qué? Claro, ¿por qué lo preguntas?-dije insegura.
Encogió los hombros.
-Si lo estuvieses, ya la habrías disparado y ahora mismo habría un cadáver en el suelo.
Miré a otro lado, avergonzada.
La chica de pelo azul resopló y vino hacia mí, arrancándome de las manos el arma.
-¿Qué haces?-pregunté tratando de quitarle la pistola, pero se aferraba a ella como si su vida dependiese de ello.
-Si tú no eres capaz, lo tendré que hacer yo, ¿no crees?-dijo irónicamente.
-¿Y por qué tú?-protestó un chico moreno de dieciocho años.
-Porque soy la más atrevida de aquí, evidentemente.-dijo dando vueltas con el dedo a la pistola.
El chico soltó una risa falsa y se abalanzó sobre la chica.
-¿Qué haces?-gritó la del cabello azul mientras abrazaba con todas sus fuerzas el arma.
-¡Déjamela, tú eres una gallina, no te atreves!-exclamó el otro mientras tiraba fuertemente de la chica.
Ambos forcejeaban, y yo no paraba de mirar agobiada el arma; parecía que en cualquier momento iba a salir una bala disparada y alguien saldría herido.
-Por favor, parad.-supliqué.
Sin embargo, no me hicieron caso.
Mis nervios y rabia iban aumentando, así que exploté.
-¡Basta!-grité.
Todos se volvieron hacia mí, incluidos los que se estaban peleando.
-Dámela.-ordené a la chica.
-Pero...-protestó.
Le dediqué una mirada fulminante, intimidándola.
Ella, asustada, me la devolvió.
-Gracias.-dije irónicamente.
Agarré la pistola y se la arrebaté.
Me miró enfadada, pero volvió al grupo, junto con el chico, que parecía fascinado, pero yo le ignoré.
Me coloqué de nuevo frente a Yanara, que yacía en el suelo con los ojos cerrados y tumbada. Al principio dudé de si estaba viva, pero un movimiento en su mano me delató lo contrario.
Me volví a concentrar al máximo, olvidándome de todo lo que estaba a mi alrededor.
Golpeé ligeramente la pistola para asegurar que no se encasquillara, y apunté hacia la chica, que ya pasaba de todo.
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La revolución (ElRubiusOMG)
Fanfiction¿Nunca os habéis preguntado qué pasaría si Rubén Doblas Gundersen, más conocido como ElRubius, tuviese novia? ¿En cómo reaccionarían las fans hembras? ¿Se alegrarían por ellos o... prepararían un plan? Andrea, una chica de catorce años con un vacío...