Capítulo 46 "El jardín"

2.1K 124 64
                                    

Rubén P.Q.V

 

Odiaba ponerme así con Andrea, pero es que… ¿en serio? ¿Otra semana más? ¿Era una broma o qué? Yo preparándole una fiesta de bienvenida y ella me dice que no, que se queda ahí una semana más. Y encima con el chico ese, del que no me fío ni un pelo. Lo mismo podía ser un violador con maquillaje, ¿quién sabe?

Pateé furioso una caja llena de vasos de plástico que había y me senté en el sofá bruscamente, haciendo que Raspby saltara del susto. Sonreí un poco, pero eso no me calmó.

¿Por qué me ponía así? No era culpa suya, no iba a venir ella mientras que sus padres se quedasen allí, pero aun así… Algo podría hacer para venir, ¿no?

Dios, Rubén, ¿qué estás diciendo? Estaba a 500 kilómetros, ¿iba a venir volando o qué? Qué idioteces decía. Bueno, pensaba. Y nunca lo había hecho, tan sólo cuando me gustaba alguna chica… Pero Andrea no me gustaba. Eso era imposible, no me podía enamorar. Y no porque era más pequeña, sino porque después de lo de Jannies… Me prometí a mí mismo no volver a enamorarme.

Claro que… Muchas veces las promesas no se cumplen.

Llamaron al timbre y fui a abrir. Era Mangel, pues le había llamado para preparar todo, pero ya nada.

—Hola, Mahe.—saludé algo abatido.

—Te lo ha dicho, ¿no?—cuestionó. Fruncí el ceño, no sabía a qué se refería.—Que se queda una semana más…

—Ah, sí…-respondí afligido.—Qué se le va a hacer.

—Vaya, tío, pensaba que no te iba a afectar tanto…—murmuró extrañado. Le miré acusadoramente y levantó las manos.—Sabía que no te iba gustar la noticia, ¿pero para tanto?

—No sé, es que pensaba que la iba a ver hoy y… Ay, ya no sé en qué pensar.—protesté yendo al salón seguido de Mangel.

—Rubiuh, no lo escondas más… sabes lo que pasa.—dijo totalmente convencido.

Resoplé. Ya no podía ocultarlo más, sobre todo a mi mejor amigo.

—Está bien… Es cierto. Yo… la echo de menos.—aparté la mirada avergonzado.—Pero sólo un poco.

—¡Muy bien, ya vas avanzando!—exclamó divertido. Le di un codazo y reímos.

—Pero no exageres, eh. Que la echo de menos igual que a ti te echaría de menos.—repuse. Mi amigo alzó las cejas, pero no dijo nada.

Le miré desafiante, y él también a mí. Nos fuimos acercando hasta quedar a apenas dos centímetros de distancia, cara a cara. En ese momento, ambos explotamos de risa, tanto que nos caímos del suelo, espantando a mis dos gatas. Lo que tenían que aguantar las pobres.

Ya después del ataque, nos volvimos a sentar, aún con una sonrisa en la cara.

—Oye, Rubius, que… bueno, que si no tienes nada que hacer, puedes venir conmigo a la convención de videojuegos.—me propuso Mangel.

Pensé. En casa no iba a hacer nada, ya que tenía varios vídeos preparados y editados, y hacía mucho que no viajaba… ¿Por qué no? Sólo serían tres días, volveríamos el mismo día que Andrea.

—Perfecto.—respondí.—Pero tendrás que llamar al organizador y eso, ¿no?—cuestioné.

Mangel asintió y sacó su móvil. Después de un rato hablando, colgó y me dijo que todo estaba en orden.

Ay, qué gusto daba tener amigos como Miguel.

*6 días después…*

Andrea P.Q.V

La revolución (ElRubiusOMG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora