Capítulo 68 "La casa de Jeremy"

1.5K 115 37
                                    

Cerré la puerta y llamé al ascensor. Ya habían pasado tres días desde Noche Vieja, y seguía sin saber nada de Rubén. Ni tampoco quería.

Mi decisión era segura. Tenía que evitar verle. No quería hacerle daño, era una persona muy importante para mí, y si estar con él significaba que él tuviese que sufrir... Preferiría alejarme de él y sufrir yo, puesto que yo me lo merezco más.

Salí a la calle. Tenía muchas cosas en la cabeza y había salido para darme una vuelta y despejarme un poco. También había tomado la decisión de romper con Jeremy, ya no me sentía a gusto con él. Me avergonzaba de haberle dicho que sí cuando en realidad no me gustaba, pero la edad que tenía me llevaba a tomar decisiones erróneas.

Giré una esquina y me paré en seco. A lo lejos distinguí a dos personas caminando. No quería evitarlos, pero tampoco tenía ganas de hablar con ellos.

Me percaté de que ya me habían visto, así que no tuve más remedio que continuar caminando y sonreír.

-¡Heey! -saludó Eli con la mano cuando nos acercamos.

-¡Hola! -dije sonriente. Desvié la mirada al chico que estaba a su lado.

Al principio temía que me guardase rencor, pero todas esas dudas desaparecieron al verle sonreír.

-¡Cuánto tiempo! -exclamó Luis mientras me daba un abrazo.

He de admitir que me sorprendió, pero le devolví el abrazo. A pesar de que hacía mucho que no le veía, seguía siendo mi amigo, y él fue el que me hizo darme cuenta de que me gustaba Rubius.

Nos separamos y pude apreciarle mejor. Había crecido, y parecía más maduro. Quizás porque iba más peinado o porque sus ojos brillaban más, no lo sabía, pero sí que había madurado.

-¿Qué hacéis por aquí?­-les pregunté extrañada.

-Nuestros padres han venido para visitar a unos amigos suyos y nosotros hemos decidido darnos una vuelta. -respondió Eli mientras se restregaba los brazos del frío. Sólo llevaba una camiseta de manga larga y estábamos a unos cinco grados.

Sonreí sin saber muy bien qué decir.

Eli miró a su hermano y me cogió del brazo, alejándome de él.

-¿Qué pasa? -cuestionó.

-Dime, por favor, que ya no estás con el imbécil que casi me mata. -suplicó una vez que se aseguró de que Luis no nos oía. Este nos miraba intrigado, pero no se acercó.

-Eh... Bueno...-dudé. No podía mentirla.

Mi amiga suspiró desesperada.

-Sigo sin entender por qué estás con él. No te lo mereces, Andrea, es un psicópata que seguro que sólo te quiere por lío, créeme.

-¿Y tú que sabes? -protesté cruzándome de brazos. -Yo le conozco mejor que tú, y en realidad es un chico muy agradable.

¿Por qué le protegía? No entendía nada... Quizás porque, aunque no me gustase, era mi amigo. Aunque un poco psicópata sí que era.

-Vale, está bien. -se rindió. Parecía que me iba a dejar en paz cuando se dio cuenta de algo. -¿Y qué hay de Rubius?

Casi me atraganto con mi propia saliva al recibir esa pregunta.

-Pues... Él está bien. -respondí tratando de evitar que se notara mi nerviosismo.

-Andrea, aunque estuvimos juntas poco tiempo, sé cuando mientes. -indicó con una ceja levantada. -Cuéntame, ¿qué pasa con él?

La revolución (ElRubiusOMG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora