De noches estrelladas. [STARKER]

Frío.

Lo que más temía, había llegado. 

El grupo se hacía llamar "Reliquiae ", de origen sokoviano y como no, dirigidos por HYDRA. No habían logrado estabilizar el virus, pero sí habían conseguido convertirlo en una arma ligera y fácil de detonar. Se desconoce cómo habían ingresado al país.

—Sí tus satélites registran la ubicación como vacía, ¿por qué irán a revisar? —pregunta Archie, sin dejar de meter palomitas en su boca.

—Para recoger cualquier cantidad de información.

— ¿Seguro que no irás a romper huesos?

—Quisiera. 

Se organiza la expedición para ir a investigar lo poco que ha quedado en bodegas abandonadas cerca del muelle.  Los Vengadores irán como respaldo del propio Superior Iron Man, no van como equipo, hay que dejar eso claro. 

— ¿Me traes algo?

— ¿Qué?

—No sé, cualquier cosa.

— ¡No voy a una tienda souvenirs!

Archie se encoge de hombres y vuelve a girarse al televisor. Peter sigue conversando con el capitán América en la barra de la cocina y Tony agradece la alteración de sus oídos para oír sin dificultad alguna las palabras que apenas llevan sonido. 

—Creí que te irías a Londres. 

—No, Archie está realmente emocionado con lo del MIT. 

— ¿Y has hablado con ella? Porque la herencia es absolutamente para el bebé y la parte de Archie. 

— ¿Archie?

—Sí, él estaba en su testamento. 

—Oh, sí. Lo recuerdo. 

—Y tú estás en él.

—No hace falta.

—No, pero Mountbatten quería lo mejor para ti, para ustedes y por eso les dejo asegurados. 

Tony está completamente entregado a la conversación que llega a sus oídos.

— ¿Sabes qué es de mala educación escuchar conversaciones ajenas? —pregunta Archie viéndole desde su lugar. 

—No te metas, niño.

Steve regresa con pasos firmes y Tony se fija en que Peter se ha quedado en la cocina, con los brazos cruzados, viendo al horizonte. Parece realmente afectado por las palabras finales que el capitán le ha dicho y odia haber sido distraído y no poder escucharlas. 

— ¿Sabes que sería realmente cool? —vuelve Archie.

— ¿Qué?

—Que el increíble Spiderman les acompañara.

—Niño, esto es una verdadera situación de emergencia, no es para novatos.

—No es novato.

—Es un hombre en mallas.

—Es el mejor hombre en mallas. 

Tony gruñe y Archie sonríe. 

—De acuerdo Tony, nos vemos allá. —se despide el capitán despareciendo por el pasillo que va a al elevador. 

Tony gira su cuello y la endo-simbiótica armadura comienza a deslizarse. Las metálicas piezas se van envolviendo en sus piernas, abdomen y brazos. La diadema se forma líquida y luce como una auténtica corona, como la que Tony Stark merece. 

El frío de la noche golpea sus mejilla y hace que sus cabellos se agiten. Respira profundo y se deleita en la dolorosa sensación del frío aire golpeando sus pulmones, siente el virus agitarse en todo su cuerpo para modificarle y hacerlo resistente a esas pequeñeces. 

A un kilómetro de llegar la IA le vuelve a confirmar que no hay más firmas de calor en aquel lugar y que es seguro aterrizar. Tony, desconfiado por naturaleza, se desliza en la oscuridad y en el máximo silencio que un simbiótica armadura de Vibranium puede hacer. 

Efectivamente, no hay nadie. Un muido sofá, bolsas de cartón que acumulan comida, comida que aún no está en mal estado, señal de que no tienen mucho tiempo de haberse ido, tal vez solo un par de horas. La bodega es gigante y está a un grado de colapsar o congelarse. 

En otra esquina hay una larguísima mesa de metal, jeringas quirúrgicas y otras de metal aislado. El escaneo indica apenas un rastro de calor de Extremis, débil y que posiblemente salió mal. 

Dos minutos más, aparece el capitán América con el escudo en la espalda y el rostro serio. —No hay nada. —declara antes de llegar. 

Tony rueda los ojos. —Es obvio, ¿no crees?

El capitán gruñe en modo de respuesta.  

Otro escaneo indica una puerta más al sur y sin reparar Tony la derriba con un solo golpe. Ahí hay calor y sillones con quemaduras que solo el virus es capaz de hacer.

—Dios... ¿están experimentando? —murmura el capitán deteniéndose a examinar el bulto de abrigos amontonados sobre una silla. 

Las bolsas que cuelgan del portasueros son de un alterado termoplástico y Tony almacena las escasas gotas que siguen ahí. —O se están alimentando. 

— ¿Con el virus? ¡Nunca vi que tu te alimentaras con eso! —agrega el capitán sin dejar de investigar el lugar. 

Muchas veces Tony se pregunta como fue capaz de andar con un imbécil como el capitán. Antes de profundizar en sus desastres personales, escucha débiles pasos acercándose y naturalmente se coloca frente al capitán, que también se pone en alerta. 

Listos en posición de combate, los pasos desaparecen y Tony se lanza a investigar más intrigado en todo aquel asunto. Pero no hay nada, ni un simple rastro. A excepción de una nota.

"Sanguis tuum sanguinis."

Ocultado el delgado trozo de papel, declara que la zona es segura y que el resto de Los Cantadores puede ingresar y que SHIELD puede iniciar a recoger evidencia.