Máxima potencia.

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Archie Parker sospecha que Peter Parker anda involucrado en algo y que tiene la desfachatez de tratar de ocultarlo. Le parece un poco tonto y bastante tierno, lo conoce desde hace veinte años, es imposible que pueda ocultarle algo. 

O tal vez sí, fue muy bueno ocultando que era el fantástico y espectacular Hombre Araña por bastante tiempo.

— ¿Crees que sea algo malo? —pregunta entrando a la oficina de su padre. 

— ¿Malo? —Tony Stark apenas separa la vista de la computadora un par de segundos. — ¿Cómo qué?

—No lo sé, hombre. ¿Un nuevo enemigo?

Tony bufa y sigue tecleando. —Para nada, Spiderman se ha mantenido fuera de las calles desde hace seis semanas, está involucrado con lo de los Skrull. 

— ¿Otra vez? 

Tony asiente, concentrado en sabrá Dios qué. —Otra vez, encontraron la manera de librarse del sensor de reconocimiento que hizo tu papá y ahora lo estamos mejorando. 

— ¿En eso estás trabajando? 

—Algo así. —musita sin dejar de ingresar lo que parecen códigos. —Dame un minuto y nos iremos a almorzar.

Archie Parker sabe que Tony Stark también está en algo. ¿Y sí ambos están involucrados en lo mismo y no quieren decirle? ¡¿Cómo se atreven?!

—Estoy seguro que no. —le contesta Damián mientras ingresa al nuevo apartamento que comparten en uno de los nuevos edificios del centro de Nueva York. —No son más que maquinaciones tuyas. 

—No eres de mi agrado precisamente en este instante. —murmura volviendo la vista la ventanal. La noche ha caído en la vieja ciudad y Archie no puede evitar que su apresurada cabeza trabaje a mil millas por segundo. 

En la casa de la colina, Peter también observa por el ventanal. Espera ansioso el momento en el que auto elegido para esa noche aparezca y Tony Stark regrese a casa, a su lado. 

— ¿Crees que falta mucho? —pregunta Morgan desde el sofá. "La cenicienta" se reproduce de fondo aunque la niña tenga total atención en la plastilina que era de colores y ahora es una bola de color gris. 

— ¿Para qué?

—Para que papi venga, ya tengo mucho sueño. —contesta mientras se rasca su pequeño ojo y vuelve a tumbarse en el sofá. 

—Duérmete, mañana estará aquí. —Peter revisa la hora por décima vez. Siguen siendo las nueve de la noche con doce minutos. 

—Pero quiero verlo. —chilla Morgan. —Quiero contarle que hoy me enseñaron lo de las mariquitas. 

—Mañana puede ser Morgan, ya duérmete. 

—No eres divertido, no como mi papi. —alega ella pero cierra los ojos cuando su cabeza toca uno de los cojines del sofá. —Voy a decirle que... —y su voz se va desvaneciendo hasta convertirse en un murmullo. 

Peter da un par de pasos para asegurar que Morgan sí se haya dormido y apaga el televisor. Entonces se adentra en la cocina, ha preparado los alimentos favoritos de Tony Stark. Compró la mejor botella de vino e incluso tiene un par de velas para darle mayor romanticismo a aquella importantísima cena. 

—Lamento llegar tarde. —se disculpa Tony Stark apenas cruzando el umbral. —Pero Archie estuvo allá. —inicia a comentar mientras deja un suave beso en los castaños cabellos de la durmiente Moony. —Estuvo a punto de descubrirlo, ¿sabes?

—Es un chico listo. —asegura Peter parado en la entrada de la cocina. —Tengo una, lo que espero sea, agradable sorpresa para ti. 

Tony Stark repara que Archie tiene razón. Peter Parker luce diferente, sonrojado y algo nervioso. Respira profundo y recorre los mismo pasos del menor hasta encontrarse con una bonita mesa servida, hasta velas incluidas. 

De noches estrelladas. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora